LOS TÍTERES DE CACHIPORRA Y LA "FURGO" DE LA DELEGACIÓN

Permítaseme en esta comunicación explicarles cómo surgió la idea del proyecto que hoy nos ocupa. Todo sucedió durante el 2018 en uno de esos viajes locos entre Granada-Sevilla-Granada del ETCP del Programa Innicia-Cultura Emprendedora, para este viaje la Delegación Provincial de Educación de Granada había puesto a nuestra disposición la vieja furgoneta azul que, lenta pero segura, nos llevaría a nuestro destino en Torretriana, la ventaja de viajar en “furgo” es que nos permite intercambiar ideas y proyectos durante las 5 horas que dura el trayecto de ida y vuelta, algo sumamente enriquecedor, teniendo en cuento que los miembros del equipo procedemos de etapas y disciplinas diversas y diferentes entre sí: desde profesores técnicos de F.P., maestras de primaria y secundaria y orientadoras de la Delegación. Durante dicho viaje, el que les escribe contó una historia que había oído recientemente de la mano de Yanisbel Martínez (Compañía Etcétera), experta titiritera, y que a modo de resumen os copio en esta comunicación.

Ismael Ramos Jiménez | Jose Abril Cid

IES Hermenegildo Lanz, Granada

La historia de los títeres de Cachiporra

El 6 de enero de 1923, festividad de los Reyes Magos, Hermenegildo Lanz participó como escenógrafo, escultor y titiritero del tinglado construido para la fiesta privada montada en casa de los García Lorca por Federico y Adolfo Salazar, y dedicada a dos niñas de la familia, Isabel García Lorca y Laura, de Fernando de los Ríos. En el programa, dentro de las piezas que se representaron, había un entremés atribuido a Cervantes; el Auto de los Reyes Magos, con transcripciones musicales de Falla, sentado al piano;​ y una adaptación 'lorquiana' para títeres de cachiporra del cuento andaluz "La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón". Además de la satisfacción infantil, el pequeño espectáculo vino a remediar el proyectado viaje titiritero a las Alpujarras Granadinas, que se había frustrado el otoño anterior por la decisión de Lorca de terminar su carrera de Derecho (antesala este de la futura Barraca).​

Tras el éxito de la experiencia, Falla le encargó a Lanz la construcción de los títeres de la proyectada representación en París de El retablo de Maese Pedro que, efectivamente, ocurrió en el palacete de la princesa Edmond de Polignac el 25 de junio de 1923; los decorados y figurines fueron obra de Manuel Ángeles Ortiz y de Lanz, que además talló las marionetas y las figuras planas.

Esta historia esconde algo más que un simple representación infantil, ya que según expertos en la materia como Yanisbel Martínez, Ismael Ramos o el propio Enrique Lanz (nieto de Hermenegildo) supuso realmente uno de los gérmenes del arte del títere, que tiene una de sus cunas en Granada, de la mano de tres grandes maestros como fueron: Lanz, Lorca y Falla. Por eso, cuando hoy hablamos de títeres, hay que hablar de Granada y de sus compañías teatrales tales como la Compañía Etcétera, que han sembrado los mimbres para celebrar cada año el Festival Internacional de Teatro con Títeres, Objetos y Visual que se da cita en el granadino Teatro Alhambra, todo ello organizado por Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía.   

El Proyecto de Innovación

A partir de este relato, y todavía dentro de la furgoneta, apelando al espíritu de cocreatividad que inspira al equipo Innicia, comenzamos a pergeñar una idea basada en el concepto de “hibridación”: “por qué no intentar recrear la desconocida obra de los títeres con motivo de la celebración de su centenario y con una visión vanguardista, es decir, mirar al pasado con ojos del presente”. Detrás de este producto final, surgieron múltiples posibilidades de trabajar con el alumnado el espíritu emprendedor en sus tres dimensiones: personal, social y productiva. Además la idea nos ofrecía la posibilidad de acercar las artes escénicas al alumnado de F.P., y nos permitía poder fusionar bajo un mismo proyecto a alumnado de primaria, secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. 

Con ello y tras el famoso viaje Granada-Sevilla (tierras de nacimiento y adopción de nuestro Hermenegildo Lanz), desde el IES Politécnico Hermenegildo Lanz, y en estrecha colaboración con la Delegación de Educación, el CEIP Juan Pablo I de Valderrubio, la compañía teatral Etcétera, Vegaeduca y otras instituciones, nos propusimos conmemorar el centenario de esta efeméride de una manera diferente e innovadora. Se trataba de un proyecto colaborativo, donde el alumnado de los diferentes centros participantes, así como el resto de miembros de la comunidad educativa, harán un trabajo de recopilación, investigación, construcción y puesta en escena, que tenía como objetivo final poner en valor el peso social y cultural de estas tres figuras que convivieron y coincidieron en el primer tercio del Siglo XX. Los actos de conmemoración y preparación del centenario, no serían entendidos como una simple representación de lo acontecido hace 100 años, se trataría de ir más allá intentando innovar para adaptar la obra a los ojos de estos nuevos años veinte. Si la Edad de Plata y la Generación del 27 supusieron un antes y un después en la manera de entender las artes escénicas, y el mundo de la cultura en general, en este proyecto habría que ser disruptivos implementado un valor añadido para, a su vez, huir de una simple copia de lo acaecido el 6 de enero 1923. 

A la idea inicial se fueron agregando compañeros y compañeras, creando de manera paralela un Grupo de Trabajo que durante el curso 202/21 tomó como epicentro una figura tan poliédrica como fue la de Hermenegildo Lanz. 

Antes de centrarnos en la descripción de los elementos centrales del proyecto de innovación que surgió de la “furgo”, y para poder valorar la oportunidad e importancia de haber elegido esta historia como punto de partida, es preciso dar contexto histórico y estético al relato, para lo cual dedicamos el siguiente apunte:

Contextualización estética e histórica

Concluida la Gran Guerra (1918), intelectuales y artistas necesitaron dar una nueva interpretación, tanto de la barbarie bélica como del futuro que se dibujaba en su horizonte más inmediato, en el que la idea de «reconstrucción» dominaba la mayor parte de sus iniciativas.

Europa en su conjunto, a través de una infinidad de movimientos artísticos y diversos prismas intelectuales, buscó dar respuesta al trauma bélico que, por primera vez en la historia de la Humanidad, había adquirido dimensiones mundiales. Este hecho, en palabras del filósofo Oswald Splenger, supuso la decadencia de Occidente.

El declive de nuestra civilización provocó una respuesta renovadora en el arte que, simplificando hasta el extremo, abrazó una orientación estética de rechazo a su inmediato pasado, origen de la barbarie, en dos direcciones temporales contrarias (hacia el futuro / hacia el pasado), pero unidas bajo un mismo planteamiento vanguardista.

La «vanguardia de futuro» abrazó la distorsión de su tiempo, fruto de los delirios de los soldados y del terror de la población ante la muerte en masa, donde, por vez primera, se utilizó la ciencia al servicio del homicidio industrializado. Sirva de ejemplo la fabricación de armas mecánicas de alta capacidad letal o la ciencia química con la fabricación de gases tóxicos. Todo esto, bajo la influencia del universo freudiano, produjo un arte obsesionado por la deformación de la realidad: expresionismo, cubismo o surrealismo, entre una infinidad de ismos.

Otra corriente estética, asimismo renovadora, a la que llamamos «vanguardia de pasado», giró su mirada bien hacia épocas pasadas de cumbres creativas y cimas intelectuales, bien hacia la riqueza del folclore que, con un lenguaje renovado, sirvieron de fuente de inspiración para una galaxia de artistas e intelectuales del periodo de entreguerras.

Como bien sabemos, España no formó parte activa en el primer conflicto mundial, pero muchos de nuestros artistas mantenían lazos estrechos con los movimientos culturales europeos de la época, o incluso abanderaron algunos de ellos. Aquí el nombre de Pablo Picasso es inevitable. La lectura de cualquiera de los muchos epistolarios conservados de artistas españoles de aquella época da testimonio del grado de afección y de la influencia de la Gran Guerra en su pensamiento, a pesar de la distancia espacial, pero nunca emocional ni artística.

En este contexto, encontramos a un grupo de artistas e intelectuales españoles que viran su mirada bien hacia épocas del mayor esplendor histórico (Renacimiento o Edad de Oro, principalmente), bien hacia el folclore, fuentes de inspiración que, con un lenguaje renovado, producirán obras de tal trascendencia para el siglo XX que fraguarán el término «Edad de Plata», si bien y en justicia deberíamos llamar «Segunda Edad de Oro». Como justificación, si la primera contó con plumas como Quevedo, Lope, Calderón o Cervantes —siempre salvando las distancias— la segunda tuvo a Machado, Juan Ramón, Alberti o Lorca. Si la música nos fue regalada en la primera época dorada por Morales, Narváez o Victoria, entre una infinidad de músicos; serán Falla, los Halffter, Bacarisse o Rosa García Ascot quienes hagan otro tanto en la segunda.

Continuar con estos paralelismos históricos haría en extremo prolijo este texto. Consideramos suficiente lo anterior para justificar la importancia de este movimiento estético surgido en el siglo XX, en el que centraremos el resto de nuestra intervención.

Entre la pléyade de artistas surgidos en la «Edad de Plata», tres personalidades brillan como exponentes de lo que hemos denominado «vanguardia de pasado»: Hermenegildo Lanz, Manuel de Falla y Federico García Lorca. Siquiera un bosquejo biográfico de cada uno de ellos excedería la extensión concedida y el objetivo de este trabajo, por lo que centraremos nuestra atención en uno de sus proyectos artístico en común: Títeres de cachiporra (Cristobica) (1923). Este proyecto, fraguado como regalo artístico para la hermana menor del poeta granadino, queda muy lejos de ser una simple actuación infantil. En realidad nos encontramos ante una muestra de arte total, incardinada en la estética de «vanguardia de pasado». Esta supone una muestra más del interés por el valor estético del folclore popular, en la misma línea que la preocupación por el cante jondo que derivó en la organización del I Concurso de Cante Jondo (1922) y como continuidad de este, ya que comparten idénticos planteamientos e inquietudes intelectuales, los mismos objetivos e incluso protagonistas: Falla, Lanz y Lorca.

Como conclusión a esta introducción, podemos afirmar, siempre desde una perspectiva holística, que Cante Jondo (1922), Títeres de Cachiporra (1923), Retablo de Maese Pedro (1923), Danzas de Arte Gitano (1923) o Autos Sacramentales (1927), entre otras propuestas artísticas, forman parte de un mismo planteamiento intelectual y estético, dirigido a interpretar una época, donde dialogan en un mismo crisol pasado y futuro con lo popular y lo culto.

Volviendo a nuestro proyecto, os presentamos ahora los objetivos y estructura del mismo.

Los objetivos planteados fueron:

  • Recrear el centenario de unos de los acontecimientos más importantes de la dramaturgia del S. XX.
  • Investigar y analizar las figuras de:Lorca, Lanz y Falla.
  • Trabajar con diferentes niveles educativos sobre un proyecto común.
  • Investigar a cerca de la industria del títere, siendo Granada una de sus cunas. 
  • Integrar en el currículum un proyecto novedoso que permita trabajar diversas competencias y resultados de aprendizaje. 
  • Reivindicar la importancia de la Edad de Plata (que tuvo en Granada unos de sus núcleos principales)
  • Dar a conocer los espacios lorquianos, particularmente la Vega de Granada
  • Aprender a construir títeres y escenografías. 
  • Aprender a hacer adaptaciones literarias. 
  • Aprender a hacer adaptaciones musicales para obras de teatro. 
  • Aprender a interpretar.
  • Aprender a gestionar un evento cultural.

De lo planificado a lo vivido...

A lo largo del primer año de vida del proyecto, y pese a las dificultades derivadas de las cuestiones económicas y organizativas, hemos realizado una serie de actuaciones de gran valor, si bien es cierto que en ocasiones nos hemos desviado de lo planificado.

Qué hemos hecho

Estas fueron las actuaciones realizadas desde el Politécnico H. Lanz

1- Museo H. Lanz: diseño del espacio, diseño del Time Line de H. Lanz y de la exposición permanente “H. Lanz: lo bueno, lo bello y justo”

2- Guía “Paseos con H. Lanz: ruta por la Granada de la Edad de la Plata”: guía para recorrer el centro histórico de Granada desde la perspectiva del genio.

3- Bibliografía completa sobre la figura de H. Lanz.

4- Teatro H. Lanz y Espacio Cultural de la Edad de Plata: se ha trabajo en el proceso de transformación del “salón de actos” en el Teatro H. Lanz, diseño del cartel y redecoración del hall.

5- Centenario de los Títeres de Cachiporra y pequeño espacio expositivo.

6- Recuperación, mediante réplicas, de alguna de sus obras (impresión 3d) y adquisición de algunos materiales gráficos y documentos.

7- Repositorio bibliográfico: adquisición, catalogación y archivo de numerosos documentos y abundante bibliografía específica.

8- Audiodescripción para personas con diversidad funcional visual (invidentes). En colaboración con la UGR.

Cabe puntualizar que desde el centro de Valderrubio (CEIP Juan Pablo I) también se han llevado actuaciones notables durante el pasado curso, las cuales corresponde a ellos explicar, sobre todo en torno a la figura de Lorca.

Qué queremos hacer

Durante el curso 2021/22, trabajar a varias bandas: 

- Los alumnos de primaria y secundaria coordinarán todo lo relativo a la parte más lorquiana; los textos, la adaptación teatral de los mismos, la parte de dramatización e incluso podrán participar en el diseño de los títeres y demás elementos teatrales. “Lorca, el genio que ideaba y dirigía la parte teatral”

- Los alumnos de FP que serán los encargados de la parte más “lanzaniana”, ocupándose en este caso de la elaboración y construcción de los títeres y escenografía. “Lanz era la mano ejecutora, el “machaca”, la persona que hacía material los sueños del artista”

- Los alumnos de bachillerato trabajarán la parte teatral centrándose en la transformación de los espacios del centro, para convertirlos en espacios escenográficos.

En todo el proceso contaremos con el asesoramiento de Yanisbel V. Martínez, Directora adjunta de la Compañía Etcétera y licenciada en Arte Teatral. Y será imprescindible la coordinación de la Delegación de Educación a través de su Equipo Técnico, también recibiremos el apoyo de VegaEduca, en todo lo relativo a logística, dada la importancia de la Vega en toda esta historia, donde los espacio lorquianos van a ser centrales.

También se grabará y tomará testimonio de todo lo realizado con la idea de producir un documental que deje constancia de todo el proceso, la idea del documental podrá convertirse en un producto final de gran interés donde podrán participar diferentes actores, centros educativos y personalidades relevantes de la cultura granadina.

Durante este curso también nos ocuparemos de todo lo relativo a la preparación del evento, para ello se repartirán las tareas de acuerdo a lo acordado en la parte de planificación, encomendando de manera coordinada cada una de las actividades requeridas para poder celebrar y conmemorar el centenario. En este proceso será indispensable la interconexión de cada uno de los centros, apostando por actividades colaborativas, que permitan un intercambio constante de conocimiento entre los alumnos.

La parte de preparación, conlleva las siguientes actividades:

- Talleres de interpretación.

- Talleres de diseño de títeres.

- Diseño y fabricación de títeres.

- Diseño y construcción de tramoya y escenografía.

- Composición y adaptación musical.

- Charlas y conferencias previas al evento.

- Mesas de serendipia entre alumnos, profesores y expertos de diferentes campos. 

- Otras actividades de conmemoración previas.

Y finalmente...

Durante el curso 2022/2023, se llevarán a cabo las actividades relacionadas con el centenario, el culmen será la representación teatral de los Títeres de Cachiporra, esta se podrá celebrar en el teatro del IES Politécnico Hermenegildo Lanz, aunque también podría haber representaciones en los municipios de Fuente Vaqueros, Valderrubio, así como otros espacios lorquianos. Estaríamos hablando de emular a la propia Barraca, creando una compañía itinerante donde, de manera sencilla pero muy innovadora a la vez, pudiéramos difundir y reivindicar la figura de los tres artistas y del mundo del títere como germen de la propia Formación Profesional a través de la vinculación entre la Escuela de Maestría y la Compañía Teatral de La Barraca.