Nacida el 12 de agosto de 1949, esta malagueña comenzó su andadura feminista en el ámbito de la salud sexual y reproductiva de las mujeres, al crear en los años 70 los primeros centros de planificación familiar.
En una época en la que España salía de una dictadura, Carmen Olmedo fue una de las mujeres históricas que contribuyó a que la democracia tuviera un significado real, al comenzar a tener en cuenta a la mitad de la población. Eran tiempos donde se empezaba a devolver a la sociedad los derechos cercenados, pero para las mujeres suponía la conquista de una libertad que nunca habían tenido, con derechos hoy incuestionables como el divorcio, la salud sexual y reproductiva o la posibilidad de abrir una cuenta bancaria o viajar sin el permiso una autoridad masculina. Consciente de las muchas desigualdades que sufrían las mujeres de su época, Carmen Olmedo decidió crear conciencia igualitaria, llamando puerta a puerta, casa a casa y pueblo a pueblo, donde cambiaba las expectativas de las andaluzas, generando debates y charlas formativas sobre el derecho a la sexualidad, a la elección de la maternidad, a la separación y al divorcio, a los anticonceptivos, ...
Olmedo supo detectar la creciente demanda por parte de las mujeres y asociaciones andaluzas de toda esa información, lo que le llevó a promover los primeros centros provinciales de la mujer, una realidad que se consolidó y convirtió en estructura institucional con la creación, en 1989, del Instituto Andaluz de la Mujer. Con él, Andalucía se convierte en una de las primeras comunidades autónomas con un organismo específico para fomentar las políticas de igualdad de género. Una institución que tuvo su origen en el feminismo de calle de Carmen Olmedo, que supo sacar a las mujeres de sus casas para salir de la invisibilidad social y trabajar por los mismos derechos que los hombres.
Ya como directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Olmedo fortaleció el movimiento asociativo de las mujeres andaluzas, sobre todo las del ámbito rural, y trabajó en la mejora de la formación para favorecer el acceso de la mujer al empleo.
Impulsora del I Plan de Igualdad de Andalucía y de los primeros estudios e investigaciones sobre la situación de las mujeres andaluzas, Olmedo dejó como principal legado la primera batalla política contra la violencia machista. Así, desde la institución trabajó para que Andalucía fuese pionera en materia de violencia de género, al defender la idea de la necesidad de una ley contra el maltrato. Consiguió aprobar un plan específico, novedoso en España por contemplar actuaciones diversas de protección integral a las víctimas, que darían lugar a la Red Integral de Atención y Acogida a víctimas, un modelo de gestión que siguió el Gobierno central para la posterior creación, en 2004, de la Ley estatal contra la Violencia de Género.
Como directora del IAM, también tuvo una visión de futuro a largo plazo, al poner el foco en la coeducación como principal herramienta para prevenir el maltrato machista y fomentar una cultura igualitaria.
Según ha señalado la actual directora del IAM, Carmen Cuello, la figura de Carmen Olmedo "es y será siempre un ejemplo a seguir", al ser la impulsora de unas políticas que llevaron a Andalucía a ser referente nacional e internacional en materia de igualdad y violencia de género. El Gobierno andaluz recordará siempre la gran aportación de esta figura histórica, infatigable, luchadora y optimista, y trabajará cada día con su misma ilusión por conseguir el sueño que siempre tuvo para Andalucía: una igualdad real entre mujeres y hombres, una justicia social.