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Muralla Almohade Alcazarquivir [Marruecos]

Documentación y Consolidación de la muralla almohade de Alcazarquivir [tramo Tenerías]

Lugar
Barrio Bab el Oued
Alcazarquivir, MARRUECOS
Fecha del proyecto
2009
Fecha de inicio/fin obra
2009 / 2010
Promotores
Ayuntamiento de Alcazarquivir
Coordinación
Guillermo Duclos Bautista | Pedro Campos Jara
Socios Locales
Ayuntamiento de Alcazarquivir
Colaboradores
Profesionales: Dirección científica y proyecto: Abdelatif el Boudjay, Arqueólogo | Coordinación técnica: Mohamed el Jattari, Arqueólogo | Arqueólogos técnicos: Montaser Laoukili y Barhim Mlilou | Arqueólogos colaboradores: E. el-Younsi; O. Mohen; H. Sahraoui; M. Allali y H. el-Gharbaoui | Supervisión del proyecto y la intervención: Pedro Campos Jara, Arqueólogo, Guillermo Duclos Bautista, Arquitecto |Técnico de enlace con el Ayuntamiento de Alcazarquivir: Jalal Hormi.
Entidades: Ministerio de Cultura de Marruecos | AECID
Empresa constructora
PATRIMONIUM S.A.R.L., Rabat
Presupuesto
Total: 31.332 €
Consejería de Obras Públicas y Vivienda - Junta de Andalucía 100%

Desarrollo

El tramo contiguo al conjunto artesanal de las Tenerías es la parte mejor conservada de los escasos restos emergentes que aún permanecen de la muralla almohade de la ciudad, por lo que fue seleccionado para su documentación y puesta en valor. La actuación permitió además establecer las necesarias cautelas en el solar contiguo extramuros, de propiedad privada, y en la zona intramuros de las propias Tenerías.
 
La muralla está realizada en hormigón tradicional denominado tapial (tabiya-louh), mezcla de arcilla, guijarros, grava y cal, vaciado dentro de un encofrado llamado tabout. Posteriormente era fuertemente apisonado adquiriendo una gran consistencia final, alzándose mediante capas sucesivas. La cimentación estaba hecha de la misma fábrica de tapial reposando directamente en el substrato.
 
En nuestro caso el tramo emergente denotaba una fuerte degradación causada por la erosión y la acción humana, mientras que el soterrado fue el que pudo investigarse durante la excavación.
 
Para la correcta documentación de la muralla se realizaron tres sondeos anexos a ésta, dos por su lado interior y uno por el exterior. Entre los resultados de la intervención se pudo descubrir su nivel fundacional, situado a 4’00 m. de profundidad respecto de la cota del terreno actual, bajo la cual existe al menos un nivel de ocupación doméstica anterior. Al mismo tiempo se acometió el estudio de los diferentes niveles arqueológicos subyacentes, documentándose in situ una serie de cerámicas y estructuras que han venido a testimoniar las diferentes ocupaciones históricas de dicho espacio urbano durante el periodo medieval. Los trabajos constataron que el tramo soterrado permanecía intacto, con un aspecto liso incluso con improntas de las primitivas tablas horizontales del encofrado.
 
Se documentaron cuatro niveles de ocupación sucesivos evidenciados por la presencia de suelos de estancias realizados en ladrillo, muros y atarjeas para el desagüe doméstico. Según apunta el estudio del registro cerámico, es posible datar en época almohade el nivel localizado en la cota más baja, y anterior a este periodo el nivel de ocupación doméstica sobre el que se asienta la muralla. No se pudo bajar de este nivel debido a la aparición del nivel freático, aunque existían evidencias de continuidad de la estratigrafía arqueológica.
 
Para la consolidación de los restos de la muralla se ha intervenido en una longitud aproximada de 25 m. que en dicho tramo posee un espesor de1,35 m. El nivel donde comienza la restauración se preparó con una base de mezcla de cal realizada mediante métodos tradicionales. Posteriormente dicha capa se dejó solidificar bien durante un mes con el fin de asegurar un correcto apoyo. Una vez verificada la adecuada consolidación de la base de apoyo se procedió a la regularización y nivelado de superficie y progresivamente fueron reconstruidos los diferentes tramos mediante la técnica del tabout. Para realizar esta parte del trabajo se contó con alarifes marroquíes especialistas en trabajos de construcción en tapial.
 
Durante los trabajos de consolidación se acondicionaron de forma compatible con los restos las atarjeas intramuros que los curtidores utilizan para el tratamiento de las pieles, minimizando así el riesgo de deterioro. Por otro lado el Ayuntamiento decidió incluir en el documento de planeamiento urbanístico de la ciudad las cautelas necesarias para evitar que las construcciones extramuros se adosen a la muralla y asegurar la ejecución de una calle que permita el acceso y mantenimiento.

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