SALUDO DEL PRESIDENTE
Con
la inauguración del Museo Picasso de Málaga
culmina un gran proyecto cuyas repercusiones irán
sin duda más allá de lo cultural y se
harán sentir en lo urbanístico, en lo
económico y en lo turístico como un
factor de dinamización de la capital de la
costa del Sol.
Tras
las puertas del Palacio de Buenavista se guardan 204
obras del artista más universal que alumbró
este país en el siglo XX. Su apertura el día
27 de octubre del 2003 es, además, de un hito
para Málaga y para toda Andalucía, la
fecha que señala el fin del alejamiento que
marcó la relación del artista con su
ciudad natal.
Con
este magno proyecto, en el que la Junta de Andalucía
ha invertido más de 66 millones de euros, contribuimos
en buena medida a saldar la antigua deuda que su tierra
andaluza tenía con el genial pintor y, al mismo
tiempo, a superar el olvido histórico en el
que, injustamente, el mundo del arte dejó a
menudo a esta ciudad en relación a Picasso.
El
especial que la Web Andaluciajunta.es dedica al Museo
con motivo de su inauguración invita a los
internautas a una primera aproximación a la
obra que alberga y a la sede, que a su vez ocupó
un lugar propio en la memoria infantil de Picasso.
De lo que se trata, en definitiva, es de subrayar
la trascendencia que este Museo tendrá en el
entramado urbanístico de Málaga, la
revalorización que supondrá para su
oferta cultural y de ocio y el enriquecimiento que
para el perfil económico, simbólico
y cultural de la capital costasoleña significará
recuperar plenamente a Picasso para sí misma
y para todos los andaluces.
El
esfuerzo de la Junta a través de su Consejería
de Cultura, junto a otras administraciones involucradas;
la complicidad de los sectores sociales y económicos
de la ciudad de Málaga y la inestimable generosidad
de la familia Picasso ponen a Málaga en órbita
dentro de este universo picassiano que hasta ahora
rotaba casi en exclusiva entre París y Barcelona.
El
Museo, sin olvidar la aportación de la actual
Casa Museo, no sólo convierte al fin a esta
ciudad en un centro de primer orden para los amantes
del arte de Picasso, sino que además confiere
una nueva dimensión a su papel como cabeza
del turismo andaluz y nacional. Estoy seguro de que
los efectos del Museo se harán sentir a corto
y a largo plazo en todos los ámbitos, pues
ha sido concebido como un motor de desarrollo pero
también como un signo de identidad que permitirá
a esta ciudad ofrecer un perfil más completo
e integral de sí misma y de su propia historia.