Página 28-29 - Huelva Nuevo

Versión de HTML Básico

Las naves del primer viaje
de Colón.
Cristóbal Colón.
Plano de las torres grandes
para fortificar la costa del
golfo de Cádiz, hacia 1583.
Archivo General de Simancas.
La Ría de Huelva en 1492
Tras la definitiva conquista cristiana de Huelva y sus contornos en 1264 y después de un largo
periodo de crisis, a fines de la Edad Media el territorio de la Ría denota apreciables cambios. El
estuario está cada vezmás aislado del mar, lo cual estimula un fenómeno de retroalimentación, pues
al dificultarse la salida de aportes fluviales se acelera la colmatación. Este proceso es más acusado
en el Odiel, donde los rellenos impiden el paso de grandes naves hasta fondeaderos interiores
como Gibraleón. El Tinto, por el contrario, mantiene mejores condiciones para la navegación,
permitiendo el desarrollo de varios núcleos portuarios. Hacia 1492 se contempla además el nuevo
esquema de poblamiento y actividades surgido bajo el dominio castellano. Mientras Saltés se
despuebla, dentro del estuario y al abrigo de amenazas exteriores se afianza una trama de villas
señoriales fortificadas: Gibraleón, Huelva, que en 1468 pasa a manos de los Guzmanes, condes de Niebla y duques de Medina
Sidonia, Moguer, Palos, San Juan y Lucena del Puerto. Su economía se basa en la agricultura, con particular incidencia de la
vid y la producción de vino, la pesca y, sobre todo, el comercio y la navegación, que conocen un notable crecimiento y un
sustancial cambio de rumbo.
En efecto, en el siglo XV estas poblaciones, al igual que otras vecinas del golfo de Cádiz y Portugal, desempeñan un papel
protagonista en la apertura de las rutas por el Atlántico, y en especial de aquellas orientadas hacia África y las inexploradas
latitudes oceánicas, abonando el terreno para un acontecimiento trascendental: en agosto de 1492 Colón zarpa de Palos con
destino a las Indias, para toparse finalmente con el desconocido continente americano.
[
24
] A GU A , T E R R I T O R I O Y C I U D A D
U N PA I S A J E H E CHO E N L A H I S T O R I A [
25
]
La fisonomía de Huelva se remoza en los
arranques de la Edad Moderna. El castillo de
los Guzmanes, señores de la villa, y la iglesia
mayor de San Pedro presiden el caserío, que
desciende hasta la Ría.
Dada la inseguridad endémica de la costa, el
litoral está casi deshabitado y la población se
concentra en núcleos ubicados hacia el interior,
como Gibraleón, Huelva, Palos o Moguer.
En 1468 los Guzmanes fundan San Juan
del Puerto para repoblar sus estados.
La villa conoce un rápido crecimiento
dedicada a las actividades agrarias y
marítimas.
Moguer, posesión de los Portocarrero, es,
junto con Huelva, la principal población de la
Ría. Con un castillo, muelle, astilleros y lonja,
su prosperidad radica en la producción y
comercio de vinos, la pesca y el tráfico naval.
Palos se ha convertido en una concurrida villa marinera,
parcialmente controlada por la Corona, donde Colón
prepara la flotilla con la que cruza por primera vez el
Atlántico.
El crecimiento de barras y flechas litorales acentúa
el cierre del estuario y la dificultad de la navegación,
haciéndose necesario recurrir a expertos pilotos
para transitar por los canales.
Muy expuesta a los ataques desde
el mar, Saltés decae y termina por
abandonarse. En la isla queda tan
solo una mínima población de
campesinos y pescadores.
Para hacer frente a las incursiones
de piratas y otros enemigos, entre el
siglo XVI y XVII se construyen sendas
torres en Punta Umbría y Punta
Arenilla, en la boca de la Ría.
Sobre el antiguo ribat musulmán
se funda en 1412 el monasterio
franciscano de La Rábida, donde
Cristóbal Colón recibe cobijo
y el apoyo decisivo para su
empresa americana.
Además del señorío de Huelva e inmensas
posesiones tierra adentro, los Guzmanes
detentan el monopolio de las almadrabas
para la pesca del atún, una de sus
prerrogativas más rentables.