Para la producción de los bienes que utilizamos se gasta una parte importante de la energía que se obtiene de los combustibles fósiles (petróleo, carbón o gas). Por eso, tener en cuenta la contribución al cambio climático de los distintos productos y decidir comprarlos o no, puede ser una herramienta eficaz para disminuir las emisiones de Gases Efecto Invernadero a la atmósfera.  

Así, entre otros criterios, podemos tener en cuenta:

• Recordar que cada cosa que consumimos lleva implícito un coste de materiales y energía. Comprar sólo lo que necesitemos.
• Utilizar criterios de compra responsable.
• Comprar productos producidos y elaborados cerca del lugar donde se vive, evitando el coste energético de su desplazamiento.
• Comprar en pequeñas superficies o en las tiendas de barrio evitando usar el coche para desplazarse en las compras.
• Evitar los productos con demasiados envoltorios, tienen un mayor coste energético.
• Comprar productos ecológicos, son más saludables, menos dependientes de los combustibles fósiles y no se usa para su producción fertilizantes nitrogenados.
• Simplificar voluntariamente los niveles de consumo y servicios que utilizamos, identificando nuestras necesidades reales y procurando no generarnos necesidades artificiales.