El papel de la Junta de Andalucía como parte de su actividad administrativa

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¿Qué hace la Administración andaluza para impulsar la custodia del territorio?

La Consejería también impulsa la custodia del territorio desde su labor administrativa y legislativa, mediante la inclusión en la normativa de cuestiones relativas al fomento de este modelo de conservación, la creación de líneas específicas de financiación, o la integración de la custodia en diferentes políticas sectoriales. Se recogen a continuación las acciones más destacadas en esta línea.

El punto de partida es la Estrategia andaluza de gestión integrada de la Biodiversidad, aprobada en 2011, que plantea el importante reto de reforzar la gestión compartida y la corresponsabilidad de todos en la conservación. Incluye distintos niveles de compromiso, desde fomentar la implicación de los agentes privados a favorecer la participación de variados actores sociales, implicando a todo tipo de entidades como instituciones científico-técnicas, organismos de investigación, redes de voluntariado ambiental, el tejido empresarial, organizaciones no gubernamentales o asociaciones ecologistas.

Si el objetivo es que la sociedad se implique en la conservación, es fundamental desarrollar mecanismos que apoyen a propietarios, gestores y usuarios del territorio, potenciando el protagonismo de los ciudadanos en la gestión. Todos somos parte fundamental en la gestión para la conservación, y como tales debemos actuar y colaborar. Este concepto es la gobernanza, que ya tiene en Andalucía numerosos instrumentos para su puesta en marcha que potencian la implicación social.

El papel de la Junta de Andalucía como parte de su actividad administrativa

Dehesa de Bucaré (Alcalá de Guadaira, Sevilla)

Las Reservas Naturales Concertadas, figura de protección del territorio contempladas por la legislación autonómica en materia de Espacios Naturales Protegidos, que implican un alto grado de participación de los propietarios y gestores de las tierras en la conservación de la biodiversidad, mediante los oportunos acuerdos o convenios con la administración.

Las Reservas ecológicas, fomentadas por la Consejería en terrenos o masas de agua en los que, con la finalidad principal de la conservación y desarrollo de las especies silvestres, se realiza un aprovechamiento compatible de carácter educativo, cultural, científico o de ocio, con o sin ánimo de lucro. En el momento de su creación, en el año 89 fueron una figura pionera de implicación de propietarios en la conservación.

El papel de la Junta de Andalucía como parte de su actividad administrativa

Red de voluntarios

Las Ayudas para el mantenimiento de la biodiversidad, que pretenden compatibilizar los intereses particulares con el mantenimiento de la biodiversidad, subvencionando actuaciones de fomento de la acuicultura continental, de conservación y mejora de las especies silvestres y sus hábitats, de mejora y fomento de corredores ecológicos, setos, sotos, etc., de mejora de explotaciones forestales en superficies agrarias, de gestión sostenible de los recursos cinegéticos y forestales, de recuperación de zonas húmedas y de áreas incendiadas, de prevención y lucha contra incendios.

Sus principales instrumentos de financiación son el Programa de Desarrollo Rural y los fondos FEADER.

Otra forma importante de implicación directa de la sociedad es el voluntariado ambiental, por su trabajo a través de asociaciones en su labor de concienciación y divulgación del conocimiento que se desarrolla en el marco de estas actividades.

Destacan los programas de participación de voluntarios en el Litoral Andaluz y en Espacios Naturales Protegidos, a través de la cuales la población puede implicarse en labores de mejora y conservación de la biodiversidad y el capital natural.

El Pacto Andaluz por el Lince y el Pacto Andaluz por la Dehesa son iniciativas de implicación social que surgen por acuerdo del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía y que tienen como fin involucrar a toda la sociedad andaluza en los objetivos de conservar estas especie y ecosistemas. Posibilitan la colaboración y adhesión de instituciones, entidades sociales y ciudadanía en general.

Ambos pactos suponen compromisos para los firmantes de cara al cumplimiento de sus objetivos y principios de participación en las actuaciones e iniciativas que contemplan.

Dentro de la Red Natura 2000 también se fomenta la participación ciudadana, concretamente en los Planes de Gestión de las Zonas de Especial Conservación se incluyen medidas como la Promoción, mediante la firma de convenios de colaboración, de la implicación y participación de las entidades de custodia del territorio en actuaciones y programas para la gestión de las especies relevantes y los HIC en fincas privadas.