CRÓNICA RESUMEN DE LA PRIMERA JORNADA DE LA VISITA DE SAR EL PRÍNCIPE DE ASTURIAS A ANDALUCÍA

Reunión en Sevilla con los estamentos políticos, económicos, sociales y eclesiásticos de la Comunidad


Andalucía, 8 de abril de 2002

El Príncipe de Asturias comenzó hoy su primera visita oficial a Andalucía, un largo viaje destinado, como afirmó él mismo, a conocer de primera mano los "problemas, necesidades y preocupaciones" de "esta tierra esencial de España". El primero de los diez días que Don Felipe va a dedicar a recorrer las ocho provincias andaluzas transcurrió en Sevilla, y estuvo destinado a recibir información directa de los políticos que gobiernan la Comunidad y su capital.

El Gobierno andaluz, los ediles sevillanos y los miembros del Parlamento, en sus reuniones de trabajo con el Príncipe, tuvieron oportunidad de explicarle las grandes líneas en que se mueve esta región.

El Heredero de la Corona comenzó su actividad oficial a las diez de la mañana en el palacio de San Telmo, la sede de la presidencia andaluza, en donde fue recibido por el jefe del Ejecutivo, Manuel Chaves, y por representantes de las primeras autoridades de la Comunidad. En su discurso de llegada, el Príncipe alabó la forma en que Andalucía ha sabido, a lo largo del último cuarto de siglo, "dinamizar su economía y su cohesión social" sin perder sus señas de identidad.

También quiso elogiar Don Felipe la "inestimable contribución" que ha aportado Andalucía "a la conformación de España como Estado moderno" y el "peso demográfico, geográfico y económico" que aporta "en pro del conjunto de los españoles". Destacó el Príncipe en sus palabras el papel que Andalucía, por su posición geográfica, puede tener para contribuir a la estabilidad en esta zona del Mediterráneo, y aludió a la "coyuntura difícil"
creada en el mundo por el terrorismo, "una lacra que aquí conocemos bien". 

Chaves, al dar la bienvenida al Príncipe, recordó que la consecución de la autonomía plena ha permitido a los andaluces "transformar el presente y construir el futuro", y también superar "situaciones que parecían endémicas". Sin ocultar su orgullo por el crecimiento que la comunidad ha
experimentado a lo largo de los últimos años, el jefe del Ejecutivo andaluz advirtió de los "déficit estructurales" que aún sufre, e incluyó en su relación de problemas el paro, la inmigración, el hecho multicultural, y la necesidad de responder al reto de la revolución científica y tecnológica.

El día, que había recibido a Don Felipe con lluvia, dejó paso al sol cuando Don Felipe se dirigió al Ayuntamiento, cuyos alrededores, por primera vez en sus visitas, estaban engalanados con el escudo de armas del Príncipe de Asturias, además de banderas de España, de Andalucía y de Sevilla.

"Siendo mucho lo que los españoles le debemos a Su Majestad el Rey, vuestro padre, los sevillanos le debemos todavía más", dijo el alcalde, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, en la cordial bienvenida que ofreció a Don Felipe. El primer edil expresó su creencia de que en Sevilla "lo mejor está aún por llegar", pero no quiso esquivar en su discurso los problemas que, como el paro, la marginalidad, el encarecimiento de la vivienda, o la inseguridad ciudadana, afectan a la ciudad.

En estos problemas y en los planes de futuro como Sevilla 2010 y Agenda Local 21 se centró la reunión que el Príncipe mantuvo con el alcalde, los portavoces de PSOE, PP, PA e IU, junto con Chaves, que le acompañó durante toda la jornada.

Ante el Ayuntamiento y, más tarde, ante la Catedral, que visitó con el arzobispo, Carlos Amigo, Don Felipe saludó a los sevillanos y turistas que vitorearon su paso por el centro de la capital mientras las campanas de la Giralda repicaban con un "pino de primera clase", su toque de mayor rango y en el que intervienen sus 25 campanas.

Tras un almuerzo institucional con las primeras autoridades de la comunidad, Don Felipe visitó el Parlamento, en cuyo histórico edificio, que fue Hospital de las Cinco Llagas, saludó a todos los diputados y se reunió con los portavoces y los integrantes de la Mesa para, de nuevo, abordar proyectos y problemas de la Comunidad.

De la política, el Príncipe pasó a la innovación tecnológica en el encuentro que mantuvo con una representación de las 195 empresas que trabajan en Cartuja 93, la "tecnópolis" creada en el lugar y los locales que constituyeron la Expo 92. Cartuja 93 es, junto con el de Zamudio, el más productivo centro tecnológico de España con sus 984 millones de euros facturados en
2001, y concentra 195 centros de trabajo, 25 de ellos dedicados a I+D.

Don Felipe cerró esta primera jornada andaluza con un encuentro
con los responsables de los medios de comunicación de la comunidad y
una cena con empresarios y representantes sindicales.



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