Sánchez Rubio ha subrayado el “imprescindible papel” de las asociaciones de mujeres inmigrantes y de las ONGs que colaboran con la Junta en Andalucía con proyectos de concienciación y formación de las familias, y que cuentan para ello con subvenciones públicas como las del IAM.
Asimismo, ha recordado que la Junta cuenta con una 'Guía para la concienciación sobre mutilaciones genitales femeninas', un documento elaborado por la Dirección General de Violencia de Género y el IAM, en colaboración con la Asociación Mujeres Entre Mundos -y basado en el trabajo de Adriana Kaplan-, con la finalidad de visibilizar este problema y dar claves a profesionales del ámbito sanitario, educativo y social para ayudarles a prevenir, detectar y a saber actuar ante casos de riesgo.
El documento aborda la problemática desde un ámbito pedagógico, ofreciendo a las personas profesionales recursos para que se trabaje de forma educativa con las familias. El documento aporta una explicación detallada de las consecuencias de la MGF, tanto a corto como a largo plazo, como infecciones, hemorragias, muerte por shock o desangrado, estrés post traumático, alteraciones ginecológicas y urinarias, esterilidad, complicaciones en el embarazo y en el parto, etc. La guía dedica también un apartado a los aspectos jurídicos, detallando los derechos humanos que vulnera esta práctica y la legislación nacional e internacional que la definen como delito.
La guía sigue las pautas marcadas por el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia de género (Convenio de Estambul), que considera la mutilación genital femenina como una forma de violencia contra las mujeres, en consonancia con la ONU. En este sentido, la consejera ha recordado que la reforma de la Ley andaluza de Violencia de Género, que se está tramitando, incluirá la MGF como una de las formas de violencia contra las mujeres.