Nuevo reto para las bibliotecas en un comienzo de curso escolar especial, diferente e inquietante. Nuestra biblioteca permanecerá cerrada. Prohibida la entrada. La pandemia ha dejado secuestrados a todos los personajes que se encuentran ahora refugiados en los libros de las estanterías. 

La mascarilla, el termómetro, el gel hidroalcohólico y la distancia de seguridad son ahora los protagonistas de los centros educativos. ¿Qué papel se ha reservado para los libros? 

Los pasillos, el patio, las escaleras y la cafetería, que durante el curso anterior estaban engalanados con cajas de madera repletas de libros de ida y vuelta, se desnudan para decorarse con carteles anunciando las medidas COVID.

Adiós a los encuentros literarios con autores, a los talleres de teatro, a los torneos de debate y a las lecturas grupales cuando no existen ejemplares suficientes para todo el alumnado porque no está permitido compartir un libro.

¿Qué lugar ocupará, pues, la lectura en la vida diaria de los centros educativos? La lectura nos permite viajar, soñar, volar, reír y llorar, ser libres y críticos; transformarnos en caballeros, reyes, piratas, escritores, príncipes o mendigos… ¿Qué mejor modo de superar una crisis dando rienda suelta a la imaginación?

Más que nunca la animación a la lectura es necesaria e imprescindible en nuestros institutos. Y esta es una de las tareas prioritarias que vamos a llevar a cabo desde nuestra biblioteca. 

Hemos adquirido nuevos títulos (literatura juvenil y clásica, novela gráfica, poesía…) para mostrar al alumnado que dentro de cada historia y de cada verso se esconde un personaje, una autora o un poeta que puede ayudarle a tomar una decisión, descubrir una pasión o superar una situación, una situación de pandemia como en la que nos hallamos ahora. El diario de Miguel de José Luis Ferrys, Mecanoscrito del segundo origen de Manuel de Pedrolo, Invisible de Eloy Moreno, El diario del búnker, de Kevin Brooks o El rostro de la sombra de Alfredo Gómez Cedrá son las nuevas obras, entre otras, que pasearán por nuestras aulas de Secundaria y Bachillerato para hablar de fantasía y ataques alienígenas, de acoso escolar, de jóvenes secuestrados, de ética y responsabilidad, de Miguel Hernández…

En plena pandemia, abramos paso a los libros. Dejémoslos desfilar a su antojo para exhibirse. Si el pasado confinamiento no fue un obstáculo para celebrar nuestro Día del Libro (lo hicimos con dos iniciativas: La portada del libro de mi vida y El personaje que llevo dentro), tampoco esta situación alarmante va a detener la labor de las bibliotecas escolares a lo largo del curso.

Día del libro

Ahora solamente nos queda aprovechar los recursos de los que disponemos en los centros e inventar y crear y elaborar propuestas de animación a la lectura con nuevas ideas o utilizar otras anteriores que no pongan en peligro nuestra salud.

La Biblioteca del IES San Severiano no permitirá que nuestro alumnado se prive del placer de la lectura. Vamos a crear un nuevo canal de BookTubers para publicarlo en nuestro blog, a representar nuestro “pasaclases” del “Don Juan Tenorio”, a proponer un club de lectura virtual con padres y madres, a ofrecer un servicio de consulta y préstamo on line, a apostar por la ortografía con nuestra II Olimpiada para los centros públicos de todo Cádiz, a realizar concursos para aquellos que demuestren una buena expresión escrita, concursos de relatos breves, microcuentos y caligramas, a jugar con textos literarios, a interpretarlos, recitarlos y dramatizarlos y a colaborar con otro proyectos como el programa ComunicA, que se ocupará del acercamiento a los clásicos con actividades que implementarán el tratamiento habitual de este tipo de literatura.

La llave

Contamos con el apoyo de la Biblioteca Pública de Cádiz y el préstamo de lotes de libros que llevamos al aula. Este curso nuestro alumnado se deleitará con deliciosas, curiosas e interesantes historias como las narradas en El mar de Patricia García Rojo, La edad de la ira de Nando López, Manzanas rojas de Luis Matilla, Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea, de Annabel Pitcher, El diario de Dimas de Pepe Maestro y La llave de los misterios de Jesús Relinque. Creer que vives sobre sobre el agua, que debes investigar un asesinato, que descubres leyendas misteriosas de tu propia ciudad, que eres un joven judío al que impiden ver a su mejor amigo palestino, que puedes hablar con los muertos… Imaginar e inventar es el mejor antídoto para luchar contra el miedo, la inseguridad y la incertidumbre que invaden nuestros institutos. Usemos las bibliotecas escolares para combatirlos.