SENDERO 7

Río Bermejo

(Pórtugos)

PÓRTUGOS. Entre los profundos barrancos del Poqueira y Trevélez, al final de la loma que baja del Mulhacén, donde se ensancha y aplana, se encuentra el pueblo de Pórtugos, un envidiable emplazamiento en la abrupta geografía alpujarreña, con sus amplios bancales mirando al sur. La riqueza de agua de sus acequias y manantiales, los densos bosques de robles y encinas, los impresionantes castaños centenarios, invitan a recorrer este agraciado territorio, que fue uno de los asentamientos más antiguos de Sierra Nevada. Su nombre latino del que deriva, Porticus, hace alusión a un paso importante en una sierra que entonces estaba poco habitada.

Bajo la dominación musulmana prosperó su población, perteneciente a la antigua Taha de Ferreira, por sus abundantes tierras de regadío y frutales y su producción de seda. La rebelión de los moriscos y su expulsión, trajo la miseria a esta comarca, que tardó en recuperar su esplendor con la lenta llegada de los repobladores que devolvieron la alegría a esta bella tierra con el correr del agua en las acequias y los molinos. Herederos de estos repobladores sacrificados y tenaces, son sus actuales habitantes, gente franca y abierta, alguno de los cuales sigue cultivando la tierra.

Es recomendable un paseo por las pintorescas calles y tinaos de Pórtugos, salir al campo por cualquiera de los numerosos caminos tradicionales que tiene, y sobre todo, bajar a Fuente Agria, un manantial de aguas ferruginosas donde podemos admirar una cascada conocida como el Chorrerón. Es un paraje atractivo, bajo la sombra de unos castaños, junto a la Ermita de la Virgen de las Angustias.

Celebra Pórtugos sus fiestas en octubre, en honor de la Virgen del Rosario, también a San Sebastián.

INICIO SENDERO 7/ • PÓRTUGOS

Comienza el itinerario en Pórtugos, saliendo del pueblo por la calle Eras, que nos conduce al Camino de la Sierra a través del Barranco de los Castaños. Un impresionante castañar nos acompaña en el inicio de la subida. Merece la pena detenerse bajo la sombra de estos extraordinarios árboles, tan bellos como útiles. De su madera estan hechas las puertas y ventanas, las vigas y mesas de las casas alpujarreñas. Su fruto, tan nutritivo, alivió las hambrunas pasadas. Ahora pasan los castaños una mala época, con el abandono de cultivos y riegos, de los que tanto dependen. Los más viejos tienen alguna leyenda asociada.

Al salir del castañar continuamos caminando en paralelo a la acequia de Pórtugos (1), atravesando bancales, algunos de los cuales siguen cultivándose, sobre todo los más cercanos al pueblo. Las acequias y los bancales son los auténticos protagonistas del paisaje alpujarreño. Si no fuera por las acequias o sus intencionadas filtraciones que los lugareños practican desde hace siglos,  no habría apenas manantiales ni fuentes en los pueblos y zonas bajas de la Sierra.

Más adelante se atraviesa una pista de tierra, dejando atrás el área de cultivos, y nos adentramos en  un encinar y robledal, de pequeño porte, que se recupera de antiguos incendios. Proliferan las vistosas y pinchudas aulagas, las rascaviejas y numerosas aromáticas (cantueso, mejorana, tomillo...). Estamos dentro de los límites del Parque Natural de Sierra Nevada.

El camino va remontando el encinar y robledal, en paralelo al Barranco del Río Bermejo, y se va destacando el puntal rocoso de Tajo de Cortés, al otro lado del barranco. Después de más de una hora, aproximadamente, de subida, alcanzamos por fin el Área Recreativa de Pórtugos (2), situada a 1.700 metros de altitud. Desde aquí, podemos  bajar unos metros para admirar la cascada del Río Bermejo, que se precipita por un canuto rocoso espectacular. En este fresco paraje hay un nacimiento de agua donde podemos abastecernos.

Volvemos a la zona recreativa para ascender por un carril hasta la pista forestal que comunica Capileira con Trevélez. Seguimos a la izquierda esta amplia pista, pasando el puente sobre la Junta de los Ríos, donde se unen, un poco más arriba, los barrancos del Jabalí y las Chorreras, que dan lugar al Río Bermejo.

Si nos asomamos, con precaución, al puntal rocoso del Tajo de Cortés, podemos disfrutar de una atractiva panorámica de la zona. Observamos cuatro planos diferentes de paisaje. En el primero, debajo del robledal,  los cultivos de regadío de los pueblos y el Barranco del Río Trevélez, a donde van a parar los arroyos de esta zona de la Sierra. En segundo plano, la Sierra de Mecina o Campuzano, con las minas de hierro del Conjuro, a la izquierda, y el Cerro Corona (1.378 m). A continuación, la alineación montañosa de las sierras pre-litorales de la Contraviesa y la mole caliza de la Sierra de Lújar (1.870 m). Y en último plano, el Mediterráneo. Las montañas del norte de África se llegan a ver en los días nítidos y bastante más arriba de donde estamos.

Retomamos el itinerario siguiendo unos 400 metros la pista forestal en dirección a Capileira, dejándola para bajar a la izquierda por la vereda de Pitres (3), en cuyo término municipal nos encontramos ahora. El descenso rápido por el encinar, nos aproxima de nuevo al Barranco del Río Bermejo, en su margen derecha. Cuando llevamos una media hora de bajada, nos sorprende la Acequia de las Ventajas (4), que lleva el agua, sin apenas pendiente (a una cota de 1.500 m), hacia los cultivos del pueblo de Pitres. El arbolado que acompaña a esta ingeniosa conducción de agua, se beneficia de la misma y presenta un considerable grosor. El sendero cambia radicalmente en cuanto entramos en el castañar y es una delicia caminar bajo su sombra. Pequeños cortijos y cultivos nos salen al paso en el paraje de las Lomillas. Alcanzamos, poco después la zona de los Aylacares, una antigua población que hace siglos tuvo su propia parroquia. El itinerario sigue una pista, pasando por algunos cortijos rehabilitados. Después de pasar un cortijo ganadero abandonamos la pista. Si contamos con  tiempo, merece la pena acercarse a la encantadora alquería de Capilerilla, pues conserva muy bien la tipología constructiva alpujarreña. Para ir a este pequeño pueblo, tendríamos que seguir la pista que llevamos y tomar luego a la derecha  la carreterilla que sube desde Pitres.

Continuamos el descenso, ya por vereda, cruzando antiguos bancales hasta llegar a una bifurcación, donde se toma a la izquierda para bajar  al puente del Río Bermejo en la Carretera de la Alpujarra. A unos 50 metros pasado el puente, abandonamos el asfalto para desviarnos a la izquierda por un camino señalizado que nos llevará en ascenso, bajo la sombra de antiguas moreras, a un cruce de una pista que tomaremos a la izquierda. Siguiendo este cómodo camino alcanzamos en unos minuto el pueblo de Pórtugos, donde finaliza el recorrido.

FIN SENDERO 7/ • PÓRTUGOS

EQUIPAMIENTOS DE USO PÚBLICO //////////

PUNTO DE INFORMACIÓN DE PAMPANEIRA. Información y orientación al visitante, venta de libros y mapas. Actividades deportivas de naturaleza, excursiones guiadas.

Plaza de la Libertad, s/n. Telf.: 958 763 127 / Fax: 958 763 301.

nevadensis@arrakis.es y guias@nevadensis.com

Horario: Martes a sábado de 10:00 – 14:00 / 16:00 – 18:00 h; domingo y lunes de 10:00 – 15:00 h.

PUNTO DE INFORMACIÓN EN CAPILEIRA. Servicio de Interpretación de Altas Cumbres. El Servicio de Interpretación Ambiental de la Zona de Altas Cumbres (SIAC) se ofrece al visitante en los meses estivales y consiste en recorridos que se realizan en microbús, acompañados de un guía, que con sus explicaciones facilita el conocimiento de las características más relevantes de este entorno privilegiado, el Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada, ofreciendo al visitante un agradable paseo por la historia, el medio físico, el paisaje y la biología de Sierra Nevada y en especial de la parte alta del macizo.Telf.: 958 763 127 / pi.capileira.cma@juntadeandalucia.es

OTROS EQUIPAMIENTOS //////////

ÁREA RECREATIVA DE PÓRTUGOS (TAJO DE CORTÉS) • ÁREA RECREATIVA DE FUENTE AGRIA (EL CHORRERÓN) • SENDERO SULAYR GR-240 • SENDERO GR-7 • SENDERO MEDIEVAL PÓRTUGOS-JUVILES.

Acequia de Pórtugos. Archivo del P.N. Sierra Nevada

 

Robles y encinas sobre los pueblos de Pórtugos y Pitres. Foto cedida por J. Manuel Castilla

Vista de Capilerilla. Foto cedida por J. Manuel Castilla

Pórtugos: calle de subida a la sierra. Archivo P. N. Sierra Nevada

OTROS LUGARES DE INTERÉS //////////

LA ALPUJARRA, PAISAJE CULTURAL. La Alpujarra es un ejemplo excepcional de paisaje modelado por el hombre durante siglos. Ello ha sido posible gracias a la extensa y compleja red de acequias, la agricultura aterrazada, la peculiar trama urbana y la arquitectura tradicional de sus pueblos, unido a una orografía surcada de ramblas, ríos y barrancos. A ello se añade un patrimonio inmaterial de gran riqueza expresado en la tradición oral, los usos agrícolas o la gestión social del agua. Este conjunto de valores naturales y culturales ha motivado el inicio del camino para la inclusión de la Alpujarra en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Esta iniciativa cuenta con el apoyo unánime de ciudadanos e instituciones, que trabajan con ilusión para que esta hermosa tierra tenga este prestigioso reconocimiento.

El SITIO HISTÓRICO DE LA ALPUJARRA MEDIA Y LA TAHA comprende una amplia área geográfica de la comarca de la Alpujarra, en la provincia de Granada, precisamente la que mejor conserva los valores típicos alpujarreños. Es una figura de protección jurídica de carácter patrimonial, cuya finalidad es conservar el patrimonio histórico de la zona, similar a la de Parque Natural. Junto con el limítrofe Conjunto Histórico del Barranco del Poqueira, conforma el conjunto de patrimonio histórico protegido más grande de toda Europa. El Sitio Histórico abarca una superficie total de 143 km2 de la zona central de la comarca de la Alpujarra de Granada. Se extiende básicamente por los municipios de La Taha, Pórtugos, Busquístar, Cástaras, Juviles, Lobras, Bérchules, Cádiar, Almegíjar y Torvizcón, aunque también afecta de forma más o menos extensa a Trevélez, Murtas, Albondón, Rubite, Polopos, Órgiva, Turón, Bubión y Capileira. Se compone de 32 áreas o elementos declarados BIC (Bien de Interés Cultural), con una superficie total de 711 ha, y de una amplia área de entorno de protección, que abarca 13.574 ha.

LA TAHÁ. Heredera de la antigua Taha de Ferreira, su nombre hace alusión a la abundancia de hierro, que se refleja en los manantiales de aguas ferruginosas. Recientemente esta zona de la Alpujarra Media y la Taha han sido declarados como Sitio Histórico, y cuenta con numerosos elementos de interés cultural. Forman la Taha los pueblos de Pitres, donde está el Ayuntamiento (con su anejo de Capilerilla) y los lugares de Ferreirola, diminutivo de Ferreira, su nombre equivale a “pequeña mina de hierro”. Casi oculta por su emplazamiento entre barrancos, sólo la torre de su iglesia nos advierte su presencia. La calidad de sus fuentes como Fuente Paula, Aguagria o La Gaseosa es excepcional.  Atalbéitar o “barrio del veterinario” en árabe. Situado bajo el poblado mozárabe de la mezquita de Busquístar, permanece hoy como uno de los lugares que mejor han conservado el tipismo de la construcción en La Alpujarra. Y Mecina-Fondales formado por tres pequeñas poblaciones: Mecina, Mecinilla y Fondales. Merece la pena visitar cualquiera de ellas, sobre todo andando, ya que existen numerosos senderos señalizados que las unen. Estos caminos seculares que nos llevan de pueblo en pueblo, también bajan al Río Trevelez para cruzarlo por puentes medievales, y subir luego por las sinuosas sendas (llamadas “escarigüelas”) de la otra vertiente, como la que sube a los baños de Panjuila o la que va a Órgiva a través del GR-142.

Los pueblos de la Taha están en general muy bien integrados en su medio natural y conservan aceptablemente su arquitectura tradicional. Este hecho la convierte en enclave preferido de viajeros y artistas que reflejan en sus cuadros un escenario bucólico.

Un evento curioso que se celebra anualmente en el municipio es el programa de “Música en las montañas”, con una serie de conciertos al aire libre, en sitios tan sugerentes como la eras.

PITRES. Cabeza de la antigua Taha de Ferreira, Pitres comparte con el resto de pueblos del lugar un emplazamiento ideal, bien orientado, protegido por la Sierra de los vientos del norte, bajo un denso encinar. Y para mejorar más aún su situación, se hizo traer el agua de la cuenca del Poqueira, a través de las preciosas acequias Alta y Baja, para regar sus fértiles bancales. Así, las aguas del mismo Río Mulhacén, que no le corresponden geográficamente, se esparcen desde la enorme balsa del Haza del Cerezo, por los cultivos de la Taha.

Un recorrido a pie obligado es subir a la aldea de Capilerilla, por encima del pueblo, por un camino de bancales y castaños que nos sumergirán en el escenario auténtico de la Alpujarra. Apenas nos llevará una hora.

A la entrada del pueblo, nos llama la atención la presencia de una barca pequeña y un ancla, algo extraño al paisaje montañoso alpujarreño. Pero todo tiene su explicación. Y es que sus habitantes tienen reconocida fama de socarrones, como lo demostraron en cierta ocasión cuando  se les ocurrió pedir a un gobernante local la concesión de un puerto de mar. Esta extravagante solicitud –Pitres se encuentra a gran altitud sobre el nivel del Mediterráneo– les valió a sus autores el sobrenombre de bárbaros. Pero en lugar de tomárselo a mal, los vecinos han creado un divertido y disparatado programa de fiestas, durante las cuales ‘plantan’ sardinas en los bancales y las riegan para que crezcan gordas y jugosas.

La Taha está declarado como municipio ecológico, un importante compromiso con el medio ambiente, tan importante de respetar en la comarca de la Alpujarra.

BUSQUÍSTAR. El pueblo de Busquistar está en un enclave privilegiado, tendido a lo largo de la loma que baja al Río Trevélez, sus viviendas están bien integradas en el entorno natural.

Frente al pueblo, al otro lado del Río Trevélez, vemos las antiguas minas de hierro del Conjuro, explotadas desde la época romana, y en actividad hasta hace solo unas décadas.

Pocos pueblos como Busquistar tienen tantas posibilidades para practicar el senderismo por el entorno. Podemos caminar hasta cualquier pueblo de alrededor siguiendo sendas tradicionales o caminos de herradura. De esta forma, tenemos recorridos tan atractivos como el que va a Ferreirola y luego por Atalbéitar vuelve a Busquistar. O el de la Ruta Medieval al Portichuelo de Cástaras.

 

PERFIL DEL RECORRIDO

Cómo llegar/

Por la Autovía de la Costa Tropical (A-44) en dirección Motril o dirección Granada, tomar el desvío a Lanjarón-Las Alpujarras. Una vez atravesamos Lanjarón nos encaminamos en dirección a Órgiva y justo antes de llegar al pueblo tomamos el desvío a Pampaneira, por la GR-421. Pasado Pampaneira seguimos en dirección a Pitres y a continuación se encuentra Pórtugos.

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