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Mi biblioteca

Haciendo biblioteca. La Biblioteca "José Redondo" del IES Aricel

IES Aricel

La Biblioteca José Redondo no es una biblioteca, es todo un universo. Un rincón para formarse, pero también para transformarse.

 

 Haciendo biblioteca. La Biblioteca “Jose Redondo” del IES Aricel

Yolanda Peña Fernández. Responsable de la biblioteca del IES Aricel (Albolote, Granada)

 

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Ser responsable de biblioteca en este centro genera en mí sentimientos muy cambiantes. Por un lado, es emocionante y muy motivador  ser partícipe de algo tan vivo, a veces casi frenético: unas actividades llaman a otras, en un proceso constante de retroalimentación. Se afianzan las ya consagradas: el concurso de microrrelatos, las visitas de poetas, escritoras, filósofas, ilustradores, el concurso de marcapáginas, la feria del libro, la formación de usuarios, las efemérides, la presencia en las redes sociales... Se proyectan con ilusión  las nuevas: afinar las funciones del flamante equipo de alumnado colaborador, los desayunos literarios con familias, la cooperación interbibliotecaria con el intercambio de lotes de lecturas, Instagram para la biblioteca, la ampliación de las secciones del blog que den más visibilidad a las creaciones del alumnado... Y se hace autocrítica por las que quedan pendientes: incidir en la competencia informacional, el club de lectura, la cooperación con las familias...

Por otro lado, confieso que a veces me he sorprendido fantaseando con el tiempo del que disponía antes de ser responsable, para preparar clases, leer, corregir y para el ocio, incluso. Sarna con gusto no pica, dicen, y yo siempre había pensado, como Borges, que el paraíso debería ser algo parecido a una biblioteca, así que, en un segundo desaparece esa nube negra y me veo de nuevo, con todo el equipo de apoyo, diciendo que sí a otro proyecto, a otra actividad.

Y es que, además, no podemos decir, por suerte, que en este centro seamos "la resistencia", aludiendo al término que usaba José García Guerrero en un artículo sobre las campañas de visibilidad de las bibliotecas escolares. No, aquí encontramos apoyo y reconocimiento, por parte de la directiva y de la comunidad educativa, y una gran respuesta e implicación por parte del alumnado, terreno este que, cuando yo llegué, ya estaba más que abonado por mi antecesora, Susana, de la que sigo aprendiendo día a día y con la que, por suerte, seguimos contando en el equipo de apoyo.

Aun así, si queremos que las bibliotecas se erijan en auténticos ejes que contribuyan a la mejora del programa educativo y en compensadoras de desigualdades, seguiremos necesitando además el apoyo de la administración, con una regulación más precisa de horarios y funciones, que no haga depender dicho objetivo de la buena voluntad de los integrantes del equipo y de las posibilidades de los equipos directivos.

Esta preciosa tarea bien merece esa lucha.

En nuestro caso la implicación del equipo directivo es grande y así ve la importancia de la biblioteca en el centro nuestro director, Antonio Luis Ortega:

Como el corazón que alimenta al cuerpo, así es la Biblioteca del Aricel: La Biblioteca “Jose Redondo”. Ya su nombre evoca a quien también fuera corazón de nuestro Centro y cuya estampa, entre otros insignes como Allen, Sabina o Lorca, encontramos nada más abrir la puerta de ese mundo donde se respira paz, bienestar, quietud, inteligencia.

Rincón de serenidad donde un elenco de profesores y profesoras con su alumnado colaborador atienden, cuidan y fomentan la cultura y la igualdad, porque aquellos que carecen de recursos, aquí los encuentran.

Rincón para formarse pero también para transformarse. Aquí eres estudiante, eres lector, tertuliano, cuentacuentos. Te conviertes en ilustrador de la mano de Rafael Salmerón o cantas un fandango junto a la voz de Juan Pinilla; te adentras en el maravilloso mundo de los cristales con el Profesor García Ruiz, viajas a través del Globo oyendo la multitud de lenguas de nuestro alumnado, haces versos con García Montero o te comes un pionono leyendo un cuento con tus padres.

No es una Biblioteca, es todo un Universo.

Aricel1 (aricel1.jpg)


Carmen López Estévez,  alumna de 4º de ESO valora este espacio desde la perspectiva de una integrante del equipo de alumnas y alumnos colaboradores:

La biblioteca ha sido desde siempre un espacio muy importante para nuestro instituto. Desde que llegamos a primero, vemos la biblioteca como si solo fuera un lugar donde coger los libros obligatorios, pero conforme hemos ido creciendo, la biblioteca se ha convertido en algo muy importante para nuestro día a día.

Casi todo el alumnado se ha implicado en alguna actividad que tenga que ver con ella como, por ejemplo, la lectura de microrrelatos, una de mis favoritas. No todo el mundo puede disfrutar de una agradable lectura con música en directo. 

Aricel 2 (aricel2.JPG)
 

Una de las primeras actividades en las que participé de la biblioteca fue cuando vino la autora española Ana Alcolea. Recuerdo que su libro fue el primer ejemplar que he tenido firmado.

No hablemos del equipo de colaboradoras y colaboradores, en el  que hay alumnado de todos los niveles, desde los cursos más pequeños a los más grandes.

Y con todas estas y muchas más cosas, la biblioteca se convierte en algo muy especial en el paso por el instituto, desde quienes van regularmente hasta quienes vienen en casos más puntuales. ¿Qué habría pasado si no contáramos con la suerte de tener nuestra fantástica biblioteca o si en algún momento desapareciera? Estoy segura de que toda persona que haya pasado por allí alguna vez, sentiría que le falta algo. Es una pieza irremplazable en nuestro instituto.

Margarita Ramírez Reyes, madre de una alumna de 1º de Bachillerato opina sobre cómo la biblioteca se expande hacia el exterior a través de su blog y de las redes sociales:

Como madre de una alumna del Instituto Aricel de Albolote, me gustaría resaltar algunos aspectos de la Biblioteca del centro que, a mi criterio, caben destacar.

No voy a insistir sobre la importancia de las bibliotecas escolares y de su necesaria e imprescindible integración en la labor docente y de aprendizaje en toda comunidad educativa. Me voy a centrar en la utilización por parte de la biblioteca de las redes sociales como vehículo de promoción de sus recursos y de la lectura.

Es indiscutible que la biblioteca no puede vivir a espaldas de las nuevas tecnologías de la información y  considero que es un acierto por parte de nuestra biblioteca utilizarlas para difundir sus actividades y por ende, fomentar la lectura y la cultura.

Leo con regularidad el blog de la biblioteca “Para  leerte mejor”  y no solo me gusta su  diseño minimalista sino la variedad de los contenidos que ofrece. Este mes, por ejemplo, la poesía Mars de Alfred de Musset, ilustrada con la imagen de un cuadro de Monet, es un auténtico placer para y en todos los sentidos. Ni qué hablar de la publicación de novedades de libros, del concurso de microrrelatos, de las reseñas de libros, etc. Realmente, es un blog completísimo y una herramienta indispensable para transmitir al alumnado el valor de los libros, de la literatura, de la cultura.

¡Si todo ello, se complementa con las redes como Facebook o Twitter, miel sobre hojuelas! La accesibilidad y la inmediatez es un valor añadido.

Considero que si los padres nos interesamos y seguimos estas actividades en las redes e  interactuamos en ellas, estaremos lanzando el mensaje más o menos explícito a nuestros hijos. Al ser ellos los principales consumidores de estos productos los estaremos motivando y sin duda podrán imitarnos.

Mi más sincera enhorabuena por la labor desarrollada por las “profes-bibliotecarias” del Aricel por esta encomiable tarea.  Solo les pido una cosa: ¡no dejéis de hacerlo!

Aricel 5 (aricel5.jpg)


La profesora Asun Fernádez Corral, Profesora de Pedagogía Terapéutica, del Departamento de Orientación, profundiza sobre la importancia de las bibliotecas como aglutinadoras de valores fundamentales para una educación integral e inclusiva:

Caleidoscopio de la biblioteca: desde la etimología griega de la palabra caleidoscopio como observación de una imagen bella, esta es mi visión y mi decir subjetivo al respecto.

La biblioteca como un lugar acogedor de materiales de distintos saberes, de diferentes actividades, de encuentros, de refugio ante las inclemencias atmosféricas y sociales que el recreo a veces ofrece para el alumnado, del gusto por la lectura, del esfuerzo de unos pocos por querer apurar un último repaso ante el inmediato examen, de las dudas e incertidumbres sobre la elección de un libro que han de leer, del deseo de estar allí por un motivo conocido o no por cada cual.

La biblioteca como el espacio más apto y cálido visualmente para conferencias, charlas y reuniones con todos los sectores educativos.

La biblioteca como icono con nombre propio: “Jose Redondo”  símbolo  de un verdadero MAESTRO de vida y ejemplo humanista.

La biblioteca como invención en su concepto vital desde el deseo y el amor como flujo, la generosidad, la voluntad y la constancia en el trabajo sin horario ni sueldo, donde hay que resaltar junto a un equipo  de colaboración del profesorado dos nombres propios: Susana y Yolanda como fuertes pilares base de ilusión y construcción.

La  biblioteca como un verdadero taller de aprendices en prácticas voluntarias de colaboración, donde un grupo de chicas y chicos de todos los cursos, se enriquecen en ese aprendizaje sobre la organización de una biblioteca y brindan su ayuda a otros iguales que acuden allí. Una muestra de aprendizaje cooperativo donde prima lo colectivo frente al individualismo.

La biblioteca como impulso y vehículo de creación a través de lo más genuinamente humano, que no es otra cosa sino que la palabra como primordial representación simbólica, en el concurso de microrrelatos mensuales. Quiero detenerme y aplaudir especialmente esta imagen por ser la más singularmente inclusiva, dando cabida a todo el alumnado del Centro y que afortunadamente escapa a las premisas del sistema educativo cada vez más normativizado y neoliberal: está destinado a todos pero no con carácter obligatorio, no está programado y sí organizado, no tiene evaluación y sí reconocimiento, es un acto creativo singular y no una reproducción. Convoca su lectura, puesta en escena y escucha cada mes el deseo particular de asistencia de muchas personas, dando a conocer un pellizco de literatura con esa evocación de ágora como centro cultural y de teatro griego como escenificación e identificación con algo que nos atrapa, retumba y deja un eco particular interior de algo visto o escuchado allí, en la integración de literatura, música e ilustraciones plásticas.

La biblioteca como un museo de memoria histórica con sus puertas abiertas al exterior en la red, sin muros, ni fronteras, invitando a quien tenga la curiosidad de visitarlo virtualmente en el blog y saber en diferido algo de lo allí vivido.

La biblioteca como un intento de lupa existencial, resaltando y reuniendo algunos títulos en un catálogo estacional muy selecto para que despliegue sus alas y vuele a todas partes. Quizás algún libro de ellos se pose en ti y ojalá lo anides.

Si tuviera que escoger una palabra con la que significar lo que es para mí la biblioteca, elegiría esta con su sentido helénico y lacaniano: AGALMA.


Como podéis comprobar después de estas lecturas, el esfuerzo de este equipo merece la pena.

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