Contaminantes orgánicos persistentes (COP)

Mirex comenzó a usarse como insecticida para el control de hormigas rojas en EEUU en 1950. Se utilizó también como pirorretardante en plásticos, goma, pintura, papel y equipos eléctricos y electrónicos, y se dejó de producir en 1976.

Mirex no ha sido utilizado en España ni en el área mediterránea y está prohibido en una mayoría de países.

Tiene una toxicidad aguda moderada para mamíferos, siendo muy tóxico para crustáceos y peces. Se ha identificado su potencial como disruptor endocrino y como posible carcinogénico en personas.