“Sin derechos de las mujeres no existen derechos humanos”, ha incidido la directora, quien ha recalcado que una democracia "debe velar por el cumplimiento real de derechos humanos, donde en el caso de las mujeres apenas hemos empezado". En este sentido, ha recordado los datos publicados esta semana por la ONU con motivo del 20 aniversario de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, en la que se abordaron las medidas necesarias para que la igualdad de género se hiciese efectiva. Desde entonces, la presencia de mujeres en los parlamentos casi se ha duplicado, si bien sólo representan el 22% del total de personas parlamentarias. En el mercado de trabajo, actualmente la mitad de las mujeres de todo el mundo tiene un empleo remunerado, lo que supone un incremento del 40% en 20 años, si bien las mujeres cobran aún entre un 10 y un 30% menos que los hombres por realizar el mismo trabajo.
Para la directora del IAM, una de las principales claves para "seguir avanzando es la transformación de los roles", especialmente los masculinos, "que deben empezar a vincularse también al trabajo doméstico y de cuidados". Así, Carmen Cuello ha abogado por la "plena incorporación" de los hombres al ámbito doméstico como "paso imprescindible" para la plena incorporación de las mujeres al empleo de calidad y la eliminación de la diferencia salarial, "que tiene su base en la doble carga de trabajo de las mujeres dentro y fuera de casa".
Apuesta por el cooperativismo
Tras el encuentro, la directora ha asistido a la reunión anual de la Asociación de Mujeres Empresarias y Cooperativistas de Andalucía, Amecoop-Andalucía, en la que ha destacado los valores del cooperativismo como "ejemplo a seguir" para impulsar un mercado de trabajo más igualitario.
"Las empresas de la economía social tienen como base la igualdad en la gestión y en la toma de decisiones, y priorizan a las personas sobre el capital", ha señalado Cuello, quien ha apostado por exportar al resto de la economía ese modelo empresarial "más justo y humano". En este sentido, ha recordado que la igualdad y la apuesta por el capital humano "siempre redundan en más bienestar y felicidad de las personas trabajadoras, y sobre todo en una mayor productividad y eficacia".