Más de 100 mujeres de la campiña de Jerez de la Frontera formarán una red de colaboración ciudadana para promover la prevención y la censura social de la violencia de género en el entorno rural. Se trata del principal objetivo del proyecto 'Prevención integral de la violencia de género', impulsado por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) y la Federación de Asociaciones y Colectivos de Mujeres Sol Rural, y que ha arrancado hoy con unas jornadas sobre empoderamiento como actitud contra la violencia, inauguradas por la directora del IAM, Silvia Oñate, y la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Cádiz, Miriam Alconchel.

El proyecto, dirigido a mujeres de asociaciones de Jerez y su campiña y de la Sierra de Cádiz, pretende sensibilizar a la población rural para desnormalizar la violencia de género, ofreciendo las claves para reconocer el maltrato machista, explicando las formas de reproducción de los roles sexistas e informando de los recursos del IAM disponibles para las víctimas.

Para ello, la iniciativa contempla la organización de unas jornadas formativas sobre el empoderamiento de las mujeres como base para defender la igualdad y rechazar toda forma de violencia de género. Durante las mismas, la directora del IAM ha destacado “la importancia de la autoestima, la autonomía y la confianza en el propio potencial para evitar ser sometida por el machismo, la discriminación y la violencia de género”. Asimismo, Silvia Oñate ha subrayado la necesidad de que la ciudadanía se forme en la materia como “paso imprescidible para detectar los primeros síntomas del maltrato machista, para actuar ante el mismo y, sobre todo, para prevenirlo a través de una vida plena en igualdad”.

Junto a ello, Oñate ha puesto el acento en la concienciación social en las capas más jóvenes de la población, “a través de las principales vías de comunicación de la juventud, como el lenguaje audiovisual, las redes sociales y nuevas tecnologías, que pueden convertirse en las mejores aliadas para prevenir las nuevas manifestaciones de la violencia de género, en plena ebullición, así como para potenciar en las mujeres jóvenes el empoderamiento y el asociacionismo, instrumentos básicos para la prevención del maltrato”. Por ello, la directora ha incidido en la importancia de iniciativas como este proyecto, que prevé la realización de talleres sobre redes sociales para prevenir la violencia incidiendo en su censura social.

La iniciativa incluye también ponencias sobre el marco legislativo vigente, proyección de películas con foros posteriores, sesiones de dinámica grupal de expresión teatral, debates sobre medios de comunicación y género y charlas sobre las consecuencias de los recortes estatales y de las modificaciones de las leyes actuales.

La directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Silvia Oñate, la delegada territorial de la Consejería de Economía, Ciencia y Empleo, Aurora Cosano, y el alcalde de Casariche, Basilio Carrión, han inaugurado hoy en dicha localidad el seminario 'La mejora del nivel de aspiraciones. La actividad empresarial como medio de empoderamiento de la mujer en el mundo rural'. Se trata de una iniciativa apoyada por el IAM y la Fundación Andalucía Emprende, dependiente de la Consejería de Economía y el consistorio, en la que han animado a las mujeres a liderar la transformación económica de Andalucía a través la puesta en valor de criterios empresariales “con perspectiva de género”.

Según ha explicado Silvia Oñate, “las mujeres que, en plena crisis, desarrollan su capacidad empresarial en las zonas rurales pueden liderar el cambio hacia nuevos criterios de gestión, basados en valores más femeninos, como la cooperación, la innovación a través de las TICs, la creatividad, el trabajo en equipo, la empatía, la confianza y el diálogo”. Para la directora del IAM, estos nuevos criterios tienen en cuenta el bienestar emocional del capital humano como clave competitiva y valor añadido de las empresas, lo que “que generará a medio plazo un sistema socioeconómico sostenible, más productivo y, sobre todo, más justo”.

La directora ha añadido que dicha transformación redundará además en una mejora para las mujeres, cuya situación laboral “ha empeorado por la crisis y las medidas de austeridad impuestas”. Aurora Cosano ha apoyado las declaraciones de la directora con los datos de la EPA 2013, según los cuales Andalucía ha registrado en los últimos cinco años de crisis un descenso del 16,3% del número de empresarias, caída más acusada que en los hombres (-15,5%), mientras que el paro ha aumentado en las mujeres un 72,7%, frente al 67,7% registrado en los hombres.

La directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Silvia Oñate, ha participado en el acto que con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, celebra cada año la Asociación Sociocultural de la Mujer Asocum, y en el que se entregan los premios del Certamen Literario 'Frasquita Larrea', que visibiliza la obra de mujeres escritoras contemporáneas. En él se ha hecho también un homenaje especial a Dolores Morales, voluntaria de Cáritas, así como a la directora y cineasta Oliva Acosta, al periodista Juan José Téllez y al ex alcalde José de Mier, por su contribución, desde diferentes ámbitos profesionales, al fomento de la igualdad de género. El acto ha contado con un emotivo discurso del periodista Juan José Téllez, que el IAM quiere reproducir por su especial implicación masculina con la igualdad.

"Las palabras las carga el diablo. Y no siempre significan lo mismo. Nuestros proyectos de democracia se asientan en la libertad y la igualdad que la Revolución Francesa escribió sobre los escombros de la Bastilla, pero hizo falta que rodaran muchas cabezas, sobre todo reales, para añadir a dicha ecuación histórica un tercer elemento, el de la fraternidad. Sin embargo, aún hoy, nos preguntamos, ¿libertad, para quién? ¿igualdad, para quién? ¿fraternidad, para quién? No, desde luego, como se demostró en los debates que llevaron a la proclamación de la Constitución de Cádiz de 1812 para los esclavos; no para las mujeres, a pesar de que llevara el nombre de La Pepa.
En nombre de esas tres palabras, se han cometido grandes crímenes. Pero en nombre de esas tres palabras, también se ha incurrido en formidables sueños. A pesar de quienes pretendieron lo contrario, un voto, más o menos, terminó valiendo lo mismo. Y los pupitres públicos terminaron abriéndose también para la mitad del cielo, que dijera Confucio, para aquellas a las que les fue negado el pan y la sal, su nombre en las imprentas, su asiento en la Academia. Tuvieron que pasar muchos años y mucha historia para comprobar que la igualdad también es cosa de hombres.