SALUD Y GÉNERO


Salud con enfoque de género: Sesgos de género y determinantes de Salud

Determinantes de salud con enfoque de género

Factores económicos, sociales y políticos

Salud icono

Aunque son muchos los factores económicos, sociales y políticos que pueden considerarse en el análisis del entorno desde esta perspectiva, se destacan la pobreza, la violencia y las condiciones de trabajo como paradigmas de la discriminación de las mujeres y la magnitud y gravedad de los efectos sobre su salud y bienestar.

Sin embargo es importante señalar el papel de las políticas públicas que sientan las bases para la instauración de otras medidas orientadas a la reducción de las inequidades en salud, entre ellas destaca el desarrollo de legislación con medidas de discriminación positiva:

POR EJEMPLO

  • La Pobreza
    La pobreza es el mayor determinante individual de mala salud: las personas pobres mueren más jóvenes, sufren mayores discapacidades, están expuestas a riesgos más elevados y cuando enferman tienen menos recursos para la recuperación icono definicion.

    Los riesgos derivados de la pobreza, afectan con mayor frecuencia a las mujeres, ya que su número entre la población pobre es cada vez mayor (feminización de la pobreza). Adicionalmente existe un empeoramiento de las condiciones de vida de las mujeres en el mundo debido a su progresivo empobrecimiento (empobrecimiento de las mujeres) ya que el ordenamiento jerárquico establecido en la sociedad patriarcal, excluye a las mujeres de los puestos de poder con capacidad para gestionar la riqueza.

    Entre los factores que influyen en la pobreza se deben considerar, además de la desigualdad estructural de poder, la falta de equidad en el acceso a los recursos (educativos, laborales, económicos, sanitarios, etc).

    El ejemplo más claro en nuestro medio de la convergencia de muchos de estos factores es el colectivo de mujeres ancianas en las que puede observarse bajo nivel de estudios, ausencia de trabajo remunerado que no les da derecho a una pensión de jubilación propia, condicionando así sus recursos económicos y sociales. Estas condiciones de pobreza que por si mismas producen una deficiente calidad de vida, pueden agravar las condiciones físicas propias del envejecimiento.

    Otros ejemplos, que dan idea de que la pobreza es de predominio femenino se observa incluso en los países en que la equidad de género está más lograda:

    • Las mujeres suecas de todos los estratos socioeconómicos ganan entre un 10-20% menos que los hombres con el mismo nivel ocupacional y de educación.
    • La mayor parte del empleo temporal está ocupado por mujeres. En Europa, los contratos de trabajo a tiempo parcial son más comunes entre mujeres, fruto de las leyes para compatibilizar la vida familiar y laboral, lo que limita la participación de las mujeres, provocando pérdida de influencia en la toma de decisiones, en la asignación de recursos, pero también una reducción en las cotizaciones y por lo tanto en los derechos económicos con la jubilación.

POR EJEMPLO:

  • Las condiciones de trabajo
    Las condiciones de trabajo están estrechamente relacionadas con las inequidades de género en salud.
    La posición de desventaja social de las mujeres, limita sus oportunidades de crecimiento y su libertad para elegir sus condiciones de vida, aspectos como ya se ha visto, muy relacionados con la salud.

    Este hecho genera y perpetua la división del trabajo retribuido y no retribuido entre ambos sexos, en los ámbitos privado y público, en función de los roles de género socialmente asignados.

    En el trabajo retribuido se produce la congregación de mujeres y hombres en ocupaciones desproporcionadamente femeninas o masculinas y la organización jerárquica del poder donde los hombres ocupan los cargos de mayor responsabilidad y prestigio y las mujeres las posiciones subordinadas, incluso en aquellas ocupaciones de predominio femenino.

    Se puede observar como ejemplo de la división sexual del trabajo remunerado que, en profesiones feminizadas como la enfermería, es frecuente encontrar que los puestos de dirección están ocupados por hombres. Un caso parecido se observa en las universidades donde siendo mayor el número de profesoras que el de profesores, es difícil encontrar una Rectora.

    Esta segregación conlleva exposición a riesgos laborales diferentes para hombres y mujeres. Siendo, en general, más precarias e insalubres las condiciones de trabajo para las mujeres, han sido menos estudiadas ya que se han investigado fundamentalmente los efectos de la exposición en ocupaciones de predominio masculino, dando lugar a inequidades en salud por razón de género.

POR EJEMPLO:

  • La violencia hacia las mujeres
    Este tipo de violencia está en todos los países del mundo en los que se ha estudiado y puede afectar a mujeres de todos los estratos sociales y niveles culturales

    Es un problema de salud pública importante debido tanto a su magnitud (afecta a un elevado número de mujeres) como por su gravedad (tiene un gran impacto sobre la salud de las mujeres).

    Como consecuencia de las relaciones de dominación a que están sometidas, las mujeres sufren violencia en todas las etapas de la vida.

    Algunas formas como la tortura o las violaciones, son usadas como armas en conflictos bélicos, pero las formas más frecuentes se producen en el seno de la familia.

    Otras formas se producen en edades muy tempranas de la vida: en los países con pocos recursos se prefiere alimentar a los niños antes que a las niñas, de modo que una alta proporción de las muertes de niñas entre 2 y 5 años se debe a desnutrición.

    La mutilación genital o el matrimonio infantil son formas de abuso hacia las niñas en ciertas culturas.

    La probabilidad de que una mujer sea maltratada por un hombre conocido es 6 veces más frecuente de que lo sea por un desconocido, siendo la violencia que procede de una pareja íntima actual o anterior, la forma más frecuente.

    Todas las formas de violencia hacia las mujeres tienen como objetivo controlarlas, negándoles la libertad para decidir sobre sus propias vidas y atentando contra sus derechos fundamentales.

    Si bien los efectos de la violencia sobre la salud de las mujeres son devastadores, probablemente los más destructivos son consecuencia de la violación por parte del progenitor o de la pareja íntima.

    La violencia que proviene de una pareja íntima es el tipo de violencia más naturalizada, quizá por ello el sesgo de género en salud más importante relacionado con la violencia es la invisibilidad a que ha estado sometida debido a su ubicación en el ámbito de lo privado.

    Los estudios realizados en el campo sanitario han puesto de manifiesto que en las mujeres maltratadas pueden detectarse alteraciones del estado de ánimo, agravamiento de las enfermedades crónicas, riesgo de suicidio y accidentes, con mas frecuencia que en las mujeres de iguales características no sometidas a violencia.

    Es importante destacar dos situaciones necesarias para el desarrollo de la violencia hacia las mujeres:
    • la diferencia de poder entre hombres y mujeres
    • la cultura de la violencia, es decir, el aprendizaje de solucionar los conflictos a través de la violencia.