La directora del IAM ha destacado la apuesta de la Junta por este recurso especializado, dado que las mujeres víctimas de violencia de género que sufren algún tipo de adicción “requieren no sólo protección ante el maltrato, sino también una atención específica y multidisciplinar para poder superar esa doble situación de vulnerabilidad”. Así, Elena Ruiz ha recordado que las mujeres con adicciones sufren “tanto el problema de la drogodependencia como el propio juicio social de la cultura patriarcal, mucho más condescendiente con los hombres con adicciones, al verles a ellos enfermos y culpabilizarlas a ellas por descuidar el rol estereotipado de cuidadoras”.
“Sufren la doble vulnerabilidad de la adicción y de ser mujer”, ha señalado Ruiz, quien ha explicado que a ello hay que añadir “la complicadísima situación de maltrato que viven”. En este sentido, ha subrayado que “en muchas ocasiones el consumo de sustancias en las víctimas viene derivado de la búsqueda de una forma de sobrellevar el maltrato físico o psicológico al que están sometidas”, por lo que ha destacado la importancia “de contar con personas especializadas que sepan abordar cada una de las problemáticas de una manera específica y coordinada”.