El cole en casa con La Banda: un proyecto educativo diferente

A finales del mes de marzo la educación pública andaluza estaba aparentemente paralizada, como cuando nos encontramos un hormiguero en el campo en un día de lluvia. Nos agachamos para observarlo más de cerca y echamos de menos esa frenética actividad de las hormigas en condiciones normales. El tráfico ordenado y bidireccional, el dinamismo, la cooperación… Si desconociéramos la lógica de la protección y el cuidado, todo nos indicaría que ese pequeño cono de tierra finamente procesada y la vida que intuimos en su interior están abandonados. La Covid19 estaba haciendo que pareciera que nuestras escuelas se habían transformado en hormigueros en días lluviosos. 

Sin embargo, un buen día, Óscar Quevedo (maestro de Educación Física en un centro con aulas multinivel), recibió una llamada telefónica. Recuerda que ”estaba con todos estos sentimientos a flor de piel, ya sabes, por el cole cerrado, por las noticias… Llevábamos dos semanas pegados al teléfono y al ordenador intentando adaptarnos a esta nueva situación. Desbordados, preocupados, con incertidumbre; intentando formarnos a la velocidad del rayo para dar respuesta a nuestro alumnado… Y de repente, un número desconocido apareció en la pantalla que tanto mirábamos a lo largo del día… esto me cambió la vida”. 

Pocos días después de ello —y de algunas llamadas telefónicas más, recibidas en otros domicilios de docentes andaluces—, el 1 de abril de 2020, a las 12:42, Ester Molina (maestra de Lengua Castellana, Literatura e Inglés), inauguró un documento compartido de trabajo que se titulaba “Banco de ideas del comité de sabios”. Estos “sabios” conformaban un equipo de maestros y maestras recién creado para realizar una curación de contenidos para el programa educativo que la Consejería de Educación y Deporte les había propuesto realizar conjuntamente con Canal Sur Televisión. Pero tras un par de videoconferencias, el trabajo de documentación dio un giro de 180 grados para convertirse en la formidable aventura de protagonizar en primera persona el citado programa. “El cole en casa con La Banda” acababa de nacer, y traía mucha ilusión y un reto de grandes dimensiones debajo del brazo. 

Sobre el contexto en el que tuvo lugar este nacimiento, poco hay que añadir a estas alturas de la onerosa historia de la Covid19. Escuelas cerradas. Familias, escolares, maestros, trabajadores… Toda la comunidad educativa encerrada en casa, contemplando la incertidumbre desde sus ventanas y pantallas. Todos los docentes haciéndonos las mismas preguntas... ¿Cómo íbamos a poder continuar hacia delante con la enseñanza? ¿Sería suficiente con echarnos por fin en brazos de las TIC? ¿Qué iba a pasar con todas esas familias y alumnado desfavorecido que no tuviera acceso a medios ni conexiones telemáticas?... No había tiempo para lamentarse porque el virus hubiera cogido desprevenido a la totalidad del sistema educativo andaluz y nacional. Audaces fortuna iuvat.

CREANDO, APRENDIENDO Y ENSEÑANDO EN REMOTO

El primer paso fue construir una estructura de soporte para poder secuenciar el trabajo del equipo. Evidentemente, los medios técnicos y las aplicaciones informáticas no servían de nada sin una buena estrategia, en el orden correcto. El por qué, el qué, el para qué y el cómo resultaban capitales, como siempre sucede cuando hablamos de educación. En este punto, la visión aportada desde la Dirección General de Formación del Profesorado e Innovación Educativa por Manuel Martín (Jefe del Servicio de Planes y Programas Educativos) y David Bracho (Técnico en el Servicio de Planes y Programas Educativos) fue esencial para posibilitar el andamiaje y la construcción de lo que iba a ser nuestro segundo colegio durante las siguientes semanas. Con un liderazgo y una lucidez compartida, los pilares del proceso y el producto seríamos los maestros, y así se nos transmitió desde el primer minuto. Sin la sustancia educativa, el maridaje de la escuela y la televisión no daría el resultado que todos buscábamos —basado en las tres “E” de las que hablaremos más adelante—, y además había más cuestiones importantes de las que ocuparse...

El reto de trabajar en remoto compaginando las tareas docentes de cada uno, la conciliación familiar, el enclaustramiento forzoso y las incertidumbres educativas y sociales (muy presentes durante los primeros compases de la crisis sanitaria), no parecían buenos compañeros de viaje para la rapidez de respuesta que demandaban las circunstancias. Ante la diversidad de los componentes problemáticos de la situación, se priorizó la organización pedagógica, caracterizada como nos recuerda Ester Molina, “por la secuenciación en torno a los diferentes ámbitos, todos ellos conexionados y cohesionados a lo largo de un mismo hilo conductor acordado en equipo, para que cada programa pudiese adoptar un cariz y sentido propio”. Posteriormente, se fueron abordando las dificultades técnicas a partir de los perfiles y habilidades de todas las personas involucradas en el aterrizaje efectivo del proyecto. Las fortalezas se pusieron al servicio de las debilidades con una lógica proactiva y constructiva, el alumnado se ubicó en el centro del proceso y entonces las dificultades comenzaron a transformarse en lo que verdaderamente son, esto es, oportunidades de mejora.

LA TELEVISIÓN EN EDUCACIÓN

El uso de la televisión con propósitos educativos en España cuenta con iniciativas que se remontan a la década de los sesenta, como la referenciada en 2003 por Jesús García Jiménez (Catedrático y Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid) y cuya comisión presidió como Jefe del Departamento de Programas Educativos y Culturales de TVE. El contexto de su experiencia era el de momentos de graves desigualdades sociales y educativas que movieron a las administraciones públicas relacionadas con la educación y las comunicaciones a desarrollar un ambicioso plan para crear la Televisión Escolar. Ya por aquel entonces, MacLuhan (1964) había definido la televisión como un medio "frío", ya que en él los consumidores se sen­tían partícipes, en contraposición a un medio «caliente» como la radio en el que, señalaba, se comportaban más bien como receptores pasivos. Por tanto, articulando de manera seria y meditada un diseño en el que escuela y televisión estuvieran conectadas, esta primera experiencia nacional a gran escala tuvo un interesantísimo recorrido que, desafortunadamente, se acabó malogrando al cuarto año de iniciarse, poniéndose de manifiesto en aquellos tiempos la complejidad del desarrollo de esta iniciativa a gran escala y, en palabras del propio Jesús García, la falta de visión de algún alto directivo de RTVE.

Los paralelismos entre la situación que hizo germinar la Televisión Escolar en los sesenta y la actual —que aquí en Andalucía ha venido a servir como desencadenante de la creación del programa de “El cole en casa con La Banda”—, no pueden pasarnos desapercibidos. La alerta sanitaria ha puesto de manifiesto las desigualdades sociales sistémicas en cuanto al acceso a dispositivos y redes virtuales. Ambos elementos son imprescindibles para que se pueda garantizar un desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje en remoto. Y al mismo tiempo, la alerta sanitaria nos ha recordado que dentro del universo de las tecnologías que posibilitan el acceso y el desarrollo de transferencias de información a distancia con objetivos educativos, puede que la televisión sea actualmente el medio más potencialmente inclusivo, por su disponibilidad prácticamente universal. 

En Andalucía hemos tenido experiencias previas en la realización de programas de televisión con tratamiento educativo y cultural, gracias al enfoque distintivo que Canal Sur TV siempre ha aplicado en su programación, y también al convenio marco que suscribió el 29 de junio de 1995 con la Consejería de Educación. Las motivaciones y algunos de los programas pioneros realizados en esta línea pueden consultarse en este artículo de Juan Mª Casado Salinas y Mª Dolores Ariza García en la Revista Comunicar (nº 6, La televisión en las aulas - Vol. 3 - 1996)

Sin embargo, las sinergias entre televisión y escuela presentan desencuentros como los destacados por José Ignacio Aguaded (Catedrático de Educación en Medios de Comunicación y de Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación, de la Universidad de Huelva) en su artículo “La educación en la televisión: hacia una necesaria integración” (2004):

“En definitiva, la televisión hasta ahora ha sido frecuentemente minusvalorada en el ámbito educativo, y no se han explorado las múltiples conexiones de estas dos esferas del saber contemporáneo que, en sincronía, podrían conseguir una síntesis global de enorme trascendencia en la formación de las nuevas generaciones.”

“Desde una vertiente sociocultural, se ha alegado de forma insistente los valores consumistas y la difusión de contenidos violentos del medio, cuestionando su valor didáctico. En el ámbito psicológico, en detrimento del valor educativo de la televisión, se ha acudido, entre otros razonamientos, a vincular la estrecha relación proporcional del uso del medio con los bajos niveles de inteligencia. Finalmente, desde una perspectiva didáctica, se ha asociado también el consumo del medio con el escaso rendimiento escolar.“

Por tanto, la posibilidad de diseñar una experiencia educativa que empleara la televisión como hilo transmisor, no se basaba sólo en confiar en las potencialidades del medio y centrarse en las peculiaridades de sus códigos. Tampoco en convertir un programa de televisión en una sucesión de clases magistrales concatenadas, sino en construir hombro con hombro entre distintos profesionales implicados en la educación y el trabajo en los medios de comunicación, un programa que recogiera lo mejor de la trayectoria andaluza en ambos universos, el educativo y el mediático. En este sentido, la colaboración de Pablo Miralles (Director del programa  “La Banda”, de Canal Sur TV) fue especialmente valiosa para conseguir esa fusión entre enseñanza y televisión, gracias a su amplia trayectoria profesional en medios de difusión.

LAS 3 E

En la búsqueda del equilibrio esencial para el desarrollo del proyecto, nos pareció muy oportuno basarnos en lo que llamaremos las 3 “E”: educación, emoción y equipo. Estas tres “E” representan los pilares básicos en los que los docentes del siglo XXI debemos centrar el proceso de enseñanza, la interacción con el alumnado y la cooperación entre todos los agentes implicados en el diseño y desarrollo de experiencias de aprendizaje memorables. En palabras de Óscar Quevedo: “Este grupo de docentes no podía seguir otras líneas. Vivimos en una sociedad que nos reclama formar individuos no sólo desde un punto de vista académico, sino a nivel competencial, siendo un proceso de aprendizaje para la vida. Es por ello que hemos pretendido transmitirlo, desde el minuto cero, a través de cada uno de los ámbitos que con tanta ilusión hemos preparado cada semana. Con propuestas abiertas, reales, cercanas, que se retroalimentaban y que se necesitaban las unas a las otras para transmitir lo que queríamos que llegara al alumnado”.

La construcción colectiva, el compromiso de acompañamiento y la generación de esa complicidad necesaria con las personas que estaban al otro lado de la pantalla nos parecieron también claves importantes desde el principio. No se trataba de diferenciarnos forzosamente de las iniciativas que se estaban desarrollando en otros canales televisivos, sino que se trataba de hacer lo correcto. Y lo correcto nos llevó a esta lógica de poner en el más alto valor la educación, la emoción y el trabajo en equipo.

Posteriormente, aparecieron en escena muchos otros matices interesantes y necesarios para el aterrizaje práctico de estas esencias. Los personajes, las narrativas, los elementos visuales, el ritmo, la síntesis, la interconexión, el humor, etc… También, de manera muy marcada, todos los elementos relacionados con la comunicación. Tener que cubrir una franja de edad tan amplia, atendiendo a la diversidad de nuestro alumnado, nos obligaba a buscar un equilibrio entre el mantenimiento de la atención de los más pequeños y el uso de un lenguaje que sedujera también a los más mayores, con guiños de profundización en los contenidos y con fórmulas que permitieran hacer a los personajes reconocibles y facilitar la identificación con ellos. Un lenguaje que, además, debía jugar con añadidos de carácter visual, con giros y cambios de registro. Utilizando frases cortas y directas. Integrando estrategias de pensamiento visual (Visual Thinking). Buscando, en definitiva, la cercanía y la complicidad. 

Si en las clases presenciales la conexión con el alumnado resulta determinante, en un medio como la televisión la necesidad de tender estos puentes cobraba una dimensión crucial. Con todo ello en mente, lo que en cualquier caso es seguro es que sin las tres “E”, vivenciadas también entre bambalinas a lo largo de todas estas semanas, no hubiera sido posible que “El cole en casa con La Banda” adquiriera progresivamente ese carácter especial que siempre tienen las iniciativas construidas con mucha cabeza, sí, pero sobre todo, con mucho corazón.

UN MÉTODO EN BETA PERMANENTE

Para llevar a cabo este motivante y enriquecedor proyecto, destinado a un alumnado diverso y plural, no podíamos dejar pasar la oportunidad de cargar la mochila de secuencias de trabajo y metodologías propias de las corrientes educativas actuales. Por lo que desde un principio, todos y cada uno de los participantes en este “claustro virtual” hemos seguido pautas de trabajo basadas en la motivación, cooperación e innovación.

Como apunta Ángel Domínguez (maestro de Inglés, Teacher Angel en el programa), “No ha sido fácil, cada maestro o maestra que nos hemos implicado en este enriquecedor proyecto, hemos tenido que orquestar y conciliar  trabajo, familia y, cómo no, la incertidumbre de la maldita pandemia”. Y prosigue: “Pero, ¿quién dijo que permanecer en nuestra zona de confort fuera necesario?  Teníamos una oportunidad única de experimentar, estimular, construir un programa cargado de ilusión y aprendizaje para nuestro alumnado. Por lo que, desde el mismo momento que nos conocimos, comenzamos a diseñar y programar, desde el contexto peculiar que vivíamos”. Un contexto exigente, con muchas aristas. Una escalada de las que se disfrutan, pero que es compleja y requiere de nuestras mejores aptitudes. Al hilo de esta ascensión, Ester Molina (Rita, en el programa), remarca “esa línea emocional y de equipo, tan necesaria para el trabajo comprometido en los buenos y no tan buenos momentos, ya que sin esa esencia hubiese sido difícil continuar y llegar a la cumbre en la que prácticamente nos encontramos hoy”.

Toda propuesta metodológica tiene que basarse en un estilo que marque el desarrollo de la misma. En nuestro caso, de un modo participativo, activo, creativo y emocional. Desde el primer momento, quisimos hacer de este proyecto algo auténtico y que la luz de la palabra “equipo” estuviese siempre iluminando nuestro camino. Una luz potente y continua, que nos permitiera repensar una y otra vez el formato a perseguir para, entre todos y todas, diseñar una propuesta real y atractiva. Aplicando enfoques como el Design Thinking, promoviendo metodologías cercanas al alumnado y a la comunidad —Aprendizaje Servicio (APS), Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), Aprendizaje Basado en Retos o Aprendizaje Basado en Juegos—, se ha logrado componer una propuesta educativa en un medio de comunicación tan plural como útil. 

Desde el punto de vista de la creatividad, nos encontrábamos ante un insight de calado: en televisión, ser creativos se convertía en algo obligatorio. El tratamiento de los temas escolares habituales debía abordarse de manera que no fuera un calco de lo que el alumnado está acostumbrado a experimentar en las aulas. Reinventando tanto las narrativas escolares como sus maneras de presentar los contenidos —introduciendo la sorpresa, más altas dosis de humor y divertimento siempre que fuera posible—, fuimos superando bloqueos creativos, dificultades, y haciendo que los segmentos de los diferentes ámbitos pudieran volar cada vez más alto, más rápido y de un modo más emotivo.

A pesar de las limitaciones de interactividad que tiene la televisión en diferido, se utilizaron como hemos señalado anteriormente, algunos de los principios del ABP. Y ante las dificultades lógicas para que el protagonismo del alumnado fuera pleno en el proceso, conocer la realidad y encontrar los lugares que nos son comunes, fueron factores muy importantes para mantener siempre nuestro barco a barlovento. Pablo Peralta (Maestro Del Tiempo) observa con convencimiento que “seguramente, con más tiempo hubiéramos contado con la posibilidad de fomentar y asegurar la indagación por parte del alumnado y hacer que el producto final de sus investigaciones pudiera ser presentado por ellos mismos”. Todo se andará.

Hablemos un poco en presente ahora, por voz de Teresa Simonet (maestra de Música y Matemáticas): “La secuencia de trabajo semanal comienza los martes con una videoconferencia en la que se pasa revista a la actualidad del proyecto y al trabajo ya realizado. Siempre hay espacio para novedades y propuestas, porque “El cole en casa con La Banda” funciona como un organismo vivo, como una escuela virtual que se adapta a los acontecimientos que se producen diariamente”. La parte de la reunión dedicada al diseño didáctico siempre la capitanea la docente con más experiencia, Azucena Sanz (maestra de Ciencias Naturales y Directora), y en ella se deciden conjuntamente los centros de interés a tratar durante la semana de emisión, la sinopsis de cada ámbito, sus contenidos y actividades prácticas, sus retos, el orden de aparición y el hilo argumental de cada programa. 

En los días siguientes, cada cual graba en casa su contribución al programa, existiendo siempre comunicación y cooperación en el proceso. El sábado se entregan los segmentos del programa, y Canal Sur se encarga ya de empastarlo todo y hacer que brille la magia de la tele. No olvidemos que el programa completo incluye a los presentadores habituales de “La Banda” –Felipe Delgadillo y María Gamero–, además de una nutrida colaboración videográfica ad hoc desarrollada por los Equipos Pedagógicos de los Planes y Programas de la Consejería de Educación (Medioambiente, Educación Física, Educación Emocional, Comunicación Lingüística, Cultura Emprendedora, Divulgación Científica, Aula de Cine, Igualdad, Atención a la Diversidad y Ajedrez). Como pueden comprobar, una tarea titánica y que pone de manifiesto, una vez más, el compromiso humano y la profesionalidad de cuantas personas vienen participando en ella, desde la Consejería de Educación y Canal Sur TV. 

“YO CREO QUE SÍ”

La proverbial frase con la que Óscar Quevedo (Racso, en el programa) viene a cerrar los retos que plantea al alumnado en su sección de Ámbito Deportivo y de Vida Saludable, ejemplifica de manera muy acertada la confianza con la que nosotros, el equipo de docentes, afrontaremos, en breve, la evaluación final de la experiencia que hemos vivido. Podemos compartir con vosotros que nos sentimos tremendamente satisfechos, ahora que encaramos la recta final del programa. Y lo compartimos desde esa confianza que tenemos en que los niños y niñas que ven el programa consiguen algo más que desconectar por un rato de esa corriente incierta impuesta por las circunstancias; una confianza que es una extensión de la camaradería, dedicación, compromiso y seriedad con la que hemos venido desarrollando este enorme trabajo desde el principio.

La mentalidad de crecimiento de la que nos habla Jesús Guillén en su libro Neuroeducación en el aula (2017), ha supuesto que este grupo de docentes sea capaz de crear secciones educativas sin ceñirse a etiquetas y evitando estereotipos. Transitando por caminos insospechados, conjugando experiencia y novedad, y adquiriendo y perfeccionando una gran variedad de competencias docentes necesarias para educar en el siglo XXI. Las incorporaciones y colaboraciones en el último tercio de la programación, de Carmen Carvajal (maestra de Música y Directora) y Álvaro Salguero (maestro de Infantil) dan buena prueba de ello: el magisterio andaluz está muy vivo, en vanguardia y preparado para afrontar cuantos retos sean necesarios a corto, medio y largo plazo.

Nuestro objetivo último ha sido intentar animar y motivar al alumnado que estaba detrás de la pantalla. Por el camino, cuando menos, hemos sido capaces de construir un espacio repositorio de contenidos audiovisuales que podrían complementar muy bien cualquier entorno virtual de aprendizaje, sirviendo como apoyo para metodologías de trabajo en remoto como Flipped Classroom. Un espacio muy útil para localizar disparadores adecuados para muchos centros de interés; un espacio enriquecido, meditado y divertido. Y siempre creyendo en las capacidades del alumnado, manteniendo la esperanza en que con nuestro tiempo y dedicación, todo este esfuerzo compartido acabará por dar sus frutos en ellos y ellas, los niños y las niñas. No podemos mostrar más evidencias, salvo ese convencimiento que tenemos en que nos encontramos ante una oportunidad única de poder convertir —de nuevo— a la televisión en un medio que sume educación, emoción y equipo a todo el abanico de posibilidades que nos viene ofreciendo la tecnología aplicada a la enseñanza desde hace ya muchos años. Creemos en nosotros mismos porque creemos en todos esos chicos y chicas, que están ahí, por la mañana o por la tarde, delante de la tele, conectando con nosotros un instante. ¿Aprenderán? ¿No aprenderán? Quién sabe. Nosotros estamos con Racso: creemos que sí. 

Referencias:

- MACLUHAN, M. (1964) Understanding Media: The Extensions of Man (Gingko Press) ISBN 1-58423-073-8 

- CASADO SALINAS, J.Mª Y ARIZA GARCÍA, Mª.D. (1996) "Canal Sur y el desarrollo de la televisión educativa andaluza". Revista Comunicar (nº 6, La televisión en las aulas - Vol. 3 - 1996) [Fecha de consulta: 27 de mayo de 2020]. Disponible en: https://www.revistacomunicar.com/indice/articulo.php?numero=06-1996-12

- GARCÍA JIMÉNEZ, J. (2003) "La televisión escolar en España" (Relato de una experiencia única Red digital: Revista de Tecnologías de la Información y Comunicación Educativas, ISSN-e 1696-0823, Nº. 4, 2003 (Ejemplar dedicado a: Televisión educativa : reto y utopía) [Fecha de consulta: 28 de mayo de 2020] Disponible en: http://reddigital.cnice.mecd.es/4/firmas/jesus_garcia_ind.html

- AGUADED, J.I. (2003) La educación en la televisión: hacia una necesaria integración. Red digital: Revista de Tecnologías de la Información y Comunicación Educativas, ISSN 1696-0823, Nº. 4, 2003 (Ejemplar dedicado a: Televisión educativa : reto y utopía). 4. 1-12. [Fecha de consulta: 29 de mayo de 2020] Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/28070295_La_educacion_en_la_television_Hacia_una_necesaria_integracion

- GUILLÉN, J.C. (2017). Neuroeducación en el aula. De la teoría a la práctica. CreateSpace, 2017.

Autoría: Equipo de Ámbitos de “El cole en casa con La Banda”

Carmen María Carvajal Romero

Ángel Domínguez Sierra

Luis López-Cano Aguado

Ester Molina Robles

Pablo Peralta Guerrero

Óscar Quevedo Ojeda

Álvaro Salguero Sanabria

Azucena Sanz Yagüe

Teresa Simonet Morales

 

Dedicado a todas las personas de la Consejería de Educación y Canal Sur TV que han hecho posible que este sueño se haya convertido en realidad para tantos y tantas niños y niñas de Andalucía.