Informe de Medio Ambiente en Andalucía (iMA)

El control de la calidad del agua La calidad de las aguas superficiales y subterráneas constituye un aspecto de gran significación para determinar el estado del medio ambiente de cualquier ámbito; su seguimiento está monitorizado en Andalucía, desde hace más de 30 años, mediante redes de control que ofrecen un registro histórico de los datos, y cuyos principales parámetros tratan de medir la calidad biológica, hidromorfológica, química y físico-química de las aguas. A partir de la información recogida en estas redes, la Red de Información Ambiental de Andalucía (Rediam) lleva a cabo el seguimiento de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas a través de una serie de parámetros que se sintetizan en un indicador de calidad global. En el caso de las aguas superficiales los parámetros analizados, referidos al año 2021, han sido: nitratos, conductividad, DBO5 (determinación de la demanda bioquímica a los cinco días, pH y contaminantes y sustancias prioritarias, mientras que para las aguas subterráneas se han medido los nitratos, la conductividad, los cloruros y los plaguicidas. La serie histórica que se maneja abarca el periodo 2000-2021 en aguas superficiales y 2002-2021 en subterráneas, y el cálculo de los indicadores se realiza a partir de los valores promedio y máximo de los resultados de las mediciones realizadas para cada parámetro en todas las demarcaciones hidrográficas incluidas en la Comunidad Autónoma: Guadalquivir, Guadiana, Segura, Tinto-Odiel-Piedras, Guadalete-Barbate y Cuencas Mediterráneas. En este epígrafe se muestra con mayor detalle la evolución que han tenido los niveles de nitratos, uno de los parámetros más significativos y usados para el control de la calidad de las aguas, por su relación con la presencia de fertilizantes y vertidos de aguas residuales. No obstante el lector podrá encontrar información ampliada y de más detalle con respecto al resto de los parámetros estudiados consultando las fichas técnicas de los indicadores ambientales de calidad de las aguas publicados en el Portal Ambiental de la Consejería competente en medio ambiente, y accediendo a la información estadística disponible en la web, en el área de descargas de la Rediam. Calidad de las aguas superficiales Rediam La calidad de las aguas superficiales en 2021 es, en conjunto, algo mejor que la registrada en 2020, con una calificación muy buena en el caso de los nitratos y la DBO, mientras que la conductividad y los contaminantes y sustancias prioritarias han tenido una calificación algo peor, dentro de lo aceptable. Los efectos más negativos derivados de la presencia de nitratos en las aguas superficiales son la eutrofización del medio acuático y el deterioro de la calidad del agua, haciéndolas no aptas para el consumo humano si su concentración supera los 50 mg/l. Por demarcaciones hidrográficas destaca la disminución de los valores promedio de nitrato en las Cuencas Mediterráneas, Tinto-Odiel-Piedras y Guadalete-Barbate, un 42,4%, 32,9% y 13,4%, respectivamente, y su mantenimiento en la del Segura. Por otra parte, se aprecia un aumento leve en la del Guadalquivir, del 8,7%, y uno más acentuado en la del Guadiana, si bien, este puede deberse a que el reducido número de medidas que se tomaron en 2020 pudo distorsionar el valor, comparándolo con el resto de los de la serie histórica. Con todo, en conjunto, todas las demarcaciones obtienen una calificación muy buena en relación con los nitratos, ya que 675 puntos de control, el 95% de los 711 analizados en el 2021, poseen un valor promedio de nitratos inferior a 25 mg/l, lo que se traduce en una buena calidad; solamente 8 puntos han presentado mala calidad en este parámetro, situados todos ellos en el Guadalquivir, salvo 1 en el Guadalete-Barbate. Del análisis de los valores máximos de nitrato se obtienen resultados un poco diferentes, sobre todo en cuanto al número de puntos con mala calidad, que ascienden a 25: 22 se sitúan en el Guadalquivir, 2 en Guadalete- Barbate y 1 en el Tinto-Odiel-Piedras.

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