Según ha explicado Oñate, “el asesinato es la punta del iceberg de la violencia de género, un problema estructural que tiene su base en el machismo que aún se perpetúa en nuestra sociedad, y que hay que aprender a reconocer”. En este sentido, la directora ha subrayado la necesidad de que desde los medios se ayude a la ciudadanía a detectar ese trasfondo: los celos, el control, el falso mito del amor incondicional, los roles asignados a hombres y mujeres y, en definitiva, el concepto de inferioridad de la mujer frente al hombre.
“Una publicidad que instaura rígidos ideales de belleza femenina o que mantiene roles sexistas, una noticia que de algún modo justifica al agresor y una información diaria que invisibiliza la labor de las mujeres están contribuyendo a perpetuar ese machismo”, ha señalado la directora, quien ha animado a los medios a fomentar “una publicidad comprometida, una mayor presencia de la mujer como generadora de opinión, un lugar informativo más destacado para las mujeres relevantes, un lenguaje con perspectiva de género o una mayor visibilización informativa de las instituciones que trabajan por la igualdad”.
La directora del IAM ha destacado además la importancia “de cursos como éste para fomentar la formación de las futuras personas profesionales de los medios de comunicación en materia de igualdad y prevención de la violencia de género”, y ha recordado que el Instituto colabora con el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) en el impulso de iniciativas para promover dicha formación. Asimismo, ambas instituciones trabajan de manera conjunta en velar por una publicidad igualitaria, a través de un convenio de colaboración que permite que el Observatorio Andaluz de la Publicidad no Sexista informe de todas las quejas recibidas por publicidad sexista al CAA, que tiene capacidad sancionadora.
El Observatorio ha recibido durante el primer semestre del año un total de 259 quejas ciudadanas por publicidad sexista, ante las cuales ha remitido los correspondientes informes a las empresas responsables para informarles sobre los puntos infringidos en el Decálogo de la Publicidad no Sexista y solicitarles una rectificación en sus próximos anuncios. Junto a ello, se han elaborado 97 comunicaciones por buenas prácticas en la publicidad, animando a las empresas a seguir trabajando en el fomento de la igualdad de género.