Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario en Andalucía

44 1520 Vegetación gipsícola ibérica ( Gypsophiletalia ) * Formaciones arbustivas generalmente de escasa cobertura, caracterizadas florísticamente por la dominancia de plantas capaces de crecer sobre yesos en condiciones de cierta aridez (gipsófitos). Comunidades arbustivas desarrolladas sobre yesos. Se agrupan en distintos mosaicos (ma- torrales especialistas, comunidades de plantas anuales con diversos grados de adaptación y matorrales donde predominan plantas in- diferentes al sustrato) que se entremezclan con parches de suelo desnudo o con una co- bertura de líquenes y musgo y con costras de yeso de diferente grosor. Son relevantes para reconocer el hábitat la presencia de gipsófitos y la presencia de costras biológicas que en ocasiones alcanzan coberturas significativas sobre suelos generalmente blanquecinos con Se concentra fundamentalmente en el sector oriental de la región: Karst en Yesos de Sorbas, Hoya de Baza, Hoya de Huescar, Topares, Sierra del Oso, Comarca de Venta de los yesos, Yesón Alto, Desierto de Tabernas, el Cigarrón, Gergal, Cabo de Gata-Nijar y sur de Sierra Alhamilla. cristales de yeso. Las comunidades sin plantas especialistas no se consideran pertenecientes a este HIC 1520*, aunque se encuentren sobre sustratos yesíferos.   Este HIC 1520* presenta siempre estructuras parcheadas, formando un mosaico de suelos desnudos con parches de vegetación Formaciones arbustivas abiertas, normal- mente de poca cobertura, ligadas a suelos con algún contenido en sulfatos, desde yesos casi puros (con contenidos superiores al 75%) has- ta margas yesíferas y otros sustratos mixtos menos abundantes en yeso. La presencia de yeso en el suelo y las condiciones de cierta ari- dez y sequía estival son los factores abióticos más influyentes, determinando la formación de costras físicas superficiales muy duras, que sólo los gipsófitos pueden sobrepasar. Por su parte, la costra biológica es considera- da el factor biótico más relevante. Su papel es esencial en la dinámica y funcionamiento del hábitat, al controlar los flujos de nutrientes y de agua, proteger el suelo frente a la erosión, controlar buena parte de la productividad pri- maria e influir en el reclutamiento de plantas.