Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario en Andalucía

217 Los pastos más frecuentes están formados por plantas anuales xerófilas, propias de en- claves con suelos pobres y secos, o por ma- jadales (HIC 6220_3*) más comunes en áreas apetecibles para el ganado y donde éste des- cansa. En fondos de valle y áreas deprimidas con cierta humedad estacional, suele estable- cerse un pastizal vivaz de Agrostis castellana (vallicares), aprovechado por el ganado hasta bien entrado el verano. En ocasiones contac- tan con juncales mediterráneos de Scirpoides holoschoenus (HIC 6420) o con comunidades anfibias de depresiones inundadas tempo- ralmente (HIC 3170*). Las islas de matorral, cuando aparecen, reúnen especies heliófilas Las especies que caracterizan mayoritaria- mente las dehesas andaluzas son quercíneas esclerófilas ( Quercus ilex subsp. ballota y Q. suber ) pero pueden presentarse también Quercus marcescentes ( Q. faginea, Q. cana- riensis y Q. Pyrenaica ) así como formaciones de acebuches ( Olea europea var. Sylvestris ), algarrobos ( Ceratonia siliqua) o fresnos ( Fra- xinus angustifolia ). Quercus faginea de los géneros Retama, Genista, Cytisus, Cis- tus, Rosmarinus, Erica, Halimium, etc. Por otra parte, la presencia en muchas dehesas de afloramientos rocosos favorece la aparición de comunidades rupícolas o de litosuelos que incrementan su biodiversidad. La mayor o me- nor carga ganadera o la intensidad y/o perio- dicidad de los desbroces y/o roturaciones agrí- colas determinan el devenir de los referidos ambientes. Los desbroces del matorral helió- filo suelen llevarse a cabo si la carga ganadera no es suficientemente elevada. Por otro lado, extensiones variables del terreno que ocupa la dehesa suelen cultivarse en rotaciones espa- ciales y temporales. Quercus faginea

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