Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario en Andalucía

305 Las formaciones que persisten están adehe- sadas y, de manera fragmentaria, sobreviven algunas áreas boscosas con distinto grado de conservación. También son habituales for- maciones de acebuches de crecimiento sim- pódico (más de un tronco) y porte arbustivo pertenecientes al HIC 5330_2 (etapas de de- gradación de bosques de quercíneas en Sierra Morena y Sierras Subbéticas). Los bosques de acebuches, además de su im- portante función ecológica, suponen los únicos fragmentos de vegetación forestal remanentes En acebuchales bien conservados el estrato arbóreo es muy denso y el estrato arbustivo, a menudo arborescente, prácticamente impene- trable, abundante en lianas con zarzaparrilla ( Smilax aspera ), clemátide ( Clematis cirrhosa ), candiles ( Aristolochia baetica ), Vinca difformis y Tamus communis. También aparecen Pistacia lentiscus, Myrtus communis, Rhamnus lycioides subsp. oleoides, Asparagus albus, A. aphyllus, Chamaerops humilis, Arisarum simorrhinum, etc., aunque con menos frecuencia. En zonas abiertas se mezclan con lentiscares con espi- nos y aulagares, albergando pastos vivaces y anuales. 43211 43210 43209 43208 30071 en áreas intensamente transformadas. Tienen gran capacidad de recuperación tras incendios, talas, etc., si el tiempo de recurrencia es sufi- ciente, gracias a la dominancia de especies re- brotadoras. Están estrechamente relacionados con el hombre, que ha obtenido variedades de cultivo de gran transcendencia económica, so- cial y cultural lo que, por otra parte, ha supues- to también un cambio drástico en el paisaje y en los ecosistemas. Los acebuchales actuales constituyen reservorios de una diversidad ge- nética imprescindible para la mejora de las va- riedades cultivadas. Olea europaea sylvestris Olea europaea sylvestris

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