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La Casa Colón, en la Plaza del Punto, pleno centro de
la urbe, fue en su origen un muy lujoso hotel. El
chair-
man
Hug Matheson y sus socios Doestch y Sundehim,
desembolsaron setenta mil libras esterlinas de enton-
ces y, de la nada, surgió el
white elephant
, un señorial
edificio, sede de las celebraciones del IV Centenario
del Descubrimiento de América. Refinamiento. Ex-
quisitez.
Luncheon room, dining saloon. A touch of class
.
Después, el magno palacete, con hermosos jardines
interiores, pasó a ser sede de las oficinas de La Com-
pañía y residencia para el
staff
de la misma. La colonia
británica era una elite y muchas familias españolas
—“nativas”, en la denominación británica— seguían
sus pautas en costumbres sociales y en la educación de
sus hijos. Tenis, golf, moda, reuniones en torno a una
humeante taza de té, fútbol, y hasta el abrazo a otras
doctrinas religiosas, con asistencia a los oficios celebra-
dos siguiendo el rito de la Iglesia Nacional de Ingla-
terra en la capilla protestante de
The Huelva Seamen’s
Institute
. Quien aspiraba a ser alguien, a figurar en
sociedad, buscaba codearse con los británicos en los
salones con chimeneas de la Casa Colón.
La tercera huella tangible es el popularmente cono-
cido como Barrio Obrero, aunque su nombre real
—nunca mejor dicho— sea Barrio Reina Victoria. En
un suave otero de Huelva, una peculiar barriada con el
nombre de la hija del duque de Kent, esposa del prínci-
pe Alberto de Sajonia-Coburgo, ocupante del trono de
Gran Bretaña e Irlanda y emperatriz de la India.
Cada casa muestra motivos decorativos que la distin-
gue del resto, y todas ofrecen una peculiar mezcla de
referentes británicos, coloniales, andaluces e incluso
mudéjares. No obstante, el conjunto resulta armónico
y atractivo. Como una exótica isla en un mar ajeno.
Y todo, como los dos polos del imán.
Porque la omnipotente Compañía quitó y nombró
alcaldes, gobernadores civiles, ministros…marcó una
forma de vida. Y si bien esos días ya pasaron, queda aún
la injertada flor de un tiempo que, según se mire, orna
o pincha. Posiblemente ambas cosas. Y a la par.
Tarjetas postales de época con el muelle de
Riotinto y los jardines de la Casa Colón.
Fototeca Universidad de Huelva.
H U E LVA MA R Í T I MA Y M I N E R A . 1 9 2 9 [
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)
Huelva
y Compañía