Mengíbar y Jaén capital son las principales zonas elegidas para el programa de conservación del águila perdicera puesto en marcha por la Delegación de Medio Ambiente. El presupuesto total de la Junta de Andalucía para esta iniciativa en la provincia de Jaén, que comenzó a desarrollarse en diciembre de 2003 y finalizará en septiembre de 2005, asciende a 288.804,99 euros.

Gracias al control de censo -tanto de las parejas de aves adultas, como del número de crías y de la edad de cada águila- se está constatando un alto éxito reproductor y una baja mortalidad en ejemplares adultos. Además, se presta especial atención a las parejas que, por no conocerse su paradero, se piensa que puedan haber desaparecido o encontrarse en peligro.

Una de las piezas claves en la conservación del águila perdicera se sitúa en las llamadas zonas de dispersión, donde un gran número de estas aves, sobre todo jóvenes, se concentra y se prepara hasta llegar a la madurez sexual, para incorporarse a continuación a la población reproductora. Precisamente, la provincia de Jaén cuenta con un importante foco de dispersión en el entorno que va desde la capital hasta Mengíbar y que se está analizando de cerca para detectar la problemática a la que se enfrenta esta especie, como puede ser la disminución de la población de conejos y perdices, presas habituales del águila perdicera. En este entorno también se está acometiendo un estudio de los tendidos eléctricos más peligrosos con el fin de corregirlos y evitar así el peligro de electrocución en este territorio de nidificación y dispersión.

Además, se está interviniendo con propietarios de fincas con el fin de conjugar la conservación del hábitat del águila perdicera con la caza y la agricultura; así como con el colectivo colimbicultor para que, cuando se hagan las competiciones de palomas, se intervenga -cebando a las aves artificialmente- con el fin de que las águilas perdiceras no ataquen a las palomas.

De Andalucía a Francia

La pasada primavera se extrajeron ocho pollos de nidos de Granada y Málaga que se remitieron al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) Quiebrajano, situado en el Parque Periurbano Monte La Sierra, a 25 kilómetros de la capital, donde se han cuidado hasta que han sido enviados a Francia para incluirlos en un programa de cría en cautividad enfocado al reforzamiento de la especie en el país galo.

La Consejería de Medio Ambiente iniciará este año el proyecto denominado Red de gestores de áreas marinas protegidas del Mediterráneo (MEDPAN), cuyo principal objetivo es la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas a través de la mejora de la gestión de los espacios naturales. El trabajo, incluido en el programa comunitario Interreg IIIC, tiene una duración de tres años (2005-2007) y cuenta con un presupuesto total de 1,6 millones de euros.

En Andalucía, este proyecto europeo se desarrollará en los parques naturales de Cabo de Gata-Níjar y Del Estrecho, y en los parajes naturales de Acantilados de Maro-Cerro Gordo y De Alborán, tres de los cuales son Zonas Esepcialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM).

Como primera medida, se creará un foro que reúna a los gestores de las zonas marinas protegidas del Mediterráneo, a fin de mejorar su gestión y administración y, asimismo, apoyar la declaración de nuevas áreas. En ese sentido, se organizarán diversos seminarios para que los gestores intercambien experiencias y se creará una base de datos con información de todas las zonas marinas implicadas.

En este proyecto de ámbito mediterráneo colaboran diversas instituciones de Francia, Italia, Marruecos, Eslovenia, Líbano, Turquía, Grecia y Túnez, entre otros países. Por parte de España, participan las comunidades autónomas de Andalucía y Cataluña y el Parque Nacional de Cabrera (Baleares).

La Consejería de Medio Ambiente ha alcanzado una producción anual de ocho millones de plantas, superando los 7,3 millones del pasado año y contribuyendo de este modo a impulsar la regeneración, restauración y recuperación de los espacios forestales y la potenciación de la diversidad vegetal. En la actualidad, se ha incrementado hasta 500 el número de especies autóctonas producidas, reflejando la realidad de los distintos ecosistemas andaluces.

La producción de plantones en la Red de Viveros de Andalucía cubre desde la recuperación de zonas incendiadas o deforestadas por malos usos agrícolas o ganaderos hasta obras propias de la administración en fincas públicas, vías pecuarias, yacimientos arqueológicos, restauración de riberas, entornos periurbanos, escombreras o convenios con entidades públicas. También se atiende a las campañas de educación ambiental como ‘Un andaluz, un árbol’, ‘Crece con tu árbol’ y la campaña para promover setos del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica.

Desde la red también se realiza la recuperación de árboles autóctonos de gran porte que hubieran sido eliminados por obras de infraestructura, como la construcción de autovías y nuevas carreteras, pantanos u otras obras de interés civil. En los últimos años se han salvado más de 40.000 ejemplares en todo el ámbito andaluz, por ejemplo por las obras de la Presa del Andévalo en Huelva o la del Arenoso y la Ballesta en Córdoba, la carretera de Igualeja en Málaga o las obras de La Alcaidesa en Cádiz.

Estos ejemplares se extraen de su lugar de origen y, una vez recuperados, son trasladados a parques, jardines botánicos, vías pecuarias o áreas recreativas. Especies como encinas, alcornoques, acebuches, coscojas, lentiscos, labiérnagos, pinos y algarrobos son utilizados -cada vez más- en labores de restauración paisajística en entornos de uso público, evitando su destrucción y promoviendo en cambio la conservación de los recursos naturales.

Otro de los aspectos de los viveros es la labor de producción de especies autóctonas, vulnerables o en peligro de extinción. En la actualidad, se cultivan con éxito más de cincuenta especies recogidas en el Catálogo de Especies de Flora Amenazada de Andalucía. Se pueden destacar logros significativos en la producción de pinsapo, tejo, ojaranzo o dragoncillo de Cabo de Gata, catalogados en peligro de extinción; cerezo, acebo y arraclán, catalogados como vulnerables; y arces de montpelier, de interés especial.

También es reseñable la labor de investigación realizada en los viveros. Actualmente se desarrollan nuevas líneas de germinación de especies catalogadas, sustratos alternativos y micorrización de plantas para la obtención de setas de interés culinario. En este aspecto se están obteniendo importantes logros y en breve comenzará un programa de reintroducción de ejemplares micorrizados en el campo, lo cual impulsará el desarrollo de zonas rurales desfavorecidas.

La red de viveros forestales está formada por siete centros distribuidos por la región según las características bioclimáticas más adecuadas para la producción de las distintas especies. Algunos están próximos al nivel del mar como Rodalquilar (Parque Natural Cabo de Gata-Níjar), que produce plantas propias de ambientes litorales como el enebro marítimo, esparto o el pancracio; otros de cotas más altas, como la Resinera (Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama), producen plantas de los estratos superiores como pinsapos, acebos, robles, quejigos y tejos. Los otros cinco viveros están en la provincia de Cádiz (La Alcaidesa y Majarromaque), Huelva (Las Tobas y Alberquillas), Jaén (Lugar Nuevo) y Sevilla (San Jerónimo).

El Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Costas, ha adjudicado el desarenado y restauración de diversas playas en la zona del Campo de Gibraltar. Las actuaciones previstas tienen un coste cercano a los 526.000 euros.

Los arenales afectados por estas actuaciones corresponden a playas ubicadas en los términos municipales de Tarifa, Algeciras, Los Barrios, La Línea de la Concepción y San Roque, incluidas algunas entre los Parques Naturales del Estrecho y Los Alcornocales.

El plazo de ejecución para la redistribución y reparación de las playas afectadas es de aproximadamente siete meses.

Estas actuaciones forman parte de la política del Ministerio de Medio Ambiente para recuperar el litoral español, respetando las características medioambientales y paisajísticas de cada zona y facilitando el uso y disfrute de la costa y sus arenales a todos los ciudadanos, además de mantenerlas en condiciones óptimas para la próxima campaña veraniega.

En Andalucía se han designado, hasta el momento, 62 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), lo que supone el 14 por ciento de las existentes en España.

En España las 442 ZEPA abarcan un total de 8.165.405 hectáreas (1.572.368,57 en Andalucía), lo que representa un 16 por ciento de la superficie de nuestro país y el 35 por ciento de la superficie terrestre total de las ZEPA europeas. A estas áreas ya declaradas se añadirán otras que están siendo determinadas por las comunidades autónomas.

La declaración de las ZEPA es uno de los efectos más evidentes de la aprobación en 1979 de la Directiva de Conservación de Aves Silvestres, que acaba de finalizar el año de su 25 aniversario. Esta norma legal comunitaria ha sido un instrumento fundamental para la conservación de la biodiversidad en Europa y ha sido la precursora de la Red Natura 2000, que ha significado la creación de una amplia red de áreas protegidas en la Unión Europea.

España tiene una gran importancia ornitológica en el contexto europeo, tanto desde el punto de vista de las aves reproductoras como de las migradoras que utilizan el territorio español en algún momento de su ciclo vital. Existen en total 337 especies nidificantes, cuya distribución y estado de conservación están reflejados en el Atlas de las Aves Reproductoras de España, que ha publicado recientemente el Ministerio de Medio Ambiente en colaboración con la Sociedad Española de Ornitología (SEO/ BirdLife).

Es significativo igualmente el número de especies globalmente amenazadas en Europa que están presentes en España, a veces con poblaciones muy significativas como la avutarda, la malvasía o la gaviota de Audouin.

Durante estos años se han logrado éxitos notables en la conservación de varias especies amenazadas, entre los que se pueden destacar el aumento poblacional de la malvasía, el quebrantahuesos, el buitre negro y el águila imperial. Esto es debido a la designación de ZEPA y a las medidas de conservación aplicadas por el Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades autónomas, a menudo con apoyo financiero del programa Life-Naturaleza.

La Consejería de Medio Ambiente ampliará en 5.000 metros cuadrados el vivero forestal de Las Tobas y Alberquillas, situado en el término municipal de Higuera de la Sierra (Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche) y especializado en el cultivo de especies características de Sierra Morena. El Consejo de Gobierno acordó el mes pasado aceptar los terrenos cedidos por el ayuntamiento de esta población para llevar a cabo el proyecto, que supondrá una inversión de medio millón de euros.

La ampliación prevista permitirá el cultivo de plantas de gran porte en macetones y contenedores de distintos volúmenes, así como llevar a cabo programas de recuperación de ejemplares trasplantados de zonas afectadas por obras de infraestructura.

El vivero de Las Tobas y Alberquillas, uno de los siete que gestiona la Consejería de Medio Ambiente, cuenta con una superficie de 12.000 metros cuadrados y produce anualmente 1,2 millones de plantas correspondientes a especies mediterráneas como el alcornoque, la encina, el acebuche, el castaño, el pino piñonero, el madroño, el taraje y el durillo.

La comunidad escolar de Los Barrios y del Campo de Gibraltar, además de representantes del movimiento ciudadano contra las drogas, a través de las coordinadoras Alternativas, de San Roque y Castellar, y Barrio Vivo, de Algeciras, participaron el mes pasado en la repoblación de la masa forestal arrasada en 1997 por un incendio en el paraje conocido como Hoyo Don Pedro.

Esta actividad se recoge dentro del programa 'Bosque Vivo' de este año, una iniciativa coordinada por el Ayuntamiento de Los Barrios y auspiciada por la Consejería de Medio Ambiente, que se puso en marcha para recuperar la superficie afectada, de más de 1.000 hectáreas.

Este año se plantarán unos 4.500 ejemplares de especies arbóreas, 3.500 de los cuales serán alcornoques, en la finca de La Teja, sobre unas 200 hectáreas de extensión. Pero se trata, además, de una campaña de concienciación sobre la importancia de la protección y conservación de un patrimonio natural como es el Parque Natural Los Alcornocales.

La Consejería de Medio Ambiente ha iniciado un proyecto de tratamiento selvícola en el Parque Natural Sierra de Baza que actuará sobre una superficie de 850 hectáreas de los montes La Tejera, Cortijon Rincón, Pinarillo, Petronila y Orrivalí, en el término municipal de Baza; El Raposo, en Dólar; Las Cañaillas, en Caniles; Casas Don Diego, en Gor; y La Fraguara, en Valle del Zalabí.

Con un presupuesto de más de 1.357.590 euros, este proyecto se planteó como una necesidad de regeneración y mantenimiento de los ecosistemas del parque, con el fin de garantizar su diversidad biológica; así como un método de ordenación de los aprovechamientos tradicionales, manteniendo la capacidad productiva de este espacio protegido y compatibilizándolos con la conservación de los recursos naturales. Así, se actuará, sobre todo, en el clareo del pinar -pinos laricio, carrasco y resinero- para favorecer el desarrollo del encinar, y en una poda de realce.

Se ha estimado que el plazo de ejecución de este proyecto no superará los cuatro años.

La Consejería de Medio Ambiente ha repoblado 80 hectáreas pertenecientes al litoral de Cádiz y Huelva con 23.645 plantas de enebro marítimo procedentes de la Red Andaluza de Viveros. En el marco del Programa de Actuaciones de Conservación del Enebro Costero, se llevará a cabo una repoblación total de 212.27 hectáreas en las que se emplearán 110.000 plantas de enebro en distintos enclaves que forman parte del hábitat potencial de esta especie.

Hasta el momento, las actuaciones que se han ejecutado incluyen plantaciones en seis municipios de las provincias de Cádiz, donde se han repoblado 21,7 hectáreas en Tarifa y Barbate; y Huelva, con 58,4 hectáreas repartidas entre Punta Umbría, Lepe, Isla Cristina y Huelva. El programa incluye actuaciones similares en cuatro municipios gaditanos (El Puerto de Santa María, Conil de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y Rota) y uno onubense (Palos de la Frontera), donde se repoblarán 133.17 hectáreas con 85.645 nuevas plantas.

Otras de las líneas de actuación de este plan incluyen una serie de tratamientos sobre la vegetación que compite con el enebro marítimo. En esta línea, se han eliminado cinco hectáreas de uña de león en Tarifa (Punta Camarinal y Punta Paloma, en el Parque Natural del Estrecho) y 9,2 más en Almonte (Parque Natural de Doñana). Asimismo, los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente han ejecutado otros tratamientos como clareo, podas y rozas de matorral sobre pinares de repoblación en 138 hectáreas repartidas entre Punta Umbría, Tarifa, Barbate y Conil. Así se pretende disminuir la presión competitiva que ejerce la masa de pinos y devolverles su capacidad de regeneración natural perdida como consecuencia de la excesiva cobertura vegetal que les rodea.

El proyecto que se está llevando a cabo incluye una importante inversión en adecuaciones de uso público con objeto de posibilitar y hacer compatible el disfrute del paisaje natural único que constituyen los enclaves de los enebrales andaluces con su conservación. Gracias al Plan de Actuaciones de Conservación del Enebro Costero, se han ejecutado en el Paraje Natural Enebrales de Punta Umbría actuaciones como la reparación y construcción de nuevas pasarelas de acceso a la playa y la mejora y protección del carril-bici en su recorrido actual por este paraje, así como la protección de la zona de las dunas, instalando protecciones de madera que impiden el acceso de vehículos de motor al interior.

Aunque el estado actual del enebro costero es delicado, la Junta de Andalucía sigue trabajando en la conservación de estas comunidades vegetales únicas que antaño ocupaban amplias zonas del litoral andaluz. Debido a la alteración o destrucción de su hábitat natural, las talas indiscriminadas y la presión de repoblaciones con pino piñonero llevadas a cabo a principios y mediados del siglo pasado, el enebro marítimo se encuentra en clara regresión. A pesar de esta tendencia, la Consejería de Medio Ambiente trabaja para garantizar la protección y conservación de las poblaciones existentes y minimizar los factores de amenaza y favorecer el crecimiento de las poblaciones y la ocupación de su área potencial.

El pasado día 13 de enero se reunió por primera vez la comisión para la conservación, mantenimiento y gestión del Monumento Natural Corrales de Rota, constituida por representantes de la Consejería de Agricultura y Pesca, la Consejería de Medio Ambiente, la Demarcación de Costas, el Seprona, la empresa constructora Bardera y el Ayuntamiento de Rota, aunque también se solicitó que para los próximos encuentros acudiera un representante de la Asociación Unimar y de Ecologistas en Acción.

Se acordó, asimismo, que la periodicidad de las sesiones de la comisión será trimestral, además de las que puedan surgir con carácter extraordinario, y que el tema principal de la próxima reunión será el Plan de Gestión de los Corrales.

La Consejería de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Rota sellaron hace dos años un acuerdo por el que colaborarían en la conservación, gestión y mantenimiento de este monumento natural. En concreto, este convenio contempla, la realización, por parte de la Consejería de Medio Ambiente, de los correspondientes planes de gestión sectoriales. Además, la Administración autonómica participa en la conservación y mejora de este espacio ecocultural, así como en el mantenimiento de su integridad paisajística.

Por otra parte, entre todos los implicados, se acordó la dotación de los equipamientos para los distintos usos recreativos y de educación ambiental.

Los Corrales de Rota, con una extensión de 1.100.037 metros cuadrados, lo conforman un conjunto de construcciones sobre la franja intermareal de las playas de Rota y Chipiona, ligadas a un arte de pesca tradicional desde la época romana. Su declaración como Monumento Natural significa, además de su protección, un modo de dar a conocer su aspecto artístico, como las artes de pesca de corral y, por tanto, la actividad marisquera.

Los días 10, 11 y 12 de marzo, la Consejería de Medio Ambiente celebrará el VII Congreso Europeo del Corzo (VII European Roe Deer Meeting) en Jerez de la Frontera.

Organizado por diferentes administraciones e instituciones científicas europeas interesadas en el conocimiento de esta especie, este encuentro bianual se celebra desde 1992 y representa para investigadores y gestores especializados una oportunidad de ampliar y mejorar sus conocimientos sobre su biología y gestión. Así, el objetivo es sumar y discutir conocimientos en este foro para contribuir a la conservación y buena gestión de la especie y de los ecosistemas donde habita. Para ello, el Congreso cuenta con la presencia de un prestigioso Comité Científico formado por especialistas procedentes de todo el mundo.

El acercamiento a la realidad actual del corzo se llevará a cabo a través de una serie de presentaciones orales que girarán en torno a los siguientes temas: dinámica de población y métodos de censos; ecología, comportamiento y sociobiología; gestión de poblaciones; genética, taxonomía y filogeografía; dieta, calidad del alimento y el impacto de herbivoría; y las patologías y el control de las enfermedades. Junto a las ponencias, durante el Congreso tendrá lugar una sesión de posters y seis mesas de trabajo. Éstas se organizarán en torno a las siguientes cuestiones: los nuevos resultados sobre dinámica de poblaciones y métodos de censos; gestión de las poblaciones de corzo en función de diferentes niveles de densidad; creación de una red europea de trabajo para definir al corzo como biosensor de la calidad del hábitat; el comportamiento de dispersión del corzo en Europa; y el seguimiento de patologías y control de enfermedades.

El corzo y Los Alcornocales

El corzo es una especie que forma parte de la biodiversidad europea, al mismo tiempo que representa una de las principales especies cinegéticas en Europa.

En el Parque Natural Los Alcornocales, el corzo vive en un bosque mediterráneo bien conservado, caracterizado por una alta biodiversidad de especies botánicas, principalmente concentrada en las zonas húmedas, y particularmente en los barrancos conocidos como canutos.

Once humedales andaluces y 53.700 hectáreas del Parque Natural de Doñana serán incluidos en el Convenio Ramsar de Humedales de Importancia Internacional, tras aceptar el Comité Nacional de Humedales -celebrado el 20 de enero en Murcia- la propuesta presentada por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. La comunidad autónoma contará con veinte sitios Ramsar, que ocupan una superficie total de más de 131.500 hectáreas, cuando se incorporen formalmente estos espacios naturales al convenio internacional.

Los humedales que han obtenido el visto bueno en la XII Reunión del Comité Nacional para su incorporación al Convenio Ramsar son: Paraje Natural Punta Entinas-Sabinar; Reserva Natural Complejo Endorreico de Espera; las Reservas Naturales Laguna de Conde o Salobral, Laguna de Tíscar y Laguna de los Jarales; Laguna de Padul, en Granada; Paraje Natural Lagunas de Palos y Las Madres; las Reservas Naturales Laguna Honda y Laguna del Chinche; Reserva Natural Laguna de Campillos; y el Paraje Natural Brazo del Este. Estos espacios cuentan con una superficie total de 6.056 hectáreas.

En el caso de Doñana, las más de 53.000 hectáreas que se han incluido -la práctica totalidad del parque natural- se sumarán a las 50.720 hectáreas del Parque Nacional de Doñana que ya formaban parte de esta Lista Ramsar. El área constituye además una importante zona de invernada, migración y cría para numerosas especies de aves.

Hasta ahora, la comunidad andaluza contaba con 71.860 hectáreas, el 49 por ciento del total de la superficie con la categoría Ramsar de todo el Estado español. Con la inclusión de los nuevos espacios citados, Andalucía casi duplicará su superficie de sitios Ramsar.

Los humedales que ya formaban parte del Convenio Ramsar son la Reserva Natural Laguna de Fuente de Piedra, Lagunas de Cádiz, la Reserva Natural Lagunas del Sur de Córdoba, el Paraje Natural Marismas del Odiel, Salinas de Cabo de Gata-Níjar, Reserva Natural Albufera de Adra, Paraje Natural Embalse de Cordobilla y Paraje Natural Embalse de Malpasillo y Bahía de Cádiz.

Andalucía posee el patrimonio natural de humedales litorales e interiores más ricos y mejor conservados de España y de la Unión Europea, con el 17 por ciento del total de las zonas húmedas españolas, que en superficie suponen el 56 por ciento de la extensión total de las áreas inundables españolas. Con el fin de garantizar la conservación y el uso sostenible de estos ecosistemas, la Consejería de Medio Ambiente ha elaborado el Plan Andaluz de Humedales, en el que se incluye un inventario.

La importancia de estas zonas húmedas no viene sólo por sus valores ecológicos y de reserva de la biodiversidad, sino que aportan también beneficios directos a la vida cotidiana de los ciudadanos, contribuyendo al mantenimiento de actividades económicas como el marisqueo, el turismo, los cultivos, la realización de actividades cinegéticas, la depuración de aguas o el freno a las avenidas.

Los humedales constituyen el único tipo de ecosistemas en el planeta que posee un Convenio Internacional para su conservación. Este acuerdo internacional, firmado el 2 de febrero de 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, ha sido suscrito por 123 países.

La Agencia Andaluza del Agua de la Consejería de Medio Ambiente ha adjudicado la redacción de un proyecto de restauración hidrológico-forestal en el término municipal de Adra, donde también se encuentra la Reserva Natural Albufera de Adra.

Este proyecto, dentro del ámbito de gestión de la Cuenca Mediterránea Andaluza, incluye el acondicionamiento y restauración ambiental de las márgenes de la Rambla Bolaños y de las márgenes de la Rambla del Cabo, lo que permitirá incrementar la capacidad de filtración del suelo, reducir la escorrentía y, en consecuencia, la erosión hídrica y el riesgo de avenidas preservando a Adra de las inundaciones. También se acometerá el acondicionamiento y la limpieza de los cauces de las ramblas.

Este programa de restauración hídrico-forestal forma parte de los convenios impulsados desde la Cuenca Mediterránea Andaluza, antigua Confederación Hidrográfica del Sur, y el Ayuntamiento de Adra, que son financiados a través de los Fondos Feder. La Consejería de Medio Ambiente aportará el 75 por ciento de los fondos y el Ayuntamiento de Adra, el 25 por ciento restante.

El día 2 de febrero se reúne el Comité Andaluz de Humedales en las oficinas del Centro Administrativo de El Acebuche del Parque Nacional de Doñana.

Sirve esta reunión para constituir definitivamente el Comité Andaluz de Humedales, tal y como se regula en el capítulo III del Decreto 98/2004, de 9 de marzo, donde se establece tanto su composición como sus funciones. El artículo 11.1 dispone que estará integrado por su presidente, que será el titular de la Dirección General responsable de la administración y coordinación de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía; un vicepresidente, que será el titular de la Dirección General competente en materia de gestión del medio natural y por 24 miembros representantes de las distintas administraciones y entidades de participación social, que serán nombrados y cesados por el titular de la Consejería de Medio Ambiente.

Asimismo, se expondrán los proyectos de conservación, gestión y restauración de humedales en el marco del Plan Andaluz de Humedales y las conclusiones de la XII Reunión del Comité Nacional de Humedales; y se presentará el libro Caracterización ambiental de humedales de Andalucía y el proyecto de Red de seguimiento y evaluación de humedales de Andalucía.