Reducir nuestros residuos:
Muchos de los productos que producimos se convierten pronto en residuos. La vida útil de las cosas que usamos cada vez tiene ciclos más cortos y esto está provocando la generación masiva de residuos.
Cada año la gestión y tratamiento de residuos representa el 2,9% de la emisión total gases de efecto invernadero, con un aumento del 64% respecto al año 1990, siendo la emisión de metano la más importante.
Para minimizar el impacto de los residuos en relación al cambio climático, podemos:
- Repensar nuestras necesidades para adquirir solo los bienes necesarios, reduciendo de esta forma la cantidad total de residuos.
- Rechazar aquellos productos que no puedan ser reciclados o su reciclaje sea muy costoso energéticamente.
- Recuperar y reutilizar los objetos en desuso, alargando al máximo su vida útil.
- Separar adecuadamente los residuos en casa para facilitar el reciclaje de los mismos.
- Gestionar correctamente los residuos tóxicos y peligrosos (pilas, pinturas, material informático, electrónico, etc) a través de gestores autorizados y puntos limpios.
- Compartir las cosas con otras personas y donar aquello que se use.
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