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Opinión

Una mirada al futuro del PLC

Una mirada al futuro del PLC
Una mirada al futuro del PLC.
Cinco ejes clave para implementar y estabilizar un Proyecto Lingüístico de Centro 
 
Santiago Fabregat Barrios. Coordinador Pedagógico del Programa PLC. Consejería de Educación. Junta de Andalucía.
Didáctica de la Lengua y la Literatura. Universidad de Jaén
 
Los cambios en Educación guardan cierto paralelismo con los que tienen lugar en el ámbito evolutivo: se producen de forma lenta, se asientan con el paso del tiempo y son consecuencia de la tensión que se genera entre distintas fuerzas internas, las que promueven las novedades y las que, por distintas razones, se resisten a la innovación. Se trata de un hecho que hemos podido constatar en el terreno específico de las bibliotecas escolares, en el que se han necesitado más de diez años de trabajo e implicación por parte de la Comunidad Educativa para que seamos capaces de percibir cambios muy relevantes, que son una realidad hoy en los centros de Educación Infantil- Primaria y Educación Secundaria de Andalucía.
 
El caso del Proyecto Lingüístico de Centro (PLC) es, en cierto modo, similar, pues se trata de un proyecto de carácter nuclear, que se desarrolla en el seno del aula y que no solo se plantea como objetivo la mejora de la competencia comunicativa del alumnado, sino que, además, a través de una concepción del aprendizaje de orientación interactivista, tiene como meta que los chicos y chicas aprendan más y mejor en las distintas áreas y materias. En este sentido, no basta con arrancar un Proyecto Lingüístico en un centro para percibir de forma inmediata sus resultados, sino que es necesario perseverar en el proyecto, concederle su tiempo y sus espacios y tratar de identificar los elementos clave que posibilitan que el PLC se convierta en una de las señas de identidad de una determinada institución educativa. Precisamente, estas líneas que ahora siguen, pretenden esbozar un primer acercamiento a esos ejes clave que permiten implementar y estabilizar un Proyecto Lingüístico de Centro.
 
1. El concepto de PLC: una identidad propia


Para abordar aunque sea de manera somera esta reflexión, conviene comenzar con una revisión del concepto de PLC. Es justo decir que no estamos ante una noción nueva, al menos en origen, ya que, en nuestro país, encontramos referencias y trabajos centrados en el Proyecto Lingüístico de Centro, desde mediados de la última década del pasado siglo (Pérez Recarey y Serna, 1997 y Ferrer, 1997, Serra, 1996 y Ruiz Bikandi, 1997).

Sin embargo, sí resulta novedosa y mucho más vasta la dimensión que el PLC ha alcanzado en los últimos años en distintas comunidades autónomas españolas y, de forma muy particular, en Andalucía. Y es que un proyecto que tuvo su origen en los procesos normalizadores que se emprendieron hace veinte años en las autonomías con dos lenguas cooficiales, se ha ampliado hoy día, de forma particular en el caso del PLC andaluz, para convertirse en un espacio de coordinación de todas aquellas actuaciones que promueven el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística en un centro (González Riaño, 2004, Gómez y Arcos, 2007, Maeso, 2010, Trujillo, 2010 y 2015, Fabregat y Gómez, 2011, Fabregat, 2011, Calvillo, 2012, Fabregat y Torres, 2015 y Fabregat, 2016).

En este sentido, podemos afirmar que el PLC andaluz ha sido capaz de generar unas señas de identidad propias, que se concretan en tres objetivos:

a) Establecer medidas educativas para promover el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística (L1, L2, L3), por parte del alumnado, sin renunciar a la vertiente normalizadora y a la atención específica de la diversidad lingüística.

b)  Contribuir mediante la mejora del eje comunicativo y cooperativo a la consecución de los aprendizajes en las distintas áreas y materias.

c)  Orientar al profesorado y poner a su disposición recursos y propuestas metodológicas consensuadas que permitan a los profesionales la mejora de las habilidades de comunicación desde todas las áreas curriculares.

Conforme a estos objetivos, el PLC es un proyecto destinado a todas las etapas —Infantil, Primaria, Secundaria, incluidas la Formación Profesional y la Enseñanza de Adultos—, tanto para aquellos centros que imparten enseñanzas bilingües, como para los que aún no poseen esa articulación curricular, un plan de actuación caracterizado por tres coordenadas básicas: estabilidad y universalidad, carácter abierto y orientación competencial, ya que pone el foco en el desarrollo de las capacidades del alumnado y lo hace protagonista de sus avances y de sus logros.

 
El trabajo en equipo y la escritura en el aula
El trabajo en equipo y la escritura en el aula son dos prácticas nucleares en un Proyecto Lingüístico de Centro.

Resulta evidente que para que un centro se embarque en un proyecto de las dimensiones de un PLC ha de percibir sus ventajas y sentirlo como una necesidad. Así, en lo que respecta a los ámbitos de mejora que aporta un Proyecto Lingüístico estable, podemos determinar tres grandes espacios: centro y comunidad educativa en su conjunto, al hacer del PLC una de las señas de identidad de la institución y posibilitar el establecimiento de líneas metodológicas claras en relación al tratamiento de la CCL; profesorado, pues el PLC impulsa el trabajo en equipo y facilita la suma de esfuerzos y la búsqueda de objetivos compartidos; y, fundamentalmente, alumnado, ya que el Proyecto Lingüístico de Centro fortalece la conciencia de los chicos y las chicas en lo que respecta a la importancia de la comunicación en el mundo actual, desarrolla sus capacidades a la hora de expresarse oralmente y por escrito y mejora sus competencias en lo que se refiere a la interacción social, al aprendizaje autónomo, al tratamiento de la información, a la iniciativa personal, al uso de las TIC y a la propia interacción con el medio.
 
El desarrollo de la lengua oral y el papel de protagonismo de nuestro alumnado
El desarrollo de la lengua oral y el papel de protagonismo de nuestro alumnado: otra de las claves.
 
Todo este potencial se plasma a través del desarrollo de grandes líneas de trabajo, que conviene abordar de manera gradual e integrada, y que confieren al PLC el carácter de proyecto inclusivo, de paraguas, si se quiere, debajo del cual se integran buena parte de las actuaciones didácticas de carácter transformador que tienen lugar en el centro. 
 
Líneas de trabajo de un PLC
Líneas de trabajo de un Proyecto Lingüístico de Centro.
 
2. El Programa Proyecto Lingüístico de Centro


Con el fin de apoyar y de responder a las inquietudes de muchos centros educativos andaluces y acompañarlos en su camino hacia el PLC, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía creó en el curso 2013-2014 el Programa Proyecto Lingüístico de Centro.

Este programa se inició con dos años de pilotaje en los que los colegios e institutos participantes fueron propuestos por los Centros del Profesorado (CEP) pertenecientes a la Red Andaluza de Formación, una experiencia muy enriquecedora que proporcionó datos y evidencias que contribuyeron a articular el programa PLC a través de una propuesta desarrollada a lo largo de tres cursos escolares completos, con el apoyo de materiales y recursos propios y de un Equipo de Coordinación Pedagógica (EPC), que trabaja de forma coordinada con las asesorías lingüísticas y de referencia de los CEP.

Así, durante el curso 2015-2016 fueron 276 los centros inscritos en el programa, 268 en el curso 2016-2017, unos datos que implican la participación de miles de docentes, de alumnas y de alumnos en esta tarea compartida de mejora de las habilidades comunicativas.

Desde el presente curso escolar 2017-2018, el PLC se encuentra enmarcado en el Programa para el desarrollo de la Competencia en Comunicación Lingüística: leer, escuchar, hablar y escribir para la vida, como programa educativo de nivel 1 (P1), junto a ComunicA, programa educativo de nivel 2 (P2), que conecta directamente con PLC a través de sus líneas básicas de actuación (oralidad, lectura-escritura funcional, lectura-escritura creativa y alfabetización audiovisual).

Será precisamente durante este curso 2017-2018 cuando un número muy significativo de centros complete sus tres años de permanencia en el programa bajo su modelo actual, tras las dos anteriores promociones de centros que iniciaron su andadura en PLC durante el periodo de pilotaje. Estamos, por tanto, ante un momento crucial para reflexionar acerca de las claves que pueden contribuir a estabilizar y a implementar un proyecto lingüístico en un centro más allá de sus tres años de permanencia en el programa, una mirada, en definitiva, al futuro del PLC.

3. Cinco ejes clave para implementar y estabilizar un PLC

Decíamos al comienzo de estas líneas que los cambios en Educación se producen de manera lenta y gradual y que el Proyecto Lingüístico de Centro no es ajeno a esta consideración. Después de elaborar un proyecto mínimo viable, de ampliarlo y de darle consistencia a través de un plan de actuación bien definido, un centro se encuentra en disposición de aprobar su PLC y de incluirlo en su Proyecto Educativo. Este momento, lejos de constituir una meta es, en realidad, un nuevo punto de partida, pues supone un reto renovado: el de estabilizar el proyecto y lograr que este se asiente plenamente en la vida del centro.

En la consecución de este reto al que acabamos de aludir intervienen distintos ejes, que interactúan entre sí, y pueden explicar, en buena medida, el éxito o el fracaso del proyecto.


    a. Evaluación del Proyecto

El primero de estos ejes es el referido a la evaluación del Proyecto Lingüístico, una función que compete a distintos agentes y, de forma muy particular, a la Comisión del PLC del centro. En este sentido, tal como señala Calvillo (2015), destacan cuatro focos distintos a la hora de evaluar un PLC: valoración de las actividades realizadas (líneas PLC), revisión general de la organización del proyecto, valoración global del proceso llevado a cabo y propuestas de mejora futura.

Se trata, lógicamente, de un asunto complejo que debe tener como orientación fundamental el fortalecimiento de las líneas y actuaciones centrales del PLC: plan de lectura intensiva y extensiva, plan de trabajo de la oralidad, pautas de trabajo de la escritura, géneros orales y escritos que se abordarán en el centro y fundamentos metodológicos compartidos por el profesorado.

Evaluar un PLC

Ocho preguntas sencillas para evaluar el PLC.

Se trata de identificar ámbitos de mejora y de abordarlos a partir de propuestas concretas, asumibles y transformadoras, que se perciban como posibles por parte del profesorado implicado en el proyecto.


    b. Formación del profesorado

Hoy sabemos de forma constatable que la formación del profesorado, entendida como proceso, es una de las claves imprescindibles para el éxito de un PLC. Conocemos, asimismo, que la formación no debe focalizarse en exclusiva en una sola persona del claustro, normalmente el coordinador o la coordinadora del proyecto, sino que debe dirigirse a todo un equipo de trabajo, avalado por el impulso imprescindible del Equipo Directivo. En este sentido, podemos identificar tres tipos de actuaciones claves para la formación en PLC:

Actuaciones formativas

Actuaciones clave para la formación en PLC

Estas actuaciones pueden abordarse desde distintas modalidades formativas, entre las que destaca la formación en centros, ya que permite combinar los apoyos externos con los internos, crea una comunidad profesional de aprendizaje y favorece al ánimo profesional en torno al PLC.

Se trata de actuaciones que han de complementarse con un Plan de Acogida del Profesorado de Nueva Incorporación para aquellos centros que ya han incluido el PLC en su Proyecto Educativo. Su desarrollo tiene lugar a comienzos de curso, propiciado por el Equipo Directivo y conducido por agentes internos, en este caso, profesorado con experiencia en el proyecto.

La formación del profesorado

La formación del Profesorado resulta imprescindible a la hora de estabilizar un Proyecto Lingüístico de Centro.


c. Innovación metodológica

El PLC es fundamentalmente un proyecto de aula, cuyo principal objetivo es incidir de forma directa en el desarrollo competencial del alumnado de un centro. Por esta razón, un Proyecto Lingüístico de Centro que pretenda estabilizarse y crecer ha de apoyarse necesariamente en metodologías innovadoras compartidas por el centro, entre ellas, el aprendizaje cooperativo, la puesta en marcha de proyectos y de tareas o la integración efectiva de las TIC en la práctica docente.

Estos y otros enfoques metodológicos presentan una serie de coordenadas comunes, entre ellas, el protagonismo concedido al estudiante, la relevancia del eje comunicativo, la importancia de la cooperación y el trabajo en equipo, el desarrollo del espíritu crítico y la relevancia que se otorga a la creatividad y a la iniciativa personales.


d. Transformación de las prácticas de aula

Una consecuencia de la formación del profesorado y de la innovación metodológica ha de ser la transformación de las prácticas de clase. En este sentido, el PLC se ha de apoyar en una concepción interactivista de la educación, que potencie el uso de la conversación en el aula como modo de construcción del conocimiento.

En esta línea, el PLC, adaptado a las características de cada centro, ha de ocupar su espacio diario en el aula y no limitarse a lo complementario, a lo extraescolar o a la celebración de determinadas efemérides. No conviene perder de vista que es necesario hablar, escuchar, leer y escribir en todas las áreas curriculares y que el PLC no solo se fija como objetivo la mejora de las habilidades comunicativas, sino también aprender  más y mejor en todas las áreas del currículo.

Esto pasa necesariamente por potenciar las habilidades de producción del alumnado, es decir, hablar y escribir, y por impulsar pequeños cambios que generen grandes transformaciones, muchas veces a partir de recursos y de prácticas tradicionales, empleados ahora de forma más competencial y creativa. Valga el ejemplo del tradicional guion de lectura escrito para reseñar una lectura voluntaria, transformado en un centro PLC en una exposición oral con apoyo de las TIC: menos copia, más creatividad, creación de una comunidad de lectores, crecimiento personal, más participación y mayor protagonismo del alumnado. Estaríamos hablando de otra forma de evaluar el PLC, en este caso, se trataría de observar el contraste entre las viejas y las nuevas prácticas de aula.

El papel de máximo protagonismo corresponde al alumnado

En un PLC el papel de máximo protagonismo corresponde siempre al alumnado.


e. Programación de actuaciones

Para concluir, un PLC estable ha de contar necesariamente con un plan de actuación anual bien estructurado. Hoy sabemos que la mejor manera de articularlo es que el PLC se vea reflejado en todas las programaciones didácticas del centro que forman parte de su Proyecto Educativo.

De este modo, las programaciones de un centro PLC han de recoger acuerdos relacionados con la oralidad (hablar, escuchar, géneros orales que se trabajarán), con la escritura (géneros discursivos escritos), la lectura (intensiva y extensiva) y la interacción (normas de conversación en el aula), y establecer sus correspondientes mecanismos de evaluación.

***

No se trata de un camino rápido ni sencillo, pues la transformación a la que se aspira con un PLC dista mucho de resultar superficial. Démonos, pues, el tiempo y los espacios necesarios para que todo proyecto de centro sea capaz de producir sus frutos.

Referencias


Calvillo, M. (2012). Programas de intervención en lectura: el proyecto lingüístico de centro. En Libro abierto, 46.

Calvillo, M. (2015). Autoevaluación del proyecto lingüístico de centro: una sesión en Málaga. [Entrada de blog] El blog de Miguel Calvillo. Disponible en: http://elblogdemiguelcalvillo.blogspot.com.es/2015/05/autoevaluacion-del-proyecto-linguistico.html [Consultado el 20/10/2017)].

Fabregat, S. (2011). La elaboración del proyecto lingüístico de centro: una experiencia formativa compartida En Núñez, Mª P. y Rienda, J. La investigación en Didáctica de la Lengua y la Literatura: situación actual y perspectivas de futuro. Madrid: SEDLL, 2061-2074.

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Ferrer, M. (1997). La elaboración del proyecto lingüístico de centro desde infantil a secundaria. En Textos de didáctica de la lengua y la literatura, nº 13, 57-65.

Gómez, A. y D. Arcos (2007). Plan de mejora de la competencia lingüística. Elaboración del proyecto lingüístico de centro. En Avances en supervisión educativa. Revista de la Asociación de Inspectores de Educación de España, nº 7, 1-16.

González Riaño, X. (2004). El proyecto Lingüístico de Centro: Un instrumento de planificación del plurilingüismo educativo. Las lenguas en la escuela. Huguet, A. J. L. Navarro (coord.), 81-92.

Maeso, Mª (coord.) (2010). Proyecto lingüístico de Centro. Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa, Consejería de Educación, Junta de Andalucía.

Pérez Recarey, C. y M. Serna (1997). El proyecto lingüístico en centros escolares gallegos. De la diglosia al bilingüismo. En Textos de Didáctica de la Lengua y de la Literatura, nº 13. 25-35.

Ruiz Bikandi, U. (1997). Decisiones necesarias para la elaboración del proyecto lingüístico de centro. En Textos de didáctica de la lengua y la literatura, 9-24.

Serra, J. M. (1996): Algunos elementos para la reflexión sobre la elaboración del Proyecto Lingüístico de Centro. En La enseñanza precoz de una segunda lengua en la escuela. XIX Seminario Internacional sobre "Lengua y Educación" (1994), Siguan Soler, M. (coord.), 78-88.

Trujillo, F. (2010). La competencia en comunicación lingüística como proyecto de centro: retos, posibilidades y ejemplificaciones. En Lenguaje y textos, 32, 25-40.

Trujillo, F. (2015). Un abordaje global de la competencia lingüística. En Cuadernos de Pedagogía, 458, 10-13.

 

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