Los parques naturales en general, y en concreto el Parque Natural Sierra Mágina, tiene una serie de características que lo hacen un espacio singular que cuidar y mantener para asegurar su futuro. La “no intervención del hombre” es un principio que impera en estos parajes, priorizando y permitiendo que impere el libre desarrollo de los procesos de la naturaleza. 

Pero también se busca ofrecer a la ciudadanía la posibilidad de su uso y disfrute, bajo una perspectiva respetuosa con el medioambiente, promoviendo la sensibilización y la implicación en su cuidado. Detallamos a continuación algunas de ellas.

• Seguimiento de flora amenazada. Desde el Parque, junto con personal dedicado a la conservación de flora de la provincia, se lleva a cabo el seguimiento de las poblaciones de las especies de flora con mayor grado de amenaza. Entre otras, la Jurinea fontqueri, Crepis gratensis, Glandora nítida, Vicia glauca subsp jienensis, Delphinium fissum subsp. Sordidum, Rhodanthemum arundanum, Platycapnos saxicola, y Viola cazorlensis. Estos seguimientos permiten conocer la evolución de las poblaciones conocidas, y además, ampliar territorios no prospectados y ampliar la distribución conocida de estas especies.
• Seguimiento de fauna. En este parque se realiza el rastreo de la población y reproducción de águila real y águila de Bonelli, censos de anfibios, y sapo partero bético principalmente, en multitud de puntos de reproducción conocidos. Y aunque de una manera menos directa, de otras especies mediante fototrampeo.
• Recuperación y reproducción de la población de tejos. En altitudes superiores a los 1.700 m se ha actuado en una población de tejos muy antiguos, desconocidos hasta hace un par de décadas. Actualmente se encuentran casi la totalidad protegidos y bien desarrollados, así como se han realizado recolectas de semillas, germinación en vivero y plantaciones para reforzar la población natural existente.
• Mantenimiento y protección de vegetación frente a herbívoros. Especialmente en zonas tradicionalmente pastoreadas, se realizan actuaciones para la protección frente a herbivoría de arces de montpellier, encinas, quejigos, y además, la gestión de varios cercados construidos para Narcissus bugei, y Delphinium fissum. Unos vallados, que permiten mediante el aprovechamiento ganadero, eliminar la vegetación competidora durante la época que no tienen actividad vegetativa, y su protección durante la época reproductora para que puedan producir semillas.
• Actividades de educación ambiental. En colaboración con Agentes de Medio Ambiente desarrollamos diversas actividades con centros educativos, como charlas, rutas interpretadas, suelta de especies amenazadas recuperadas en el CREA, creación de un semillero de plantas forestales, plantaciones en áreas degradadas, etc.