En noviembre comenzó el programa de Reintroducción del Quebrantahuesos, cofinanciado por la Junta de Andalucía y la Unión Europea, en el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, como hábitat adecuado para esta especie en peligro de extinción.

Se trata de un proyecto Life, cuya concesión recayó en la Fundación Gypaetus, que apoyará la reintroducción de esta especie en Andalucía.

Está dotado con un presupuesto de 1,67 millones de euros, sufragado en un 75 por ciento por el organismo europeo y el resto por los socios del proyecto Life: la Fundación Gypaetus, la Consejería de Medio Ambiente, la Federación Andaluza de Caza y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).

El programa se prolongará hasta octubre de 2009. Prevé actuaciones de formación para los expertos adscritos a él, con visitas formativas a centros de referencia mundial como los ubicados en Austria, Estados Unidos o Kazajstán. También se actualizará el estudio de las zonas más aptas para la reintroducción del quebrantahuesos -los Parques Naturales Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas y Sierra Nevada-, contando con el apoyo de comunidades autónomas limítrofes a estos espacios como Murcia y Castilla-La Mancha.

Los ejemplares que en un futuro sean liberados serán marcados con anillas, se les decolorarán algunas plumas y se les colocarán radioemisores. Unas fichas técnicas se repartirán entre la población para que los ciudadanos puedan informar, gracias a los colores del plumaje, de los avistamientos de ejemplares. Además, este proyecto Life se ocupará del seguimiento de las poblaciones del Atlas marroquí ya que hasta esta zona pueden llegar algunos ejemplares de quebrantahuesos liberados en Cazorla. Las acciones del Life se complementarán con visitas guiadas al centro de Guadalentín, seminarios de divulgación, etc. El seguimiento científico de este proyecto será responsabilidad de la Estación Biológica de Doñana.

El proyecto de reintroducción del quebrantahuesos, que prevé la suelta de los primeros ejemplares en la primavera de 2005, ha logrado ya el nacimiento de cinco pollos en el centro de cría de Guadalentín del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, que cuenta en la actualidad con 25 ejemplares. Desde el inicio del trabajo en 1996 se ha convertido en el centro mundial de referencia para esta ave carroñera, desaparecida de Andalucía en 1986.

Control del uso de venenos

El control del uso de venenos es otra de las actuaciones que se contempla en este proyecto Life, uniéndose a la Estrategia Andaluza para el Control de Venenos y otras amenazas a la Fauna Catalogada. El objetivo global de ambas iniciativas es establecer zonas piloto antiveneno en distintos puntos de Andalucía para que las localidades aprueben en sus plenos la declaración como 'Municipio Libre de Venenos'.

En este sentido, la Unión de Pequeños Agricultores UPA-Andalucía se encargará de la campaña 'Ganaderos contra el veneno', que consistirá en formar a agricultores y ganaderos en la utilización de productos ecotóxicos y en promover la erradicación de este delito en las explotaciones ganaderas.

Asimismo, UPA-A organizará mesas redondas y charlas explicativas sobre el problema del uso del veneno, tanto desde el punto de vista legal como desde la conservación del medio ambiente.

El equipo de investigación del Corredor Verde del Guadiamar desarrollará una nueva fase de investigación, denominada Plan de Seguimiento de los Ecosistemas del Paisaje Protegido, con el fin de mantener el estudio de las comunidades animales y vegetales en los terrenos que estuvieron afectados por el vertido de residuos mineros, tras la rotura de la balsa de estériles de Boliden Apirsa, en abril de 1998.

En esta nueva etapa, que tendrá una duración de dos años y contará con un presupuesto de 540.910 euros, participarán dieciocho grupos de investigación de las universidades de Huelva, Jaén, Sevilla, Pablo de Olavide, Córdoba, Málaga, Granada, Murcia y Autónoma de Madrid; además del Centro de Recursos Naturales y Estación Biológica de Doñana. En total suponen alrededor de setenta investigadores pertenecientes a diferentes disciplinas en las que están representadas no sólo las materias científicas relacionadas con los aspectos del medio natural sino también los sociales y del territorio enmarcados en cuatro grupos: Procesos biofísicos, Procesos hidrogeomorfológicos, Biodiversidad y diversidad biológica, y Sistema socioeconómico.

Una vez superados los efectos negativos del vertido con la restauración de la zona, la nueva fase del Plan de Investigación -que se pone en marcha en el marco del Decreto 112/2003, de 22 de abril, por el que se declara Paisaje Protegido el corredor Verde del Guadiamar (BOJA núm. 78, de 25/04/2003)- pretende valorar, desde el rigor científico, los indicadores del medio físico y socioeconómico, manteniendo así el valor de laboratorio natural a gran escala que ofrece ese territorio para investigaciones científicas de primer nivel.

El equipo de investigación, que se ha reunido en Sevilla con la directora general de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, Rosario Pintos, y la delegada provincial de la Consejería de Medio Ambiente, Pilar Pérez, estará coordinado por el catedrático de Ecología, Carlos Montes.

Programa de Investigación

El programa científico del Corredor Verde (PICOVER), se creó para implicar a la comunidad científica en la toma de decisiones técnico-administrativas que sirvan para remediar las consecuencias del desastre medioambiental ocurrido hace seis años. En una primera fase, el PICOVER se desarrolló por un período de duración de tres años y medio, con un presupuesto de 4,8 millones de euros, sufragados en su totalidad por la Consejería de Medio Ambiente. En esa fase, que finalizó en diciembre de 2001, las investigaciones abarcaron un abanico muy amplio de materias dirigidas a evaluar las consecuencias del vertido en el medio físico, la flora y la fauna del Guadiamar, así como fundamentar las actuaciones de restauración del medio afectado bajo criterios científicos. Con un carácter integral y multidisciplinar, el programa se formalizó en 21 convenios en los que participaron alrededor de 280 investigadores de todas las universidades andaluzas y de los más importantes centros de investigación del CSIC de España. Los equipos de investigación fueron agrupados en diez áreas temáticas, que abarcaban los principales ámbitos científicos de las ciencias naturales, ciencias tecnológicas, ciencias sociales y de la salud.

Tras la evolución favorable de los indicadores de contaminación en los últimos informes de la primera fase, los responsables científicos del programa acordaron un reajuste de los objetivos de investigación en cuento a materias, número de parámetros y frecuencia de controles.

En la segunda fase, desarrollada durante los años 2002-2003 y con un presupuesto de un millón de euros, se continuó controlando sólo una selección de compartimentos del medio que tenían interés para detectar la presencia de contaminación residual. Se firmaron nueve convenios con los que se continuaron investigando principalmente los suelos, las aguas del cauce, las comunidades acuáticas -por tratarse de buenos bioindicadores del estado de los ecosistemas- y los procesos de recolonización de la fauna en los ecosistemas restaurados.

Toda esta labor científica ha dado lugar a una gran cantidad de información que se encuentra recogida en la Red de Información Ambiental de Andalucía dentro de un susbsistema específico dedicado sólo a la cuenca del Guadiamar y se encuentra disponible en un DVD editado por la Consejería de Medio Ambiente. Por otra parte, esta información se ha plasmado en una gran cantidad de artículos y publicaciones: 200 artículos en revistas científicas, 130 libros o artículos de libros, más de treinta tesis doctorales y trabajos fin de carrera y más de 250 comunicaciones a congresos.

Los días 13 y 14 de noviembre se celebraron en Almería las Jornadas sobre pesca y conservación, dentro del proyecto LIFE 'Conservación de cetáceos y tortugas en Murcia y Andalucía', coordinado por la Sociedad Española de Cetáceos.

En ella participaron representantes del Ministerio de Agricultura y Pesca, de las Consejerías de Medio Ambiente y de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía y cofradías de pescadores de los diferentes puertos de Almería.

El último día del encuentro se reservó para una excursión en velero por el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.

El pasado mes de noviembre comenzó la X Campaña de regeneración forestal de Monte Prieto, en el Parque Natural Sierra de Grazalema.

Ecologistas en Acción inició en 1993 este proyecto de reforestación en una parcela de 32 hectáreas en Monte Prieto, con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente. Este monte, ubicado en pleno corazón del Parque Natural, sufrió un grave incendio forestal en verano de 1992, que afectó a más de 800 hectáreas y en el que murieron cinco trabajadores de los retenes contra incendios.

Se trata, según la organización ecologista, de la campaña de reforestación participativa de mayor entidad que se desarrolla en Andalucía. De hecho, la del año pasado culminó con la participación de 475 voluntarios que trabajaron no sólo en la repoblación de la zona afectada, sino también en tratamientos selvícolas que favorecen la regeneración natural del bosque mediterráneo característico de la zona.

En las nueve campañas anteriores se plantaron un total de 15.454 árboles y arbustos, se realizaron trabajos silvícolas de regeneración (resalveos, podas y rozas) en 2.571 pies y participaron un total 5.364 voluntarios. En la actual campaña lo están haciendo alrededor de quinientos.

Gracias a esta iniciativa, se está recuperando un bosque a través de plantaciones y trabajos silvícolas que potencian la regeneración natural de las especies del bosque mediterráneo. El resultado de estos trabajos está siendo satisfactorio, constatándose ya la existencia de cientos de árboles jóvenes. El proyecto se ha convertido, además, en una escuela donde miles de voluntarios están aprendiendo las técnicas de regeneración de los bosques mediterráneos incendiados.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Medio Ambiente han procedido a la captura en la Sierra de Andújar de un ejemplar de lince ibérico hembra de siete meses que llevará el número diez de registro y al que han denominado Aliaga. El cachorro ha sido trasladado al centro de El Acebuche, en el Parque Nacional de Doñana, para incorporarse al Programa de Cría en Cautividad que desarrollan ambas administraciones.

El ejemplar fue recogido por técnicos de la Consejería de Medio Ambiente en la zona de Valquemado. Se trata del cachorro más pequeño de una camada de tres que nacieron el pasado mes de abril. Los terceros y cuartos cachorros tienen muy pocas probabilidades de sobrevivir en libertad, ya que las madres no suelen ser capaces de aportar suficiente alimento para todas las crías.

Según los técnicos que trabajan en el programa, Aliaga ya ha comenzado a comer alimento. De momento, pasea con tranquilidad por las instalaciones de cuarentena, explorando los troncos y los refugios que se han preparado para facilitar su adaptación.

Diez ejemplares

Con esta nueva incorporación, el programa de cría en cautividad cuenta con diez ejemplares, seis hembras y cuatro machos. En las instalaciones de El Acebuche hay ocho linces: Morena, Esperanza, Sali, Aura, Garfio, Cromo, Jub y la recién llegada Aliaga. En el Centro de Recuperación de Los Villares de Córdoba hay una hembra que se llama Jara. Y, por último, en el Centro de Recuperación de Quibrajano de Jaén, un macho denominado Fran, que fue recogido en la Sierra de Andújar con múltiples heridas y está pendiente de una última revisión sanitaria para determinar si es apto para incorporarse definitivamente al programa de cría en cautividad.

Todas las actuaciones relacionadas con el lince ibérico en Andalucía se llevan a cabo por decisión de la comisión bilateral creada a raíz del convenio de colaboración suscrito entre la Consejería de Medio Ambiente y el ministerio del ramo. El objetivo de la comisión es desarrollar un programa coordinado de actuaciones para la aplicación de la Estrategia Nacional de Conservación del Lince en Andalucía, especie catalogada en peligro crítico de extinción.

El Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía invertirán más de 20 millones de euros, en cinco años, en un plan de actuaciones de emergencia sobre el águila imperial en el Parque Nacional de Doñana. El plan, redactado junto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, contempla un conjunto de actuaciones de gestión de hábitats, mejora de la disponibilidad de alimento, disminución de la mortalidad y potenciación del éxito reproductor.

Programa de conservación del lince ibérico

Este plan fue presentado el pasado 12 de noviembre en el Pleno del Patronato del Parque Nacional de Doñana, donde también se analizó la situación de ejecución del programa de conservación ex situ del lince ibérico. Este programa contempla alcanzar una población cautiva de 72 ejemplares en quince años, con un volumen de doce ejemplares anuales para la reintroducción. En los últimos meses, este plan ha experimentado una notable intensificación en su actividad con la incorporación de diversos ejemplares procedentes tanto del núcleo de Doñana como del de la Sierra de Andújar.

En el Centro de El Acebuche hay ya una población de ocho ejemplares de lince ibérico (tres machos y cinco hembras) y la Comisión Bilateral (Ministerio de Medio Ambiente y Junta de Andalucía) ha acordado el establecimiento de nuevos núcleos para el desarrollo del programa.

El Pleno del Patronato del Parque Nacional de Doñana también analizó el proceso epidémico estival sufrido por la avifauna acuática durante el pasado verano. El año húmedo y las suaves temperaturas primaverales supusieron una larga temporada de inundación, unas circunstancias propias para el desarrollo de procesos epidémicos. Del 26 de julio al 22 de agosto se recogieron 4.143 aves muertas y 1.288 vivas. Estas últimas fueron trasladadas al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre El Acebuche y se consiguieron salvar 461, que fueron devueltas al medio natural.

Finalmente, el Pleno analizó la situación de la convocatoria de subvenciones en áreas de influencias socioeconómica para el año 2004. La de este año será la última que se realice de acuerdo con la presente formulación. A partir de 2005, la tramitación, concesión y control de estas subvenciones corresponderá a las comunidades autónomas.

La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, inauguró el mes pasado en Cazorla un centro temático de especies amenazadas. Esta instalación, construida por la Fundación Gypaetus, acogerá los proyectos de conservación de especies de fauna que se realizan en Andalucía, como son los casos emblemáticos del quebrantahuesos, lince ibérico, águila imperial, avutarda, lobo, buitre negro, además de otras especies de flora endémica. El centro está situado en un edificio cedido por el Ayuntamiento de Cazorla, gracias a una subvención de la Consejería, y será el punto de referencia de estos proyectos de conservación y la sede de la citada fundación.

El edificio, un antiguo molino en el casco antiguo de Cazorla, no será sólo un centro para expertos, sino que se configura como una atractiva oferta para el viajero o visitante de la zona, contando con varios apartados agrupados en ’hábitats’ que exponen las principales especies de flora y fauna amenazadas de Andalucía y las acciones emprendidas por la Junta para su preservación y mejora. Además de biblioteca, videoteca y sala de ordenadores, el centro dispone de una planta intermedia con sala multiusos para realizar proyecciones e impartir cursos de formación. La ayuda de la Consejería de Medio Ambiente a la fundación para diversas actividades superó los 750.000 euros, de los que 18.000 ha sido para la dotación temática del centro.

Quebrantahuesos

La consejera informó, asimismo, de la especial atención que se ha dado al proyecto de reintroducción del quebrantahuesos en los cielos de la comunidad andaluza, cuyos primeros ejemplares se espera soltar en la primavera de 2005, después de avistarse por última vez en Andalucía en 1986. Concretamente, el Proyecto Life Naturaleza aprobado por la Unión Europea da cobertura a todas las acciones necesarias para lograr el éxito de esta reintroducción, iniciativa que tiene un presupuesto de 1,65 millones de euros hasta 2009 y cuenta, además de la Unión Europea (75 por ciento de financiación), con la contribución de los socios de la Fundación Gypaetus (13,5 por ciento), la Consejería de Medio Ambiente (11,4 por ciento), la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (0,07 por ciento) y la Federación Andaluza de Caza (0,04 por ciento).

Este proyecto Life, subrayó la consejera, no hubiera sido posible sin el trabajo previo de Medio Ambiente desarrollado desde 1996 cuando llegaron al centro de Guadalentín los dos primeros ejemplares de quebrantahuesos, la presencia en 1998 de la primera pareja reproductora (los conocidos Joseph y Zumeta) y el nacimiento en 2002 del primer pollo andaluz de nombre ‘Andalucía’. El centro de cría de Guadaletín ya está considerado como el primero del mundo en número de individuos en sus instalaciones, siendo además elegido en España para gestionar la cría en cautividad.

Guadalentín, situado en el parque natural de Cazorla, Segura y las Villas, cuenta en la actualidad con 24 ejemplares, cuatro nacidos en el propio centro, tres de procedencia pirenaica y el resto cedidos por la Foundation for the Conservation of the Bearded Vulture. En estos momentos, este centro dispone de dos parejas reproductoras y tres parejas más han iniciado en estas fechas la construcción de nidos.

La Consejería de Medio Ambiente y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) realizarán un estudio para evaluar la importancia del arrozal en las comunidades de aves acuáticas de Doñana. Esta investigación permitirá determinar el impacto de las prácticas agrícolas sobre estas aves, así como proporcionar toda la información necesaria para conocer cómo estas especies se sirven del arrozal. El ámbito territorial de este trabajo, que cuenta con un presupuesto de 163.600 euros, abarcará el Parque Natural y Nacional de Doñana y su entorno.

El trabajo de investigación, denominado 'Las aves acuáticas de Doñana y el cultivo del arroz: la interacción entre la agricultura y la conservación de las zonas húmedas', recoge todos los datos de anillamientos de aves en Doñana, concretamente de las siguientes especies: garza imperial (Ardea purpurea), cigüeñela común (Himantopus himantopus), ánade común (Anas platychynchos), porrón euroasiático (Aythya ferina), focha común (Fulica atra) y calamón común (Porphyrio porphyrio).

Está previsto también evaluar la calidad del arrozal como hábitat de cría para las aves, para lo cual se estudiará el éxito reproductor de tres especies en zonas de arrozal y de marisma, así como identificar los factores que afectan negativamente el éxito reproductor en los distintos hábitats y evaluar los posibles efectos de los tratamientos fitosanitarios sobre las aves.

En el trabajo de investigación se analizará, además, la distribución de las aves en los arrozales para determinar la influencia de factores físicos (tamaño de las tablas, presencia de tendidos y caminos) y biológicos (estado de cultivo del arroz y las tareas agrícolas). Para estudiar la ecología espacial y el uso de hábitat se utilizarán dos técnicas distintas: por una parte se realizarán conteos (transectos) con los que determinar la distribución de las aves durante el día y su selección de hábitat; y, por otro, se utilizarán técnicas de radio-seguimiento para conocer los movimientos de las aves dentro de Doñana, así como estudiar la selección y uso de hábitat durante la noche.

En España, el cultivo del arroz se concentra principalmente en el entorno de Doñana (36.000 hectáreas) y el Delta del Ebro (22.000 hectáreas). en Doñana, el cultivo del arroz se estableció como el único viable en zonas antiguamente ocupadas por la marisma, debido a la elevada salinidad. El arrozal acoge a lo largo de su ciclo de cultivo una gran diversidad de aves que lo utilizan como zona de cría y alimentación. Sin embargo, este cultivo también implica el vertido de una serie de productos fitosanitarios que podrían tener efectos perniciosos sobre el medio. Hay que destacar que con el objetivo de reducir estos posibles efectos negativos, desde el 2003 más de 99 por ciento de la superficie cultivada en Doñana se ha acogido a las medidas de producción integrada.

La Consejería de Medio Ambiente ha organizado un taller sobre la situación de las especies exóticas invasoras en la provincia de Sevilla, a cuya inauguración asistieron el director General de Gestión del Medio Natural, José Guirado, y la delegada provincial de Medio Ambiente en Sevilla, Pilar Pérez.

Al encuentro acudieron investigadores universitarios y técnicos de las administraciones implicados en la gestión y estudio del medio natural, quienes abordaron los problemas que generan estas especies, así como las medidas de control. Otros aspectos que se abordaron en este encuentro fueron los relacionados con la gestión de especie vegetales exóticas en el Parque Nacional de Doñana, plantas acuáticas invasoras, peces exóticos o el control de galápagos no autóctonos.

Asimismo, se crearon cuatro grupos específicos de trabajo donde los participantes debatieron sobre las especies exóticas invasoras en la provincia de Sevilla; la detección y definición de las principales vías de entrada; los impactos que provocan estos animales en los ecosistemas; y su control y erradicación.

Este taller es sólo el primero que se celebra de una serie de jornadas que llegarán a todas las provincias andaluzas.

Este mes de diciembre se cumplen veinte años de la declaracion del Parque Natural Sierra de Grazalema.

Se localiza entre las provincias de Cádiz y Málaga con una extensión de 51.695 hectáreas. en la zona más occidental de la Cordillera Bética. Tierra de frontera entre el reino musulmán de Granada y Castilla entre los siglos XIII y XIV, esta serranía fue lugar de frecuentes contiendas. Surge así un hábitat humano muy concentrado, donde los pueblos se encaraman sobre las cumbres y laderas quedando plenamente integradas en el paisaje. Este marco cultural único, propio de muchas civilizaciones del cinturón de montañas que rodean el Mediterráneo, persiste en nuestros días a pesar del transcurso de los siglos.

Esta serranía gaditana se levanta entre los 600 y 1600 m. sobre los valles y depresiones circundantes. Es una zona de agrestes relieves, con valles de paredes verticales como la Garganta Verde, cuya profundidad alcanza los 400 m. También son frecuentes las cuevas o grutas entre las que se encuentran el Complejo Hundidero-Gato, la mayor cueva de Andalucía o la Cueva de la Pileta, conocida en todo el mundo por sus vestigios prehistóricos.

A pesar de la presencia del hombre desde épocas remotas, la sierra conserva una importante masa de vegetación natural típicamente mediterránea : encinas, alcornoques, quejigos, algarrobos y acebuches. En la umbría de la Sierra del Pinar se localiza un magnífico bosque de pinsapos, el mejor conservado en la actualidad de este abeto exclusivo de la Serranía de Ronda.

En sierras próximas aparecen bosquetes o ejemplares aislados de esta especie, testimoniando su antigua extensión. La visita al Pinsapar, así como a otros enclaves y Áreas de Reserva del Parque, puede realizarse sólo en determinadas épocas del año y con limitación del número de visitantes. A veces es preciso también ir acompañado de guía.