Plan de recuperación y conservación de aves de humedales

| Media: 0.0 | Votos: 0

Grupo de fochas en un humedal

Focha

Los humedales albergan algunos de los ecosistemas de mayor productividad del planeta lo que implica que poseen una gran riqueza en términos de biodiversidad, pero también se trata de ecosistemas muy frágiles y sumamente sensibles a las alteraciones, como demuestra el hecho de que muchos de ellos han sufrido intensas transformaciones que en muchos casos han supuesto su desaparición total.

Históricamente muchos de estos espacios naturales han sido desecados para aprovechar sus recursos hídricos o para poner en cultivo las superficies inundadas. En Andalucía el ejemplo más significativo es, sin lugar a dudas, el caso de la laguna de La Janda, antaño un inmenso humedal localizado en una zona estratégica en las rutas migratorias entre Europa y África. Algo similar ocurrió en las marismas del bajo Guadalquivir que, en tan solo unas décadas, pasaron de ocupar más de 180.000 ha a tan sólo las 35.000 ha actuales.

Los humedales andaluces son tremendamente dinámicos desde el punto de vista ecológico y cuentan con una enorme riqueza y diversidad de especies y tipos de hábitats en el contexto Estatal y Europeo. Andalucía sólo alberga aproximadamente el 17% de los humedales españoles, aunque esta cifra representa el 56% de la extensión total de las áreas inundables. Esto se debe a la existencia de varios de los humedales de mayor extensión y emblemáticos de la Península Ibérica, las marismas del Guadalquivir y la Laguna de Fuente de Piedra. Esto permite que Andalucía presente una población significativa de aves acuáticas en el contexto europeo, tanto en términos poblacionales como en número de especies, por lo que las medidas de gestión aplicadas representan un importante apoyo tanto a las poblaciones ibéricas de acuáticas como a las europeas.

Algunas de las aves acuáticas más amenazadas encuentran refugio en los humedales andaluces, como la malvasía cabeciblanca, la cerceta pardilla, la focha moruna, el porrón pardo, el avetoro o la garcilla cangrejera. Pero además en Andalucía se encuentran importantes poblaciones de anátidas, unas 18 especies de patos y gansos que incluyen especies protegidas y cinegéticas, 10 especies de garzas, flamencos, calamones, somormujos, espátulas, moritos, limícolas y un sinfín de paseriformes asociados a los carrizales. Esta gran riqueza ornitológica es consecuencia directa de la situación biogeográfica, a caballo entre África y Europa, que permite la presencia de una comunidad de aves con especies de origen africano y otras de origen norteño. La presencia del Estrecho de Gibraltar es imprescindible para comprender esta riqueza ya que se trata de una zona de paso obligado para multitud de especies migratorias que aprovechan los humedales andaluces como puntos de refugio y áreas de descanso o repostaje durante los largos desplazamientos migratorios. Muchas de estas especies además eligen Andalucía para llevar a cabo su reproducción y, en algunos casos, la mayor parte de la población reproductora se localiza en humedales andaluces por lo que la gestión de estas zonas húmedas es clave para la conservación de estas especies.

El Plan para la Recuperación y Conservación de Aves de Humedales es aprobado por Acuerdo de 13 de marzo de 2012, del Consejo de Gobierno. Establece medidas de protección para una especie catalogada como vulnerable –el águila pescadora– y seis en peligro de extinción: el avetoro, la cerceta pardilla, el porrón pardo, la malvasía cabeciblanca, la focha moruna y la garcilla cangrejera. El ámbito del mismo abarca las 114 zonas húmedas incluidas en el Inventario de Humedales así como otros enclaves propicios para su nidificación.

La Comunidad Autónoma de Andalucía, a través del ; Decreto 23/2012, de 14 de febrero, por el que se regula la conservación y uso sostenible de la flora y fauna silvestre y sus hábitats, actualiza el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas aprobado por la Ley 8/2003, de 28 de octubre, y cataloga a las especies amenazadas incluidas en el presente Plan de la siguiente forma.

En peligro de extinción:

ESPECIE NOMBRE CIENTIFICO CATEGORIA DE AMENAZA
Avetoro Botaurus stellaris En peligro de extinción
Cerceta pardilla Marmaronetta angustirostris En peligro de extinción
Porrón pardo Aythya nyroca En peligro de extinción
Malvasía cabeciblanca Oxyura leucocephala En peligro de extinción
Focha moruna Fulica cristata En peligro de extinción
Garcilla cangrejera Ardeola ralloides En peligro de extinción
Fumarel común Chlidonias niger En peligro de extinción
Águila pescadora Pandion haliaetus Vulnerable

Todas las especies objeto del Plan se encuentran recogidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas cuya última actualización se realizó mediante el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero. Se incluyen como especies «en peligro de extinción»: focha moruna, porrón pardo, malvasía, avetoro, cerceta pardilla y fumarel común, y como «vulnerable»: garcilla cangrejera y águila pescadora. Actualmente cinco de estas especies de aves acuáticas se encuentran entre las quince más amenazadas de España: avetoro, focha moruna, cerceta pardilla, porrón pardo y águila pescadora.

Plan de recuperación y conservación de aves de humedales

Avetoro

En el caso del avetoro el declive prolongado fue más acusado en los años ochenta y noventa cuando llegó prácticamente a extinguirse. Actualmente en Andalucía se mantiene como reproductor sólo en Doñana, habiendo desaparecido de las Marismas del Odiel y de otros humedales de interior. Debido a su escasez y a la gran fluctuación de sus poblaciones, dependiente de los ciclos de sequía y el manejo del hábitat, marisma de ciperáceas básicamente, hacen que su distribución fuera de espacios protegidos sea casi testimonial. Hay que tener en cuenta que su carácter de migrador lo hace muy sensible a las condiciones ambientales en los lugares africanos de invernada, que pueden influir en los efectivos que regresan a criar a Europa.

Plan de recuperación y conservación de aves de humedales

Focha moruna

Las únicas zonas de todo el Paleártico donde existe la focha moruna se localizan en España y sobre todo Marruecos. En Andalucía se puede observar en diversas zonas costeras y humedales de interior, llegando incluso a reproducirse en balsas de riego artificiales merced a las experiencias de reintroducción puestas en marcha por la Consejería. La dinámica de la población está condicionada por los períodos de sequía, tanto estacionales como a largo plazo, de manera que la nidificación se registra casi exclusivamente tras años de elevadas precipitaciones. La especie ha colonizado en los últimos años algunos puntos de Jaén, Almería y Huelva. La existencia de ejemplares adultos no reproductores unido a que la población invernal se recuperó muy bien durante los últimos inviernos, podría indicar la existencia de un potencial de individuos que pueden reproducirse si las condiciones hídricas acompañan.

La cerceta pardilla tiene sus principales núcleos reproductores en las marismas del Guadalquivir y en los humedales del sur de Alicante (El Hondo y salinas de Santa Pola). El contingente reproductor en Andalucía se vio afectado por un declive muy importante en la década de los ochenta, si bien en la actualidad hay una población cuyo número de efectivos fluctúa bastante. Hay años en los que hay una proporción considerable de individuos adultos que no se reproducen, lo que está fuertemente relacionado con las alteraciones del ciclo hidrológico y la dinámica de los humedales. La pardilla es uno de los patos que nidifica más tarde por lo que el acortamiento del ciclo hídrico supone que la disponibilidad de agua para nidificar se ve seriamente reducida. Este es un problema importante para las pardillas de las marismas del Guadalquivir. El incremento de la salinidad del agua también es un factor que las afecta negativamente en Veta La Palma y otras áreas de la marisma y, por último, también hay que citar la pérdida de hábitat en la zona de Brazo del Este. En general, la especie muestra un declive global en toda su área de distribución que parece estar relacionado con la alteración de las zonas húmedas someras y estacionales y las variaciones en el régimen de precipitaciones de las que depende el éxito reproductor.

El porrón pardo nidifica en España de forma ocasional en las marismas del Guadalquivir, Levante (humedales del sur de Alicante) y Castilla-la Mancha, localizándose de forma esporádica en muchas partes del país. Durante los años noventa se soltaron animales en Doñana criados en cautividad (El Acebuche). El análisis de tendencias temporales, para el periodo 1950-2008, indica un descenso de la población reproductora, con un declive del 3,11% anual. Dado que el seguimiento invernal ha mostrado que, aunque escasa, la población invernante fluctúa claramente en los últimos años por casi toda Andalucía, cabe pensar que a pesar de su extinción virtual puede existir algún evento reproductivo no constatado durante algunos años en humedales de agua dulce del interior.

Plan de recuperación y conservación de aves de humedales

Águila pescadora

Los núcleos reproductores de águila pescadora han estado tradicionalmente vinculados a las islas Canarias, Baleares y Chafarinas. La Consejería puso en funcionamiento en el año 2003 un programa de reintroducción con el que se ha conseguido implantar territorios de cría en dos zonas, los embalses gaditanos Guadalcacín y Barbate y en las Marismas del Odiel. Los intentos de cría producidos desde el 2005 en diferentes humedales andaluces confirman la presencia de una población reproductora escasa pero incipiente, como indica la existencia de un discreto número de individuos adultos durante toda la época reproductora, sobre todo en el litoral onubense. La recuperación de la especie como reproductora parece estar asociada tanto al proyecto de reintroducción como al proceso de recuperación general detectado en toda su área de distribución. Este proceso de expansión natural viene apoyado también por la existencia de una población invernal estable compuesta en parte por individuos adultos, lo que confirma la idoneidad de ciertos humedales andaluces para la instalación de la especie.

La malvasía cabeciblanca mantiene una tendencia al alza en el tamaño de sus poblaciones. Hay que recordar el mínimo histórico registrado en 1977, cuando se censaron tan sólo 22 ejemplares refugiados únicamente en la laguna de Zóñar. A partir de esa fecha la evolución ha sido positiva, llegando al máximo histórico en el año 2000 con 4.489 ejemplares. La cifra media de malvasías gira en torno a los 2.300 individuos, muy dependientes de los cambios más o menos intensos del medio, básicamente precipitaciones anuales, de manera que cuando las precipitaciones otoño-invernales son altas en Andalucía occidental la reproducción se incrementa en toda la región. Así, mientras siga existiendo una importante población adulta que encuentre refugio en los humedales andaluces, la reproducción podría dispararse en años de altas precipitaciones otoño-invernales.

Plan de recuperación y conservación de aves de humedales

La garcilla cangrejera

Por su parte, la garcilla cangrejera, también «en peligro de extinción», se ha ido recuperando gradualmente desde que en los años noventa, cuando aconteció un ciclo de sequía, llegó a las 20-30 parejas. El núcleo reproductor de las marismas del Guadalquivir, uno de los más importantes del país, se ha ido recuperando hasta llegar a las 300 parejas. La población reproductora andaluza, conformada por este núcleo y por otros más pequeños, no muestra una tendencia clara, si bien hay que señalar que en condiciones favorables la reproducción podría ser superior. Así lo apunta la existencia de una considerable proporción de adultos no reproductores en los humedales litorales de Huelva y Doñana. Hay que tener en cuenta otro elemento clave en su conservación, y es que su carácter de migrador africano la hace muy sensible a las condiciones ambientales en los lugares de invernada, que pueden influir en el volumen de población que

Plan de recuperación y conservación de aves de humedales

Fumarel común 

El fumarel común es una especie que se encuentra en un grave estado de regresión en Europa. En España, el único lugar donde lleva a cabo su reproducción es en las marismas de Guadalquivir, aunque de forma esporádica lo hacen en la Mancha Húmeda. En 2011 se constata la reproducción de 16 parejas en el Espacio Natural de Doñana en tres núcleos reproductores, tras ocho años sin haber criado en Andalucía, posiblemente por escasez de agua. Esta reproducción se realiza en colonias mixtas con otras especies como el fumarel cariblanco y zampullín cuellinegro.

Degradación y pérdida de hábitat

La pérdida de hábitat es la principal causa de desaparición de las especies a nivel global y, en este sentido, las aves acuáticas no son una excepción. Esta pérdida no sólo se debe a la desaparición de humedales sino que también hay que tener en consideración la degradación de las características ecológicas que lo hacen disponible para las exigencias de las distintas especies. La degradación de la calidad del hábitat puede responder a diversos factores como la sobreexplotación de los acuíferos que causa la reducción de los niveles hídricos, la sobrepresión de las actividades productivas o recreativas, y la presencia de productos agroquímicos en el agua. Los agro-químicos pueden actuar como toxinas y afectar al estado sanitario de las aves e incluso provocar la muerte de las aves. También pueden actuar como nutrientes adicionales que alteran la dinámica del ecosistema y producen eutrofización.

En general, la presencia de productos agroquímicos y contaminantes de origen industrial y doméstico representa una de las principales fuentes de degradación de los humedales a nivel mundial.

El cambio climático también es un proceso a tener muy en cuenta como amenaza para los humedales, en especial para los que tienen un régimen estacional (ya que potencialmente son los más sensibles a las fluctuaciones en el régimen de precipitaciones) y a las zonas de marisma (que podrían verse afectadas por la subida del nivel del mar y la influencia mareal en áreas dónde actualmente no existe). Es en este tipo de humedales precisamente donde algunas de las especies más amenazadas de Europa encuentran refugio como la focha moruna, la cerceta pardilla, el porrón pardo, el fumarel común o la malvasía cabeciblanca.

En el caso de las cuatro primeras, la desaparición de humedales es desde 1.900 la principal causa de regresión. Los humedales de interior también presentan una gran sensibilidad frente a los procesos de colmatación derivados de la actividad agrícola (desbroces, incremento de aportes sedimentarios y de nutrientes al agua, etc.), que contribuyen reducir la disponibilidad de hábitat adecuado.

Introducción de especies exóticas

El segundo factor importante en la reducción de la diversidad biológica a nivel mundial es la introducción de especies exóticas. El caso de las aves acuáticas se ajusta perfectamente a esta situación. La proliferación de diversas especies de fauna y flora alóctona en los humedales andaluces afecta de dos formas distintas: interacciones ecológicas entre especies y alteración de la dinámica de ecosistemas. La malvasía canela (Oxyura jamaicensis) es un buen ejemplo de cómo una especie introducida puede afectar a la conservación de otra autóctona, que en este caso además está amenazada: la malvasía cabeciblanca. La malvasía canela compite activamente con la cabeciblanca por el hábitat y además puede hibridar fácilmente con ella por lo que además de desplazarlas de su hábitat supone un importante riesgo para el mantenimiento de la identidad genética de la especie autóctona. Esta es la única especie alóctona de las que afectan a los humedales andaluces que representa un peligro desde el punto de vista genético.

La Consejería competente en materia de medio ambiente, consciente de este riesgo, ha llevado a cabo campañas para la eliminación selectiva de malvasías invasoras así como campañas de seguimiento de su presencia en Andalucía, y actuaciones de formación para facilitar la identificación de híbridos, que también son eliminados.

El ibis sagrado (Threskiornis aethiopica) es una especie africana que recientemente está apareciendo en algunos humedales de Andalucía, Doñana principalmente, y que causa importantes daños en las colonias de cría de ardeidos ya que depreda activamente sobre los nidos de muchas especies. En la Camarga francesa esta especie ha proliferado enormemente y supone un serio problema de conservación. En Doñana se realiza un seguimiento de esta especie y se han ejecutado medidas de erradicación de los individuos localizados.

Cabe citar también varias especies de peces como la carpa (Ciprinus carpio), el carpín dorado (Carassius auratus), el black-bass (Micropterus salmoides), el lucio (Esox lucius), la perca sol (Lepomis gibbosus) y la gambusia (Gambusia holbrooki). La carpa y el carpín afectan muy negativamente a especies de aves que se alimentan de macrófitos ya que su presencia en un humedal altera las condiciones ecológicas, contribuyendo a su rápida degradación. Las otras especies citadas predan directamente sobre las crías de aves acuáticas o compiten por el alimento con ellas.

Otros taxones que alteran el funcionamiento de los humedales son el cangrejo rojo americano (Procambarus clarckii), varias especies de galápagos exóticos (Trachemys scripta, Pseudemys nelsoni, Graptemys pseudographica) y especies vegetales como la hierba de las pampas (Cortadeira seollane), el helecho de agua (Azolla filiculoides), el jacinto de agua (Eichornia crassipes) o la lechuga de agua (Pistia stratoides).

Tendidos eléctricos y aerogeneradores

Muchas de las especies del presente Plan son migradoras, por tanto los factores que les afecten durante su desplazamiento han de ser tenidos en cuenta. Los tendidos eléctricos y los aerogeneradores suponen un importante factor de riesgo ya que causan numerosos casos de muertes por electrocución y colisión. Para las aves acuáticas las bajas producidas en los tendidos eléctricos suelen ser a consecuencia de las colisiones ocasionadas durante los desplazamientos, pero para el águila pescadora, la muerte por electrocución cobra mayor importancia.

En la actualidad hay pocos registros en Andalucía de colisión de aves acuáticas con aerogeneradores lo que puede deberse a que la ubicación de los parques eólicos no solapa con la de los humedales. A pesar de ello deberían de ser tenidos en cuenta en el futuro para el seguimiento y gestión de estas aves.

Incidencia de herbívoros

En algunas zonas, como las marismas del bajo Guadalquivir, la presión de herbívoros salvajes y de ganado doméstico en régimen extensivo puede llegar a tener impacto sobre la dinámica poblacional de los macrófitos y otras especies de plantas, que a su vez afectan directamente a las poblaciones de aves acuáticas fitófagas como focha moruna, porrón pardo y cerceta pardilla, principalmente. Durante la fase de estío, la reducción en la disponibilidad de agua hace que los herbívoros se concentren en las mismas zonas que las aves acuáticas, compitiendo con ellas por el alimento, deteriorando el hábitat de cría y provocando molestias a las aves reproductoras. Este tipo de situaciones pueden solventarse a través de una gestión ganadera adecuada a las necesidades de las aves acuáticas y del propio ganado.

Brotes de enfermedades

En determinadas circunstancias ambientales y especialmente en los humedales interiores de carácter temporal, se originan niveles de eutrofización muy intensa como consecuencia de la reducción de los niveles de agua y del aporte de nutrientes procedentes de las prácticas agrícolas. Estos episodios derivan en muchos casos en importantes mortandades de fauna que representan un riesgo elevado de epizootias que podrían ser controladas y minimizadas si se detectan las causas que las originan de forma precoz. Este problema afecta principalmente a las comunidades de anátidas, pero es especialmente crítico para aquellas con efectivos poblacionales menores y que presentan unos requerimientos de hábitat muy específicos: la focha moruna, el porrón pardo y la cerceta pardilla principalmente. Un ejemplo de este problema son las intoxicaciones producidas por bacterias botulínicas y por cianobacterias que pueden generar mortandades importantes de aves. La acumulación aves enfermas o muertas en puntos concretos implica una alta probabilidad de aparición de nuevos problemas sanitarios.

Plumbismo

El plumbismo es una amenaza directamente relacionada con la actividad cinegética. El uso de plomo para la fabricación de los perdigones de caza hace que en las zonas donde se produce una intensa actividad cinegética la presencia de perdigones en sedimento sea muy alta. Las anátidas y fochas los ingieren al confundirlos con las piedrecillas que ingieren a modo de gastrolitos y la intoxicación por plomo provoca esta letal enfermedad.

Caza

La focha moruna es la especie más vulnerable a la caza debido a que es fácilmente confundible con la focha común, especie cinegética. Al tratarse de una especie con poblaciones tan reducidas el impacto puede ser aún mayor.

Pesca

La pesca de cangrejo rojo americano con nasas en zonas como las marismas del Guadalquivir representa un riesgo para las acuáticas buceadoras, y afecta especialmente a la cerceta pardilla, la focha moruna, la malvasía cabeciblanca y porrón pardo. Las nasas de pesca son trampas mortales para muchos jóvenes de estas especies que mueren asfixiados al quedar atrapados mientras buscan alimento.

Perturbación humana

La incidencia de la actividad humana en las proximidades de las áreas de cría es un factor muy importante a tener en cuenta a la hora de abordar medidas de gestión. Estas molestias no dejan de ser una alteración de la calidad del hábitat y si bien en muchos humedales están minimizadas al tratarse de espacios naturales protegidos hay zonas que potencialmente son adecuadas para la reproducción y no son ocupadas debido a las perturbaciones existentes.

Factores naturales

Por último hay que hacer referencia a algunos factores que, si bien tienen un origen natural y ocurren de forma espontánea como parte de los procesos ecológicos, han de ser seguidos y, en caso de necesidad, controlados en función de que las circunstancias así lo aconsejen. Estas circunstancias van a estar determinadas por el tamaño de población de la especie afectada, concurrencia de condiciones ecológicas extremas como intensos periodos de sequía, competencia con otras especies, incidencia de los depredadores o concentración poblacional en un reducido espacio.

Algunas de las especies afectadas por estos factores son las que crían en colonias y que se ven afectadas por circunstancias especiales como bajos niveles de agua que permiten el acceso de los depredadores a las colonias de cría o por molestias humanas que hacen la colonia más vulnerable a la acción de los depredadores. También hay que mencionar el exceso de población de especies oportunistas como el jabalí, las ratas, la gaviota patiamarilla o la gaviota sombría y otras especies oportunistas que suponen un aumento de la presión depredadora sobre los pollos y nidos de otras especies de acuáticas.

El ámbito del presente Plan se extiende a la totalidad de espacios incluidos en el Inventario Andaluz de Humedales, así como aquellos otros humedales donde se localicen las especies objeto del presente Plan.

(Para acceder a la Leyenda, pulsar en el icono "+" situado arriba a la derecha).

Este mapa se ha elaborado a través Web Maps Service. Más información en la Red de Información Ambiental de Andalucía

Las actuaciones de seguimiento llevadas a cabo sobre las especies incluidas dentro del Plan de recuperación y conservación de aves de humedales, como de otras especies de aves de humedales,  son las incluidas en los informes del Programa de seguimiento de aves acuáticas amenazadas

Para ciertas especies incluidas en el ámbito de aplicación de este Plan, se habían llevado a cabo actuaciones de conservación o reintroducción enmarcadas en los siguientes Programas: