Primer Inventario de sumideros de CO2 en Andalucía
La Consejería finaliza en 2005 el primer inventario de captaciones de CO2 en los reservorios de Andalucía, entendiendo como tal todo componente del sistema climático, excluida la atmósfera, que tiene la capacidad de almacenar, y acumular o liberar un gas efecto invernadero, un aerosol o un precursor de éstos.
Para elaborar un inventario de captaciones de CO2 es imprescindible partir de un estudio exhaustivo del ciclo del carbono en los ecosistemas pues será el balance entre emisiones y captaciones debidas tanto a procesos naturales (crecimiento, descomposición de materia orgánica, etc.) como a actuaciones antrópicas (tratamientos selvícolas, incendios, repoblaciones, etc.) que nos permitirá obtener un dato fiable de CO2 emitido/captado por la vegetación y los suelos de una determinada región.
En el trabajo se contabiliza el cambio anual de carbono en los sumideros (biomasa viva, materia orgánica muerta, suelos), existentes en cada uso del suelo y en los cambios de uso del suelo; así como el stock de carbono acumulado en estos sumideros.
La metodología aplicada es la que marca el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) en la GPG LULUCF (Good Practice Guidance for Land Use and Land Use Change and Forestry). Se aplica teniendo en cuenta el cambio de uso de la tierra y selvicultura, dado que las alteraciones en la gestión del uso del suelo puede provocar cambios en la cubierta del suelo y por tanto influir en el albedo, la evapotranspiración, las fuentes y los sumideros de gases efecto invernadero, o en otras propiedades del sistema climático, y en consecuencia tener un impacto en el clima a nivel local o mundial.
El inventario concluye que, si bien las masas forestales y los cultivos agrícolas se comportan como sumideros, los pastizales, humedales y zonas de uso urbano u otros terrenos, actúan como emisores. Al respecto, cabe concretar que los terrenos clasificados en dicho inventario como forestales excluye los pastizales de tipo continuo y con claros, así como los humedales y otros terrenos (roquedos y suelo desnudo; playas dunas y arenales; y áreas con fuertes procesos erosivos). En cualquier caso, los terrenos forestales considerados se presentan como grandes sumideros, con gran diferencia con respecto a otras categorías. En relación al suelo, éste actúa como sumidero, aunque su capacidad es menor que la biomasa viva.