Dirección y texto: PABLO REMÓN

Con MARINA SALAS, NURIA MENCÍA, JAVIER CÁMARA y FRANCESCO CARRIL

UNA DE LAS PROPUESTAS MÁS ESPERADAS DE LA TEMPORADA. LOS FARSANTES SE HA CONVERTIDO EN EL OBJETO DE DESEO DE LOS AMANTES DEL TEATRO EN TODO EL TERRITORIO NACIONAL.

Y ES QUE MÁS ALLÁ DE QUE SUPONE LA VUELTA A LOS ESCENARIOS DE UN MAESTRO DE LA INTERPRETACIÓN COMO JAVIER CÁMARA TRAS MÁS DE 12 AÑOS SIN PISAR UN ESCENARIO, CUENTA CON LAS NO MENOS SOBERBIAS INTERVENCIONES DE NURIA MENCÍA, MARINA SALAS Y FRANCESCO CARRIL.

TODOS ELLOS AL SERVICIO DE UNA DIRECCIÓN Y UN MAGNÍFCO TEXTO DE PABLO REMÓN QUE DIGNIFICA LA MANERA DE HACER COMEDIA.

Dicen los editores de Los farsantes que es una novela que se lee como una obra de teatro. Así debe ser, porque a los que solo hemos visto su puesta en escena nos consta que sobre el escenario funciona como una bomba de relojería. Es pura artesanía teatral escrita y dirigida con un mimo fuera de lo común.

En este nuevo espectáculo Pablo Remón, nuestro último Premio Nacional de Dramaturgia, articula una historia que cuenta algo de cada uno de nosotros.

Y lo hace ya con el telón bajado, durante la proyección de una serie de enunciados que van dando pistas de qué camino se tomará cuando las luces se apaguen mientras suena Thunderstruck. Aunque el auténtico trueno llega después, con la vida de una actriz frustrada y fracasada y con un director de éxito a quien la vida se le para en un accidente. Cambien las profesiones y ahí estamos nosotros ante una sala repleta.

Y, entre todo eso, también desfila un humor surrealista que sostienen un productor desquiciado, una Gala de los Goya que ojalá fuera real, un niño tan hilarante como dañino de seis años y hasta un perro llamado Byung-Chul Han. Sí, como el filósofo coreano. Búsquenle el sentido, pero es posible que no lo encuentren. Porque esto también es una farsa. Esto decía el diario El Mundo en la crítica posterior a su estreno en el Centro Dramático Nacional. Mucho se ha escrito desde entonces hasta aquí sobre esta joya de un autor y director en plena madurez. Lo demás lo dejamos a vuestro disfrute.