Bases para la realización del Sistema Compartido de Información sobre el Paisaje de Andalucía (SCIPA). Aplicacion a Sierra Morena - page 324

SierraMorena de Jaén
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Evoluciónhistórica
La provincia de Jaén ha ejercido históricamente como una
encrucijadade caminos, comoespaciodepasoyde fronte-
ra. Lasconexioneshacia laMeseta,elValledelGuadalquivir,
las Cordilleras Béticas y el Levante español han favorecido
el trazado de importantes rutas, la apertura de estratégi-
cas vías de acceso entre los citados espacios, y el dibujo
de elementales fronteras. La SierraMorena de Jaénnoha
permanecido al margen de dicha realidad y ha ejercido de
barrera franqueable a través demúltiples pasos naturales
en formade fallas y vallesfluviales.
Las importantespinturas rupestresneolíticasde laCascada
de laCimbarra, Despeñaperros y varias cuevas del entorno
son prueba del valor estratégico que este territorio tiene
como lugar depasoobligadode civilizacionesdesde laMe-
setaCentral haciael sur peninsular.
Yadesde laPrehistoriaRecienteesespecialmente significa-
tiva la explotaciónde los recursosmineros de esta zona. El
desarrollode laactividadminero-metalúrgica, intensificada
por los intercambios comerciales con diferentes poblacio-
nes orientales, tuvo repercusiones en la transformación
del paisajey laarticulacióndel territorio. Estaúltima se fue
conformando en torno a los centros de control de los pun-
tos deproducción y de las vías dedistribucióndelmineral.
Destaca en este sentido el oppidum ibero-romano de Cás-
tulo, al surde Linares, quepor suposiciónestratégicaypor
suactividad fueconfigurándosecomonúcleodecomunica-
cioneshacia laMesetayel Levante.
Enépoca romana imperial el ríoRumblarmarcabael límite
entre la provincia de la Bética y la Tarraconense, y su valle
fue utilizado para trazar una calzada romana que unía Ad
Aras (Linares) con laMeseta. Asimismo, laVíaAugustaque
enlazaba Roma conGades (Cádiz) bordeaba todo el flanco
sur de la sierray laatravesabapor el ríoGuadalén.
Estosmismosejesse refuerzandurante ladominaciónárabe
y tras laReconquista, así loatestiguan fortalezasmedievales
como la de Burgalimar en Baños de la Encina. El área que-
daduranteépoca islámicabajoel dominio casi exclusivode
laCoraYayyan, estableciéndose la frontera con las coras de
Fahsal-Ballut ydeCórdobaentre los ríosYeguas y Jándula.
Con la Reconquista, se consolida la organización territorial
con cierta continuidad respecto al sistema islámico; se ex-
presa fundamentalmente a través del Reino de Jaén, cuya
frontera, en el río Yeguas, coincide con el actual límite con
la provincia de Córdoba. Los realengos predominan en el
área, si bien cabe destacar la creación en 1473 del Conda-
do de Santisteban, posteriormente elevado a Ducado. Por
otra parte, la influencia de LaMancha se hace patente en
lapresenciade laOrdenMilitar deSantiago, con sedeen la
cercana Villamanrique (CiudadReal). Con esta distribución
jurisdiccional, en la segunda mitad del siglo XVI comien-
zan a privatizarse los vastos baldíos de Andújar, que fue-
ron adquiridos por un reducido grupo de oligarcas locales
(Vassberg, 1983). Esta será la primera pulsacióndel impor-
tanteprocesode impermeabilización territorial de laSierra
Morenade Jaén.
A finales del siglo XVIII destaca otro hecho de gran rele-
vancia paisajística. Durante el Antiguo Régimen se crea la
Intendencia de las Nuevas Poblaciones con capital en La
Carolina, desgajadade los antiguos reinos, yde gran trans-
cendencia en la repoblación de Sierra Morena. Se crean
ex novo los núcleos de La Carolina, Carboneros, Arquillos,
Guarromán, Zocueca, Aldeaquemada, LaFernandina,Mon-
tizóny lasnumerosasaldeasquecomplementarán lanueva
organización territorial deuna sierraanteriormentedespo-
blada (las ciudades previas siempre se ubican en el borde
del área, caso de Andújar, Baños de la Encina, Linares, Vil-
ches, Navas de San Juan, Santisteban del Puerto, etc.). La
colonización carolinaaseguraba la seguridaddel tráficodel
nuevoCaminodeAndalucíaporDespeñaperros, concebido
como único paso practicable de SierraMorena, reforzado
posteriormente tras la creación de la línea férrreaManza-
nares-Córdoba. Seabandonaranapartir deentonces todas
las rutas utilizadas con anterioridad, incluida la que unía
Andújar con el valle de Alcudia en Ciudad Real a través de
Puertodel Rey. Tan sólo semantiene la ruta tangencial del
estea travésdel valledel Guadalimar.
Durante el siglo XIX se reactiva la minería, antigua activi-
dadpor la que esta sierra adquiere famamítica, y vuelve a
ser protagonista enel llamado “siglominero”. Destacan las
grandes explotaciones deplomode Linares y El Centenillo,
activas hasta principios del siglo XX (Díaz Quidiello, 2009).
Lagransuperficiesobre laqueseactuó, el ingentevolumen
detierramovilizada, las pequeñasminas que salpicaban el
territorio adyacente y todas las instalaciones propias de la
actividad (incluidosnuevospoblados), conformaronunode
los paisajesminerosmás espectaculares del sur de España
(Artilloet al., 1987;OrtegaValcárcel, 2004).
Por otra parte, en 1833 se establece la división provincial
de la España contemporánea que refrenda la pertenencia
de la totalidaddel área a la provincia de Jaén, incluidas las
Nuevas Poblaciones, regidas hasta entonces por fueros es-
peciales. Por otra parte, la promulgación de la Ley deDes-
amortizaciónCivil de 1855provocó el segundo trasvasede
tierras municipales a grandes hacendados locales y forá-
neosque cercaron inmediatamente susfincaspara lagana-
deríabravay la cazamayor, procesode impermeabilización
que dificultará aúnmás la transitabilidad y que se llevó a
caboespecialmenteenBañosde laEncina, LaCarolina, San-
taElenayAldeaquemada. Apartirdeentonces se rompeel
modelo de integración tradicional entre la sierra y el valle
al impedirse lautilizaciónde SierraMorena comopastade-
ro invernal, losmovimientos transhumantes y el desplaza-
miento de los vecinos en busca de los recursos ofrecidos
por los montes: miel, carbón, corcho, plantas aromáticas,
frutos silvestres como el piñón, la bellota, los ajoporros o
losníscalos, ypequeños animales comoaves insectívoraso
conejos. Cabe recordar quemuchos términosmunicipales
reflejan en su trazado longitudinal la consideración de la
trasterminancia (Araque Jiménez, 1997). Afinales del siglo
XIX se extendió y generalizó la cazamayor como actividad
económica ymuchas fincas se cerraron para esta finalidad
exclusiva, convirtiendoSierraMorena, apartirdeentonces,
en uno de los cazaderos más afamados del sur de Europa
(MoralesPrieto, 1990).
La faltade accesibilidad seacentúa aúnmás si cabeduran-
te el siglo XX. A partir de 1940 se produce unamasiva ad-
quisicióndemontes por partede la administraciónpública
para proceder a su uso protocolario-cinegético (Cotos Na-
cionales de Caza de Lugar Nuevo y Contadores-Selladores
que suman unas 20.000 ha) y a la repoblación forestal de
grandes extensiones demonte, produciéndose un vallado
sistemático sólo suplido por estrictos controles de vigilan-
ciaqueconviertena la sierraenun territorioprácticamente
inexpugnable.
Foto 4. Puente romano cruzando el río Guarrizas
enel Piélago (Vilches).
Autor: JoséGómez Zotano.
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