Una sociedad en la que, sin embargo, aún nos queda mucho por avanzar, para erradicar el machismo individual que sigue reproduciendo una estructura social desigual. Según las Naciones Unidas y el Foro Económico Mundial, las mujeres ganan en el mundo un 24% menos que los hombres por un mismo trabajo, además de que su índice de desempleo es superior. Su poder en política es apenas un 23% del atesorado por los varones, y en el ámbito económico no llegan al 60%. Cifras mundiales que reflejan una realidad, la desigualdad de género, que en su mayor expresión se manifiesta a través de la lacra de la violencia machista.
Los avances son muchos, pero insuficientes. En el mundo y en nuestra tierra. Insuficientes mientras exista una sola mujer violada, explotada sexualmente, maltratada, acosada, o simplemente discriminada en cualquier ámbito de la vida por el hecho de ser mujer.
Falta mucho por avanzar. Avanzar hacia un nuevo pensamiento ciudadano impregnado de perspectiva de género. Una conciencia de género que pueda reflejarse en el lenguaje, en las costumbres, las religiones, los modelos de familia, la moda, la publicidad, los medios de comunicación, el humor, la cultura y todos los ámbitos sociales.
La igualdad de género no es una cuestión de un día, ni de un mes, ni de una actuación concreta, ni siquiera de un Gobierno. Es un compromiso inexcusable e ineludible de toda la ciudadanía. Por eso todos y todas somos parte, formamos parte. En Andalucía y en todo el mundo, el 8 de marzo y el resto del año.
Conmemoramos hoy el 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres. Desde la Junta de Andalucía y junto a las mujeres lo hacemos este año con el lema 'En Andalucía, las mujeres somos parte, formamos parte'. Un lema con el que queremos recordar que el Gobierno andaluz, con su Presidenta a la cabeza, mira a las mujeres como parte esencial de una sociedad democrática e igualitaria. Una parte esencial en la que todas, en su día a día, han sido y son conquistadoras de derechos y libertades.
Las mujeres andaluzas son hoy mayoría en las aulas universitarias. Son agricultoras. Son empresarias. Son científicas e investigadoras. Son periodistas. Son maestras. Son diversas, autónomas e independientes. Y juntas, y junto a ellos, forman una sociedad, la andaluza, que hoy es ejemplo internacional por haber sabido mantener, pese a los envites de la crisis, una red social de derechos, libertades e igualdades.
Una sociedad en la que, sin embargo, aún nos queda mucho por avanzar, para erradicar el machismo individual que sigue reproduciendo una estructura social desigual. Según las Naciones Unidas y el Foro Económico Mundial, las mujeres ganan en el mundo un 24% menos que los hombres por un mismo trabajo, además de que su índice de desempleo es superior. Su poder en política es apenas un 23% del atesorado por los varones, y en el ámbito económico no llegan al 60%. Cifras mundiales que reflejan una realidad, la desigualdad de género, que en su mayor expresión se manifiesta a través de la lacra de la violencia machista.
Los avances son muchos, pero insuficientes. En el mundo y en nuestra tierra. Insuficientes mientras exista una sola mujer violada, explotada sexualmente, maltratada, acosada, o simplemente discriminada en cualquier ámbito de la vida por el hecho de ser mujer.
Falta mucho por avanzar. Avanzar hacia un nuevo pensamiento ciudadano impregnado de perspectiva de género. Una conciencia de género que pueda reflejarse en el lenguaje, en las costumbres, las religiones, los modelos de familia, la moda, la publicidad, los medios de comunicación, el humor, la cultura y todos los ámbitos sociales.
La igualdad de género no es una cuestión de un día, ni de un mes, ni de una actuación concreta, ni si quiera de un Gobierno. Es un compromiso inexcusable e ineludible de toda la ciudadanía. Por eso todos y todas somos parte, formamos parte. En Andalucía y en todo el mundo, el 8 de marzo y el resto del año.
