Este barrio acoge la población que proviene del primer abandono del Centro Histórico, consecuencia del boom petrolero ecuatoriano, generan en un corto espacio de tiempo, disfunciones de centralidad urbana que acaban acogiendo todo tipo de actividad marginal oportunista, con efectos como criminalidad, contaminación, abandono de la imagen urbana y segregación social.
La dificultad que el planeamiento convencional tiene para absorber los acelerados ciclos de evolución de los patrones urbanos “perversos” ha llevado a trabajar en un modelo de plan que articule la garantía de un instrumento a medio largo plazo y la operatividad de figuras de actuación a corto plazo, que garantizaran el apoyo de sus habitantes. Los objetivos de trabajo se han definido sobre la inversión de los patrones de la degradación de los últimos años, restricción de la motorización, regeneración del espacio público y reequilibrio de las actividades, todo ello bajo un intenso proceso de participación ciudadana y contemplando la planificación que se desarrolla sobre la ciudad en la Dirección de Planificación del M.D.M.Q.
El Plan Especial del sector de La Mariscal se ha desarrollado a través del asesoramiento por parte de técnicos de Andalucía a la Dirección de Planificación del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, y la formación y financiación de equipos de trabajo con profesionales jóvenes para el desarrollo del Plan.