ANDALUCÍA NATURAL + 20: El desafío de la gestión de los espacios naturales de Andalucía en un mundo cambiante

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En 1989 entró en vigor la primera ley de espacios naturales de Andalucía; más de veinte años en los que todos hemos trabajado para lograr que hoy nuestra comunidad tenga el capital natural protegido más importante de Europa.

La Ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, supuso, en su día:

  • La formalización del inventario de espacios naturales protegidos de Andalucía, donde se dota a algunos espacios naturales andaluces de la figura de protección correspondiente y el establecimiento de las medidas de protección necesarias.
  • La creación de herramientas de Ordenación y Gestión, enfocadas a preservar el patrimonio natural de nuestra Comunidad Autónoma, y en especial, el de los espacios naturales protegidos.
  • La introducción de dos nuevas figuras de protección del patrimonio natural, el Parque Periurbano y la Reserva Natural Concertada.
  • La declaración, con la entrada en vigor de la Ley, de 17 Parques Naturales, 30 Parajes Naturales y 14 Reservas Naturales.

Hoy, dos décadas después de aquella norma que hizo de Andalucía una región pionera en política de conservación, nos enfrentamos a nuevos escenarios y a nuevas amenazas y desafíos que surgen del mundo cambiante en el que vivimos. El cambio global, la globalización, los cambios sociales y culturales, y la certeza que hoy tenemos de que los ecosistemas y su mantenimiento son la base de nuestra subsistencia y del desarrollo económico y social del que depende nuestro bienestar, nos obligan a repensar el papel del patrimonio natural andaluz.

Por ello, la antigua Consejería inició en el año 2010 un proceso en el que, tomando como punto de partida la experiencia acumulada desde 1989, pretende definir, de forma concertada, cómo queremos que sea la Andalucía natural de las próximas décadas y qué necesitamos para conseguirlo.

Para poner en marcha y dinamizar ese proceso, se conformó un comité científico técnico y de gestores, cuyo objetivo fue avanzar en la propuesta de directrices conceptuales y metodológicas para la definición de un nuevo paradigma de gestión en los espacios naturales en Andalucía.

Además, y con el objeto de impulsar una cultura de consulta y diálogo que fuese más allá de las previstas en el procedimiento administrativo y hacer partícipe del proceso a la sociedad en su conjunto, desde su concepción hasta su aplicación, se habilitaron, a través de esta web, foros temáticos abiertos enfocados a recoger las opiniones, sugerencias y aportaciones participadas por la ciudadanía en general, tanto como individuos, como sectores o como redes, que han realimentado el proceso y nos ha permitido adaptar el paradigma de gestión de los espacios naturales en Andalucía a las preocupaciones de los andaluces.

Como parte de ese proceso participativo, y con el mismo objeto de crear un espacio de discusión, debate, análisis e intercambio de ideas y experiencias que nos permitiera construir de forma participada las bases y directrices de la gestión de los espacios naturales en Andalucía en el contexto del Cambio Global, la Consejería organizó el pasado 12 de abril un Seminario en el que se sentaron las bases de una futura ley de gestión de los espacios naturales de Andalucía.

Algunos de los principios generales para la gestión de los espacios naturales que se derivan de las conclusiones de dicho encuentro son los siguientes:

  1. El reconocimiento de la necesidad de conservar paisajes resilientes en un contexto de cambios acelerados, para gestionar la capacidad de los ecosistemas continentales y marinos de Andalucía de generar servicios que contribuyen al bienestar humano de sus habitantes.
  2. El reconocimiento de los valores intrínsecos de los ecosistemas y de la biodiversidad, como base fundamental de los principios éticos sobre los que tiene que asentarse cualquier política territorial en la región, para salvaguardarlos de posibles estrategias de mercantilización.
  3. El reconocimiento de que la gestión de los retos ambientales asociados al Cambio Global tiene que realizarse desde un pensamiento sistémico, que se centre en las interacciones naturaleza y sociedad y considere el territorio como sistemas integrados de humanos en la naturaleza (sistemas socioecológicos).
  4. El reconocimiento del papel fundamental de la población local y su cultura en la conformación de los paisajes tal como los conocemos actualmente y la importancia del conocimiento local para la gestión de los mismos, que ha de sustanciarse tanto en el estudio de los saberes, como en la aportación que los actores sociales pueden hacer a través de los procesos de participación.
  5. El reconocimiento del papel de las mujeres, especialmente las rurales, en la conservación del capital natural de Andalucía y de la importancia de su participación en la consecución de los objetivos de la política de espacios naturales bajo el enfoque de equidad de género.
  6. La garantía de que los modelos de desarrollo económico y los procesos productivos operen dentro los límites biofísicos que determinan el flujo sostenible de servicios a la sociedad.
  7. El reconocimiento de que los procesos asociados al Cambio Global, incluyendo el cambio climático, no pueden detenerse, pero que sí se pueden redirigir hacia modelos de desarrollo sostenibles.
  8. La necesidad de integrar los conocimientos científicos experimentales y del conocimiento local y los saberes prácticos en los modelos de gestión de los espacios naturales, por los estrechos vínculos que existen en el contexto mediterráneo entre diversidad cultural y biológica.