Life Agromitiga

| Media: 0.0 | Votos: 0

Logotipos Life y Agromitiga

El proyecto Life Agromitiga persigue contribuir a la transición hacia un sistema agrario hipocarbónico, aportando resultados validados, aplicables a los compromisos de la UE en las alianzas globales climáticas.

Los principales objetivos de proyecto son: 

  1. Mejorar el estado de conocimiento sobre los contenidos de carbono en el suelo.
  2. Diseñar e implantar una metodología de cálculo de huella de carbono para la fase agronómica de los cultivos, integrable en las normativas internacionales de verificación y cálculo de huella de carbono.
  3. Desarrollar una herramienta tecnológica que permita evaluar y cuantificar el incremento de carbono debido a mejores prácticas en los suelos, que sirva de base para el desarrollo y seguimiento de políticas ligadas al cambio climático y comercio de emisiones. 
  4. Demostrar la capacidad de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de la Agricultura de Conservación en la Cuenca Mediterránea. 
  5. Demostrar la capacidad de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de la Agricultura de Conservación en la Cuenca Mediterránea. 
  6. Difundir y transferir la experiencia adquirida y la filosofía de manejo de suelo a zonas similares del Mediterráneo. 
  • Socio coordinador:  Asociación Española de Agricultura de Conservación suelos Vivos.
  • Socios Beneficiarios: ASAJA Sevilla, ECAF (European Conservation Agriculture Federation), Consejeria de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía azul (CSMAEA), IFAPA (Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, Universidad de Córdoba.

logotipos de los socios participantes en el proyecto

El proyecto LIFE Agromitiga engloba un total de 24 acciones a llevar a cabo durante 4 años. Dichas acciones contemplan tareas de tipo técnico, encaminadas a la implantación de técnicas de Agricultura de Conservación para el secuestro de carbono y su inclusión en una metodología de cuantificación de Huella de Carbono, así como la realización de una App para evaluar a través del móvil el contenido de carbono en los suelos agrícolas. Asimismo, también hay acciones de gobernanza y de difusión con la celebración de jornadas, cursos y congresos. 

Durante esta fase se identificaron las prácticas de Agricultura de Conservación a testear, tanto en cultivos herbáceos como en cultivos leñosos, para verificar su capacidad de mitigación al cambio climático. Además se realizó una sectorización de la región en la que se implantaron las fincas demostrativas, de cara a identificar el potencial del suelo para fijar carbono. Una vez realizada la sectorización, se seleccionaron 35 fincas en Andalucía y en 3 países de ámbito mediterráneo donde se realizaron las acciones de implantación. 

Durante esta fase se realizó la implantación de las prácticas de Agricultura de Conservación y se realizó el seguimiento del contenido de carbono en el suelo y de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en la red de fincas establecida, evaluando sus ganancias respecto a sistemas de manejo convencionales. Además, se ha desarrollado una App, que con la imagen tomada por la cámara del móvil, calcula el contenido de carbono en los suelos agrícolas. Por otro lado, se ha establecido un Plan de Gobernanza para facilitar la participación e implicación de los agentes del sector en el proyecto. 

Paralelamente a la fase de desarrollo, se han acometido  acciones de comunicación y difusión para dar visibilidad al proyecto y a los resultados alcanzados en el mismo, realizandose reuniones con diversos agentes del sector y con responsables de las políticas agrarias y de medio ambiente a nivel regional, nacional y europeo. 

  • Inicio del proyecto: 1 de septiembre de 2018
  • Fin del proyecto: 29 de febrero de 2024

Aunque han sido 2 las acciones acometidas, ambas están íntimamente relacionadas, constituyendo la primera de ellas la fase inicial de la segunda.

Mapa de carbono orgánico en el suelo, de 0 a 30 cm.

En esta acción se ha llevado un análisis territorial, que teniendo en cuenta los principales factores que pueden influir en los contenidos de carbono orgánico en el suelo (COS), ha servido como base para seleccionar los lugares donde localizar las explotaciones donde implementar las prácticas mitigadoras, representando los ambientes productivos mayoritarios del uso agrícola de la región.

Igualmente, la sectorización se ha constituido como la base para distribuir las parcelas de muestreo en las que se ha determinado los contenidos puntuales de carbono orgánico (CO) utilizados en la actividad D2.

Mapa de carbono orgánico en el suelo, de 30 a 60 cm.

El carbono orgánico en el suelo, como parte integrante de la materia orgánica,  desempeña un importante papel. Su contenido contribuye a mejorar la estabilidad de sus agregados, aumentando la porosidad y la circulación del aire y del agua, favoreciendo la capacidad de retención de agua y la fertilidad gracias a su alta capacidad de adsorción e intercambio iónico.

Su contenido tiene un carácter dinámico, condicionado en gran medida por su manejo y dedicación de uso, pudiéndose constituir el suelo como un captador de carbono atmosférico, contribuyendo así a mitigar los gases de efecto invernadero asociados al cambio climático.

Por contra, la disminución de su contenido en el suelo, no solo empeora sus características fisico-químicas, sino que contribuye al cambio climático al generarse CO2 por el metabolismo microbiano en su descomposición.

El conocimiento de los niveles de COS es una tarea compleja, su alta variabilidad espacial hace que su determinación mediante observaciones directas en territorios extensos resulte difícilmente abordable por su alto coste económico y, sobre todo, temporal.

Con objeto de soslayar este inconveniente se ha realizado un muestreo limitado a 684 puntos significativos de los territorios agrícolas de la región, que junto con el auxilio de las nuevas tecnologías de mapeo digital, nos han permitido correlacionar contenidos de CO de esas observaciones directas con distintas variables ambientales determinadas en las mismas posiciones,  para así, obtener modelos de predicción y utilizarlos para extender la información del contenido de COS a otros puntos del territorio.

El empleo de estas técnicas novedosas nos han permitido obtener dos mapas de contenidos medios en %  de CO a dos profundidades:  0 -30 cm y 60- 30 cm, complementados  por otros dos, uno para cada profundidad, donde se refleja el grado de incertidumbre (expresada en la mismas unidades que el contenido) que presentan los modelos de predicción seleccionados.

Estos resultados son válidos para obtener una visión regional de los niveles de COS, siendo especialmente útiles para establecer patrones de comportamiento a escala comarcal, alimentar modelos de evaluación o establecer simulaciones de comportamiento. No son válidos para emplearlos a escala local ya que debido a la alta variabilidad espacial de los contenidos de COS, el número de muestras necesario hubiera sido inviable tomarlo dentro del horizonte temporal de este proyecto.