El zoco de las Especias forma junto con el zoco de los Jaiques la parte principal de la antigua alcaicería de Alcazarquivir. Situada en el barrio Bab el-Oued, se accede a ella desde la calle Mohammed V, vía de comunicación transversal de la ciudad que separa el barrio mencionado del al-Sharia.

 

Se trata de un espacio urbano al que asoman un gran número de pequeños locales antaño dedicados al comercio de especias, aunque localizamos ahora otros oficios y comercios relacionados con los tejidos tradicionales, venta de babuchas, quincallería, etc. Las fachadas están formadas por tanto por una sucesión de huecos con carpinterías de madera que, al abrir en horario comercial, se transforman en soportes para la exhibición de las mercancías. Destacan dos tipos de carpinterías tradicionales, ambos de madera. El primero es el de cuarterones de doble hoja o librillo dotado de cierre mediante una barra de hierro exterior inclinada. El segundo, más antiguo, es de apertura vertical, transformándose en tejaroz el tramo superior y en mostrador el inferior. Forman parte también de este paisaje de la medina los tejadillos apuntalados que protegen del sol y la lluvia los huecos de los locales.

 

En el momento de la intervención la escena urbana estaba muy alterada debido a varios factores: numerosas puertas de madera habían sido sustituidas por otras de acero, sobre los paramentos discurrían mazos de cables de alumbrado con un negativo impacto visual sobre el entorno, varios tramos del viario estaban cubiertos por desmañadas chapas de acero y los tejadillos que protegen los locales, muchos de ellos resueltos con chapas y materiales reciclados, presentaban un mal aspecto y estado de conservación. Los revestimientos estaban asimismo en malas condiciones así como la fachada del conjunto hacia la calle Mohammed V

 

El objetivo principal de la intervención consistió en poner en valor las características espaciales de este espacio urbano específico de la ciudad islámica tradicional mediante la cualificación de su escena urbana, apoyando así la actividad comercial y artesanal. La rehabilitación consistió en la reparación y sustitución de las antiguas carpinterías, la disposición con menos impacto visual de los cables de alumbrado, la recolocación de los contadores eléctricos empotrándolos en los paramentos, la nueva disposición de las luminarias que dan servicio a la parte exterior de cada uno de los locales, el nuevo revestimiento con mortero de cal de sus paramentos y, de forma especial, la sustitución de las chapas de cubrición de las calles.

 

Este último apartado es el de mayor trascendencia debido a que consigue cualificar significativamente el espacio comercial a la vez que le confiere una notable unidad espacial. Se resolvió mediante el empleo de vigas y celosías de madera apoyadas sobre recrecidos de fábrica sobre las cubiertas definiendo a lo largo del itinerario dos bandas laterales opacas para la protección solar y de la lluvia, y una central que, mediante el empleo de celosías, tamiza la luz y permite la ventilación. Como elemento funcional y de ornamentación la actuación se complementó con la colocación de luminarias colgadas de esta cubierta.

 

También se actuó sobre la fachada de la calle Mohammed V, renovando los revestimientos de las dos portadas recuperando su austero molduraje, sustituyendo las carpinterías y los tejaroces de los locales, y colocando unos zócalos de madera en las jambas de las portadas de ingreso.

 

Esta primera intervención sobre el espacio urbano de la medina de Alcazarquivir actuó en una superficie de 135 m2 de viario y 120 m de fachadas, afectando a un total de 45 locales de comercio y actividad artesanal.