3.1.-El jaque andaluz a la educación innovadora

 

 

Leontxo García es presentador, comentarista y periodista especializado en ajedrez. Anteriormente fue jugador. Con 19 años se convirtió en campeón absoluto de Guipúzcoa y seis años más tarde consiguió el título de Maestro FIDE. En 1983 el Diario Deia le propuso  ser enviado especial en los duelos Kaspárov-Korchnói y Smyslov-Ribli en Londres. A partir de ese momento se centró en su carrera como periodista y posteriormente dejó las competiciones de ajedrez. Ha trabajado en diversos medios de comunicación: Agencia EFE, Cadena SER, El País...Actualmente tiene una columna diaria en este periódico.

 

Leontxo García

El ajedrez educativo ha sido incluido por segunda vez consecutiva en el ICOT, el congreso (trienal) más importante del mundo sobre educación y pensamiento, que acaba de celebrarse en Miami. Por otro lado, España se ha convertido en la vanguardia mundial de las aplicaciones educativas, sociales y terapéuticas del ajedrez. Y el proyecto aulaDjaque, promovido por la Junta de Andalucía, ha nacido este curso con tal potencia que puede convertirse en una gran referencia internacional si se cuida como merece.

A esta edición del ICOT fuimos invitados cuatro ponentes de ajedrez educativo, lo que sin duda indica que los grandes gurús de Harvard (promotores del congreso desde 1982), están convencidos de su importante contribución a la educación innovadora. Nuestra tarea consistió en explicar cómo puede utilizarse el ajedrez de manera transversal (por ejemplo, en educación emocional), e interdisciplinar (en clase de Matemáticas, Lengua, Historia, Educación Física, idioma extranjero, etc.). Y algo muy significativo: los cuatro somos de habla hispana (la colombiana Adriana Salazar, la española Lorena García, el estadounidense Fernando Moreno y el arriba firmante).

España es el país que más está aplicando la recomendación del Parlamento Europeo en 2012, con 415 eurodiputados a favor, de introducir el programa Ajedrez en la Escuela en los colegios de los estados miembros de la UE. “Un juego accesible para los niños de cualquier grupo social, podría mejorar la cohesión social y contribuir a los objetivos políticos, tales como la integración social, la lucha contra la discriminación, la reducción de las tasas de delincuencia e incluso la lucha contra diferentes adicciones”, dice la declaración oficial. Y añade: “Sea cual sea la edad del niño, el ajedrez puede mejorar su concentración, paciencia y persistencia, y puede ayudarle a desarrollar el sentido de la creatividad, la intuición, la memoria y las competencias, tanto analíticas como de toma de decisiones; el ajedrez enseña asimismo valores tales como la determinación, la motivación y la deportividad”.

 

Foto de Adriana Salazar (Leontxo 2_Revista_foto_de_Adriana_Salazar.JPG)

 

Tres años después, el 11 de febrero de 2015, ocurrió algo que podemos calificar de milagro: todos los partidos políticos españoles se pusieron de acuerdo en algo; concretamente, en recomendar la introducción del ajedrez como herramienta educativa en horario lectivo. Ya son seis las Comunidades Autónomas cuyos Gobiernos o Parlamentos han tomado decisiones similares: Cataluña (2012), Galicia (2015), Aragón (desde 2015 con fuerza, aunque el programa comenzó en 2007), Canarias (2017), Andalucía (2017) y Navarra (2017); y es muy probable que este mismo año se sume alguna más. Por otra parte, Extremadura se ha convertido desde hace años en el primer referente mundial sobre aplicaciones sociales y terapéuticas del ajedrez (TDAH, autismo, Ásperger, altas capacidades, retraso del envejecimiento y Alzheimer, desempleados, indigentes, cárceles y reformatorios, rehabilitación de drogadictos, etc.).

La experiencia más sólida hasta ahora es sin duda la de Cataluña: unos 500 colegios y un 85% de satisfacción entre los docentes implicados tras seis años de experiencia. Se han realizado dos estudios científicos paralelos, diseñados por la Universidad de Girona, cuyos resultados coinciden mucho con los de otros en Alemania y Dinamarca: el alumnado de ajedrez educativo desarrolla más su inteligencia que los del grupo control en múltiples parámetros (incluida, y esto es muy importante, la emocional); y obtiene mejores resultados académicos en general, sobre todo en matemáticas y comprensión lectora.

Sin embargo, la respuesta a la convocatoria de la Junta el pasado verano indica que Andalucía tiene un potencial enorme para convertirse también, como Cataluña, en una referencia mundial. Lo normal hubiera sido comenzar con una pequeña experiencia piloto, pero la realidad es mucho mayor: cerca de 500 colegios, más de 5.000 docentes y unos cien mil alumnos implicados nada más empezar. Y conviene tener muy en cuenta que no se parte desde cero: hace muchos años que diversos grupos de monitores andaluces muy entusiastas y con gran capacidad de trabajo vienen impartiendo ajedrez, casi siempre en horario extraescolar, en cientos de escuelas. Y no debemos olvidar que los legendarios torneos de Linares y Dos Hermanas, así como el histórico duelo Kaspárov-Kárpov en el Mundial de Sevilla 1987 (13 millones de espectadores siguieron la retransmisión en directo de la última partida por TVE) crearon un caldo de cultivo muy favorable.

 

Leontxo ICOT volteada (Leontxo ICOT volteada.jpg)

 

Esos monitores merecen un reconocimiento especial por su pasión y tenacidad, a pesar de la precariedad de sus honorarios y de lo mucho que les ha costado persuadir a los directores de los centros. Ahora se avecinan buenos tiempos para ellos a medio plazo: si la introducción en horario lectivo se convierte en masiva, cerca del 100% de los niños andaluces estarán alfabetizados en ajedrez; bastará con que el 5% quiera competir para que se dispare el número de alumnos en las clases extraescolares, clubes y federaciones. Y es lógico pensar que la mayoría del 95% restante guardarán un grato recuerdo del ajedrez cuando sean adultos y ocupen puestos influyentes en la sociedad. Ello hará mucho menos difícil lograr patrocinios y cobertura de prensa, y podrá convertir a Andalucía en una potencia del ajedrez mundial.

Escribo estos párrafos después de participar en las jornadas de ajedrez educativo que acaban de celebrarse en Alcalá La Real (Jaén) y La Línea de la Concepción (Cádiz). En ambos certámenes he conocido personalmente a muchos docentes y monitores andaluces ya implicados en aulaDjaque o dispuestos a involucrarse si, como me dio a entender la consejera de Educación, Sonia Gaya, en una conversación reciente, el proyecto continúa, y con mayor dotación presupuestaria, en el curso 2018-2019. También me consta, porque he compartido con él muchos seminarios y viajes de miles de kilómetros, que Manuel Azuaga y el resto del equipo de coordinación pedagógica son personas idóneas para desarrollar el programa; entre otras razones, porque a su experiencia docente Azuaga añade su formación como periodista, algo fundamental a la hora de difundir el proyecto entre la ciudadanía.

Los árabes trajeron el ajedrez a la Península Ibérica a través de Andalucía en el siglo VIII. En el XIII, el rey Alfonso X El Sabio lo definió como una magnífica herramienta para la buena convivencia de musulmanes, judíos y cristianos. En el XXI, la educación debería ser una prioridad absoluta en un país como España, donde las necesidades más básicas de la población (alimentación, techo y asistencia sanitaria) están aceptablemente cubiertas. El ajedrez tiene mucho que aportar a la educación innovadora. Y Andalucía es un territorio ideal para demostrarlo.