Los mencionados organismos de investigación son los que actuarán como centros temáticos de excelencia para el estudio de la biodiversidad en diferentes ecosistemas según la especialidad de los distintos grupos de investigación involucrados. Los organismos participantes son los siguientes: Universidad de Almería, Universidad de Cádiz, Universidad de Córdoba, Universidad de Huelva, Universidad de Jaén, , Universidad de Málaga, Universidad de Sevilla, Universidad Pablo de Olavide, el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía, IFAPA y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial INTA.
LifeWatch ERIC, primer consorcio de infraestructuras de investigación europeas que acoge España y en particular con sede en Andalucía, en Sevilla, lidera la generación de la e-infraestructura científico técnica basada en el uso de las más novedosas tecnologías de la información y la comunicación, orientadas a la generación, integración, creación de servicios y entornos virtuales de trabajo sobre la biodiversidad y los ecosistemas europeos, según los estandares de normalización de los datos y la información, establecidos por el propio consorcio.
La Universidad de Almería (UAL), a través del Centro Andaluz para la Evaluación y Seguimiento del Cambio Global (CAESCG) estudiará la biodiversidad de los ecosistemas de climas deserticos y subdesérticos, y analizará su evolución con el fin de detectar y comprender las consecuencias del cambio climático, los cambios de uso del suelo y los cambios demográficos y productivos sobre los ecosistemas y las contribuciones al bienestar. La propuesta de la UAL plantea el estudio y seguimiento de los ciclos de carbono y agua, y el balance de energía en dos ecosistemas modelo, propios de las zonas áridas del sureste ibérico: los matorrales-espartales, y el azufaifar, un ecosistema cuya dependencia de las aguas subterráneas lo convierte en una herramienta muy útil para evaluar el impacto del cambio climático sobre los acuíferos. Junto a estas acciones se generará también una infraestructura de datos satelitales para informar de los cambios en el funcionamiento y los servicios de los ecosistemas. En todos los casos, se derivarán indicadores para evaluar el impacto del cambio global sobre los ecosistemas y el sector productivo andaluz.
La Universidad de Cádiz (UCA) liderará el Centro Temático de Excelencia sobre Biodiversidad Marina y Movimiento Animal un espacio donde tendrán cabida todos los grupos que investigan en este ámbito, no solo de la UCA sino también de otras universidades y centros de investigación a través, especialmente, de las alianzas establecidas desde la agregación científica más potente especializada en los estudios marino-marítimos, el Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEIMAR) que, coordinado por la UCA, ha impulsado en Andalucía la plataforma por la Economía Azul para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. En este sentido, el proyecto contempla poner en marcha el Observatorio de la Biodiversidad en el Estrecho de Gibraltar, una infraestructura virtual de información a través de una serie de sensores e indicadores para monitorizar los efectos del cambio global sobre la biodiversidad marina y las migraciones animales, usando el Estrecho de Gibraltar como punto clave que se desarrollará desde el INMAR con el apoyo del CEIMAR.
La Universidad de Córdoba (UCO) contribuye al proyecto generando datos continuos y fiables a diferentes escalas espaciales, en relación con la influencia del Cambio Global en la biodiversidad de los ecosistemas de Sierra Morena para facilitar su viabilidad ambiental, social y económica, mediante el Observatorio del Bosque Mediterráneo. El Observatorio recogerá datos de fenología, estado fisiológico, morfología, dinámica, productividad, polinización, sanidad, niveles de riesgo (incendios, plagas, enfermedades), incluyendo la fauna silvestre y cinegética, así como información relativa a los suelos, ciclos hidrológicos y variables meteorológicas. Las actuaciones se ejecutarán a través de 13 Grupos de Investigación de la ETSIAM, Facultad de Ciencias y Facultad de Veterinaria. La creación del Observatorio de Sierra Morena permitirá una mayor capacidad de adaptación de los socio-ecosistemas al Cambio Global reforzando sus capacidades para la mitigación de sus efectos. Esta generación y trasferencia de conocimiento tendrá un importante impacto socio-económico positivo en las áreas de influencia, reforzará el Centro de Computación de la UCO y fomentará relaciones entre instituciones científicas con carácter multidisciplinar a nivel regional, nacional e internacional.
La Universidad de Huelva (UHU) es la encargada del seguimiento de los ecosistemas del litoral atlántico, más concretamente, en los ecosistemas hídricos de la provincia de Huelva, en la presencia de polen y esporas de hongos en la atmosfera, mediante la instalación de captadores automáticos de detección en los ecosistemas costeros atlánticos, y caracterizar los sistemas forestales de la provincia mediante generación de cartografía y caracterización mediante la tecnología LiDAR de la estructura horizontal y vertical de los ecosistemas forestales y su influencia en la biodiversidad.
La Universidad de Jaén (UJA) participa en el proyecto INDALO con la creación de estaciones para la monitorización continua de procesos de cambio climático y biodiversidad en bosques de las Sierras Subbéticas andaluzas, que se engloban en el Observatorio de Cambio Global de las Sierras Subbéticas (OCGSS), que formará parte del Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía (IISTA). Tres estaciones estarán situadas en la Sierra Sur de Jaén y otras tres en la Sierra de Segura. Cada estación estará dotada de sensores para la medición del flujo de gases de efecto invernadero (CO2), radiación solar y variables meteorológicas, así como cámaras fotográficas para el seguimiento del ciclo anual de la vegetación. La flora, fauna y procesos ecológicos del entorno de cada estación serán estudiados de forma periódica, in situ y mediante el análisis de imágenes de satélite, para documentar a largo plazo posibles modificaciones en procesos clave, para el funcionamiento de estos ecosistemas y el mantenimiento de su biodiversidad.
La Universidad de Málaga (UMA) participará en este proyecto europeo a través del Instituto de Geomorfología y Suelos (IGS UMA), el Centro de Hidrogeología (CEHIUMA) y el Centro Temático Europeo (ETC-UMA). En concreto, sus investigadores abordarán los ecosistemas de humedales y de suelos y apoyarán la transferencia de información a repositorios de datos europeos, como la Agencia Europea de Medio Ambiente.
En primer lugar, el trabajo del CEHIUMA y ETC-UMA se centrará en la gestión de los humedales andaluces a partir series de datos de información hidrológica e hidrogeológicas, que permitirán conocer de forma precisa su funcionamiento hídrico y cuantificar cada uno de los elementos que intervienen en su balance, incluido las entradas y salidas subterráneas. Este seguimiento de datos se combinará con otro de imágenes de satélite de alta resolución temporal y espacial.
En segundo lugar, el IGS UMA contribuirá con la caracterización espectral de las coberturas terrestres, obteniendo información necesaria para la calibración y validación de datos satelitales, así como la identificación de rangos de longitud de onda útiles para la identificación, determinación y análisis de procesos de las distintas cubiertas del paisaje.
La contribución de la Universidad de Sevilla (US) al proyecto Indalo se plasma en tres elementos fundamentales. El primero de ellos es la red de observatorios para la integración espacial de las variables demográficas, espacios urbanos e infraestructuras y cálculo de indicadores de impacto y vulnerabilidad en los ecosistemas costeros: costa de Andalucía. La Universidad de Sevilla también aporta la plataforma para el análisis de los factores indirectos y pautas que inciden en el cambio global y en sus efectos sobre el medio ambiente y la sostenibilidad territorial. Desde esta plataforma se estudiarán procesos demográficos, económicos, científico-técnicos y socioculturales, la efectividad de las instrumentos de gobernanza en el seguimiento, control y minimización de sus efectos negativos, así como el grado de conocimiento y sensibilización de la sociedad.
Por último, estará presente a través de la Red de Observatorios de Calidad del Agua Embalsada (ROCAE). Esta herramienta pretende obtener un flujo de información continua, analizando diversas variables ambientales, desde los seis reservorios de agua que abastecen el área metropolitana de Sevilla. Estos datos permitirán evaluar cada uno de estos compartimentos, al mismo tiempo que se detectará cómo influyen uno sobre otros, al estar cinco de ellos conectados. Esta información permitirá predecir e inferir variaciones en la biodiversidad asociada y realizar comparaciones a media y gran escala geográfica.
La Universidad Pablo de Olavide (UPO) pondrá en marcha el Centro de Excelencia en Genómica y Análisis de la Biodiversidad (CEGAB), un sistema tecnológico de generación y sistematización de daos de metagenómica medioambiental que estará vinculado con la e-infraestructura LifeWatch. El objetivo de CEGAB es la obtención y análisis del ADN presente en un ecosistema para sistematizar la evaluación de su biodiversidad de forma no invasiva, monitorizando especies difíciles de muestrear e incluso especies no descritas. Para ello, CEGAB integra laboratorios de secuenciación microbiológica, animal y vegetal, con unidades de bioinformática y de e-biodiversidad. Este centro contempla, además, espacios dedicados a la transferencia de tecnología y a la formación. Este nuevo espacio de investigación en genómica está por lo tanto encaminado a desarrollar todo este proceso de reconocimiento del entorno. Desde la recepción y procesado de muestras ambientales de origen animal, vegetal o del medio (suelo, agua o aire), la posterior secuenciación y análisis bioinformático, hasta su integración junto con la información físico-química (con datos referentes a pluviometría, temperatura, humedad, acidez…) en un modelo de datos estandarizado dentro de la e-infraestructura europea LifeWatch.
En este sentido el análisis genómico y metagenómico supone una herramienta de gran valor para las administraciones encargadas de la conservación de entornos naturales, agricultura y de gestión ambiental. Y dentro del miso el uso de biomarcadores de ADN constituye una metodología muy potente para monitorizar parámetros como calidad de agua y de aire, estado sanitario de suministros, proyectos de restauración del medio o del impacto ambiental de actividades humanas.
El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), concienciado con el cambio global, coordina el estudio de los ecosistemas agrarios y pesqueros andaluces por medio de la creación de una red de observatorios de seguimiento del impacto del cambio climático y la biodiversidad. Se han definido 8 ecosistemas que son los siguientes: olivar, frutos secos, cultivos herbáceos extensivos, horticultura intensiva, frutos rojos, agricultura del Bajo Guadalquivir, dehesa y reserva pesquera en el Guadalquivir.
La red de observatorios estará dotada con equipos de medida de última generación, permitiendo un acceso en tiempo real a la información obtenida por los sensores. Para lograr este fin, se desarrollará una plataforma de visualización integrada en un Sistema de Información Geográfica. Esta plataforma será la base para el estudio del impacto del cambio climático sobre la biodiversidad en los sistemas agrícolas y pesqueros andaluces, constituyéndose en una herramienta de referencia a nivel mundial.
El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial “Esteban Terradas” (INTA) contribuye con el desarrollo del proyecto diseñando e implementando sistemas de generación, almacenamiento y gestión de energía renovable para módulos flotantes de monitorización de ecosistemas de masas de agua embalsadas, en el marco de la Red de Observatorios de Calidad del Agua Embalsada (ROCAE). Adicionalmente, se encarga del mantenimiento de la instrumentación en la Estación de Sondeos Atmosféricos El Arenosillo para la medida de gases traza (ozono, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono y dióxido de azufre) con implicaciones en calidad del aire y cambo climático; y de parámetros meteorológicos de superficie (temperatura, humedad relativa, presión, velocidad y dirección del viento)
La Consejería de Innovación, Universidad e Investigación participa, a través de la Agencia Andaluza del Conocimiento (AAC), contribuyendo al desarrollo del proyecto asumiendo el compromiso de realizar acciones de difusión e internacionalización del proyecto, además de jornadas de transferencia de tecnología.
