El arbolado de Formaciones Adehesadas

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El arbolado de Formaciones Adehesadas

Falta de regeneración arbolado dehesa

Aunque la media de edad de las dehesas andaluzas no se puede considerar muy elevada, el arbolado presente en estas formaciones se caracteriza por una relativa escasez de individuos jóvenes que puedan reemplazar a los más maduros, lo que supone un riesgo para la persistencia de las dehesas en Andalucía.

Las dehesas más maduras poseen un menor porcentaje de regeneración natural, lo que confirma, la elevada falta de renovación del arbolado de las formaciones adehesadas andaluzas, especialmente las más envejecidas. Muchas dehesas, muestran casos extremos con ausencia completa de regeneración, en las cuales habría que recurrir a plantaciones debidamente protegidas frente a los herbívoros para garantizar su persistencia.

Teniendo en cuenta estudios publicados en el libro “Dehesas de Andalucía. Caracterización Ambiental” de la Consejería de Medio Ambiente, en 2006, las formaciones adehesadas con individuos de edades más elevadas se localizan en el extremo noroccidental de la provincia de Córdoba. Mientras, en la provincia de Jaén, se encuentran los más jóvenes de Andalucía. En Sierra Morena (Huelva, Sevilla y Córdoba) es más frecuente la mezcla de áreas caracterizadas por un arbolado maduro con otro más jóven, así como en las Sierras de Cádiz y Ronda.

Aunque las encinas y alcornoques son especies muy longevas pierden vigor con los años volviéndose más sensibles ante los diferentes agentes nocivos. El envejecimiento del arbolado y la ausencia de regeneración comprometen seriamente la continuidad de la explotación.

El arbolado de Formaciones Adehesadas

Encina enferma

En el estado fitosanitario del arbolado de las formaciones adehesadas se detectan los siguientes problemas asociados al deterioro del arbolado: la seca y los procesos de decaimiento forestal y la podredumbre radical (Patógeno causante: Phytophthora cinnamomi).

Las principales plagas y enfermedades asociadas al deterioro del arbolado de las formaciones adehesadas, entre las que destaca la incidencia territorial, se encuentra la Phytophthora cinnamomi y otros hongos patógenos de raíz, que provocan la enfermedad de prodredumbre radical Si bien las orugas defoliadoras no se considera que tengan relación con losprocesos de decaimiento o seca, se ha estimado de interés por la repercusión económica que tienen los daños que producen. La lagarta peluda (Lymantria dispar) y la lagarta verde (Tortrix viridana) y otros como Catocala nynphagoga / Ephesia ninphaea.

El arbolado de Formaciones Adehesadas

Lymantria dispar (lagarta peluda)

El seguimiento y la gestión del estado sanitario del arbolado es esencial para poner en práctica actuaciones que corrijan los desequilibrios. Para ello la Junta de Andalucía coordina desde hace años diversas actuaciones en esta materia. Se llevan a cabo sistemas de redes de muestreo en grandes superficies: la Red SEDA (Red Andaluza de Seguimiento de Daños), y la Red FIFO (Red de Alerta Fitosanitaria Forestal), como medio para obtener información sobre el estado sanitario. También las actuaciones en el marco del Plan de Lucha Integrada contra Lymantria dispar (lagarta peluda) Se puede afirmar que una gran proporción de las dehesas andaluzas se encuentran afectadas por podredumbres radicales y procesos de decaimiento en mayor o menor grado, si bien se hace difícil poder llevar a cabo una zonificación exhaustiva de los agentes causantes.

En el caso de formaciones adehesadas, las actuaciones han de dirigirse a la mejora del estado vegetativo y el fomento de la regeneración y la realización de prácticas positivas (buenas prácticas) evitando la aparición o diseminación de enfermedades (con medidas como la desinfección de vehículos y aperos o la instalación de vados sanitarios) aislamientos y/o contención de la zona infectada. El Plan de Gestión Integral ofrece una plataforma para sentar las bases de un diagnóstico adecuado que se deberá apoyar en manuales y equipos de asesoramiento específicos, y que desemboque en un programa de manejo a corto y medio plazo.

Igualmente se ha fomentado la participación de las asociaciones de agricultores ATRIA (Agrupaciones de Tratamiento Integrado) para desarrollar colectivamente lucha integrada contra las plagas y enfermedades, apoyadas, económica y técnicamente por la Administración, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

 

Las alteraciones sufridas por el clima en los últimos años tienen un claro reflejo en el empeoramiento del estado general de la vegetación y responden a un aumento del estrés hídrico y una mayor irregularidad climática. La diversidad y estructura de las formaciones adehesadas pueden verse alteradas directa o indirectamente por estos factores, interfiriendo en sus procesos productivos, o incidiendo sobre la aparición de plagas y enfermedades.

Los patrones de precipitación y temperaturas que contemplan los escenarios climáticos futuros recomiendan incorporar medidas tempranas de adaptación en los ecosistemas forestales, habida cuenta de la incidencia temporal que tienen decisiones como la elección de una especie determinada o de un modelo concreto de formación adehesada (densidad, diversidad de especies, etc.).

Por ello, es preciso disponer de modelos de respuesta regionales y locales ante el cambio climático de las distintas especies, con objeto de que la elección de la misma sea lo más adecuada posible, para la mejora o creación de nuevas formaciones adehesadas.