SALUD Y GÉNERO


Conceptos clave para comprender e incorporar el enfoque de género en salud

Se puede definir la salud como el estado de bienestar físico, mental y social con capacidad de funcionamiento y no solo la ausencia de enfermedad o dolencia.

icono Actualmente se considera la salud como un proceso dinámico que se mueve entre dos extremos, uno negativo que es la muerte y otro positivo que sería ese completo estado de bienestar físico, mental y social. El estar más cerca de uno u otro extremo depende de múltiples factores que se conocen como determinantes de salud.

Tradicionalmente los determinantes de salud se clasifican en grupos cada uno de los cuales incluye factores que interaccionan entre si y con el ser humano modificando el estado de salud.

La salud así entendida, no es un fin en sí misma sino un medio para vivir en las mejores condiciones.

La OMS en 1986, mediante la Carta de Ottawa, que surge de la primera conferencia internacional de promoción de la salud (Ottawa 1986), estableció una serie de condiciones y prerrequisitos necesarios para la salud: paz, educación, alimentación adecuada, vivienda digna, renta suficiente, ecosistema estable, justicia social y equidad.

En esta conferencia se debatió sobre la acción intersectorial necesaria para alcanzar la salud de la población. Se entiende desde entonces que la salud es un concepto complejo que requiere de la intervención de muchos sectores sociales y de muchos profesiones.

La salud debe comprenderse con un sentido holístico, es decir, que contemple todas las dimensiones del ser humano: física, mental y social

Partiendo de esta definición es preciso que la salud esté presente en todas las agendas políticas.