Segura de la Sierra se emplaza en el límite de Andalucía con la provincia de Albacete y en la linde noreste con el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, entre montañas y pinares, casi en la cima de una ladera de alto valor paisajístico e histórico; su núcleo urbano, de origen medieval, está orientado al sur, coronado por el castillo y protegido por restos de torreones y murallas que descienden desde la cima.
La carretera hacia el interior del parque natural asciende por el pequeño pueblo de casas apiñadas, cuya "plaza", el paseo Genaro Navarro, es un ensanchamiento de esta vía y acoge al ayuntamiento, compuesto por el edificio antiguo, rehabilitado, y por el nuevo, adosado al anterior salvando los importantes desniveles que rodean al conjunto. Porque la rehabilitación y construcción de este edificio público, independientemente de la dimensión de la actuación, planteó varios retos: la conservación de un edificio de valor histórico -el ayuntamiento fue convento jesuita en el siglo XVI, su conexión con la nueva construcción y la ordenación del entorno próximo sin distorsionar la escala.
El viejo edificio, situado en la cota más alta, presenta su fachada principal, renacentista, al paseo y está unido a un torreón de la muralla mediante un arco de piedra que arranca de su esquina y cubre la vía o carretera, que en este punto hace un pequeño giro. Es en el testero que prolonga la línea de dicho arco donde se realiza la unión del volumen nuevo con el edificio original. El nuevo edificio completa el lado sur del paseo y atento a la escala quiebra su fachada para adecuarse con insinuada volumetría a los edificios del entorno, a la vez que se somete a la alineación inicial para actuar en el ensanche y generar una plaza que se retrasa ligeramente de la calle mediante unos muros de piedra y barandillas, logrando una mayor separación del tráfico de la vía.
La casa consistorial se fragmenta pues en dos volúmenes conectados, con vestíbulos que salvan el desnivel existente. La austeridad formal de ambos se inserta en la escala de la trama urbana, conteniendo el edificio inicial la alcaldía, el salón de plenos y el resto de despachos; a su interior se accede por la fachada más representativa del conjunto, orientada al suroeste, y una vez atravesado el arco de unión con el torreón, conectado al edificio en planta primera y desde el que se domina la vista de la plaza y el paisaje, así como la conexión del conjunto edificado.
En la ampliación se distribuye, en tres plantas, el programa administrativo. Una escalera ligera de dos tramos, paralela al sentido longitudinal del edificio de nueva planta, recorre verticalmente los tres niveles del área administrativa frente a ventanales que miran al sur, hacia la plaza y el paisaje de montañas y pinares. En la orientación norte el cerramiento se convierte en una ligera fachada de vidrio con vista al muro de mampostería de contención interior que marca la alineación del solar desde el nivel más bajo hasta el nivel de cubierta. En el callejón que rodea al edificio inicial y a nivel de planta segunda se ubica la conexión del conjunto edificado, situándose en dicho callejón otro acceso más cercano al núcleo de viviendas apiñadas. Por último, a un nivel más alto y por encima del muro de contención posterior se accede a una planta más elevada con uso de sala de exposiciones.
La piedra restaurada de las fachadas del edificio histórico y el hormigón armado visto del nuevo configuran los cerramientos exteriores con la intención de integrar el edificio en la escala cromática del lugar y lograr con la solidez de los materiales su estabilidad en el tiempo. En su cara norte, separándose del muro de contención que delimita en altura el importante desnivel del conjunto, el cerramiento de la ampliación se convierte en una fachada de vidrio. En el sur los huecos se cierran con carpintería de madera y las contraventanas exteriores e interiores, que tamizan el sol en fachada, dan calidez a los cerramientos de hormigón. En la fachada oeste, de una planta y doble altura en el interior, próxima a los habitantes del municipio, se ubica el vestíbulo de acceso desde el callejón a nivel de planta segunda del edificio rehabilitado, que sirve como antesala para el acceso a la sala de exposiciones así como de conexión de esta planta con el resto del conjunto edificado. A este último nivel edificado se accede por el exterior sobre el muro de contención posterior reforzado. La carpintería de los nuevos accesos se resuelve con perfiles y chapa de acero corten. El reloj sobre un despiece tableado en el muro de hormigón visto y los rótulos sobre cada uno de los accesos recuerdan el carácter institucional del edificio.