Reseña Histórica
El edificio del antiguo cine Imperial está situado en la calle Real de Loja, en el recinto histórico de la localidad, bajo las murallas de la Alcazaba y contiguo a la Iglesia de la Encarnación. Fue construido en los años cuarenta por el arquitecto Francisco Prieto Moreno utilizando algunos elementos decorativos del cine Aliatar de Granada pero con una menor calidad constructiva y material. Durante los últimos años previos a su rehabilitación se venía utilizando como teatro, habiéndose instalado una precaria escena sobre las primeras filas de butacas del patio. Fue un espacio de significativa relevancia social y cultural en la ciudad.
La planta de la parcela tiene forma rectangular con un edificio lateral en el fondo. La parte rectangular acogía los accesos y la sala con un anfiteatro. En la parte lateral se situaban algunas dependencias anexas. Tanto la organización espacial del antiguo edificio como su estado de conservación eran muy deficientes con vistas a su rehabilitación como nuevo espacio escénico contemporáneo.
Las excavaciones arqueológicas previas a la rehabilitación desvelaron los restos de la antigua ciudad medieval y se determinó la necesidad de conservar y poner en valor una edificación de patio central y habitaciones perimetrales que pudo haber sido utilizado como alhóndiga.
El proyecto de rehabilitación reconoce dos valores fundamentales: la implantación de una actividad de carácter cultural, pública y colectiva en un contexto urbano de gran valor histórico, arquitectónico y paisajístico y el valor social que incorpora la imagen urbana del edificio como legado de la arquitectura local de los años cuarenta. En consideración de estos valores el proyecto de rehabilitación propone:
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Mantener y rehabilitar las fachadas del edificio como elementos fundamentales en la definición de su imagen urbana.
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Trazar en su interior un conjunto de espacios que atiendan de manera eficaz a su uso como edificio teatral moderno.
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Disponer una nueva cubierta que recoja las necesidades de altura requeridas en la sala y la caja escénica, que tanto por su traza quebrada como por su ajustada altura, proporción y color –cobre flameado- establezca una atenta y cuidada relación con las cubiertas próximas de la iglesia de la Encarnación, las murallas y torreones de la Alcazaba, siendo al tiempo expresiva de la nueva condición contemporánea que el edificio histórico adquiere tras su rehabilitación.
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Proyectar con autonomía formal al servicio de los usos teatrales complementarios, la parte lateral del solar en L con acceso independiente por la calle posterior.
El escaso fondo de la parcela necesario para albergar en planta la sucesión de espacios que estructuran un teatro –vestíbulo, sala, escena- y el deseo de contención de la altura final de la edificación, llevaron a una estrategia de trabajo con la sección del teatro, disponiendo en planta sótano todos los espacios públicos posibles, dejando en planta baja sólo los necesarios para taquillas y accesos abiertos a un vestíbulo en doble altura sobre los espacios de sótano y los restos arqueológicos, sobrevolados por una ligera escalera que así adquiere la condición de itinerario y mirador privilegiado.
La sala, de carácter unitario con una platea de pendiente continua, libera en su ascenso los espacios inferiores del vestíbulo y acoge, mediante la inclinación de su trasdós, la entrada de luz diagonal recogida por los tres grandes huecos de la fachada principal que es llevada hasta el fondo del sótano iluminando con luz natural los restos arqueológicos.
La escena se sitúa en el fondo de la parcela, a nivel con la sala, lo que mejora la relación entre el público y los actores. Tiene acceso de carga directo desde la calle posterior y una plataforma-montacargas que la comunica con los espacios de chácena e instalaciones situados en los dos sótanos inferiores.
El edificio lateral acoge los camerinos, vestuarios y sala de ensayos con acceso independiente y directamente comunicados con la escena, las galerías de trabajo y el peine.
La rehabilitación ha utilizado una nueva estructura de muros de hormigón y cubiertas de perfiles metálicos. Los materiales de acabado en los espacios interiores han buscado a la vez la cordialidad para acoger a las personas que los usan y la durabilidad y facilidad de mantenimiento que requiere un edificio público. Se ha utilizado la piedra caliza de Loja y la madera de arce en vestíbulos y espacios públicos representativos y el contrachapado de madera de wenge para suelos y paredes de la sala de butacas.
El dilatado y complejo proceso de rehabilitación del teatro supondrá para el centro histórico de Loja un impulso de revitalización urbana a través de las actividades escénicas y culturales que acogerá, poniendo en valor tanto los aspectos más notables del edificio histórico como los restos arqueológicos de la ciudad medieval.