Conclusiones Generales Seminario Internacional "El desafío de la gestión de los espacios naturales de Andalucía en un mundo cambiante”

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En Sevilla, entre los días 12, 13 y 14 de abril de 2010, se ha celebrado el Seminario Internacional AN+20 “El Desafío de la Gestión de los Espacios Naturales de Andalucía. Una Cuestión de Valores”.

Su objetivo ha sido consensuar los principios, criterios, objetivos y líneas de actuación del Documento de Bases conceptuales y metodológicas, que se ha elaborado de forma participativa a lo largo del Proceso AN+20, y establecer el marco de trabajo para la gestión de los espacios naturales de Andalucía en el siglo XXI, en el contexto del Cambio Global.

El Seminario, planteado como parte del proceso participativo Andalucía Natural, 20 años después de la Ley 2/89 de Inventario de Espacios Naturales Protegidos, que inició la Consejería competente en materia de medio ambiente de la Junta de Andalucía en febrero de 2009, se ha erigido como un espacio de debate e intercambio de ideas, propuestas y experiencias entre profesionales del mundo de las ciencias sociales y de la naturaleza, la política y la gestión y representantes de los sectores sociales y económicos del territorio.

A través de Mesas de Debate se han analizado los principales ejes temáticos que deben vertebrar la política de espacios naturales en Andalucía basada en un compromiso colectivo y que se pretende articular en un nuevo documento normativo con rango de Ley.

Entre las principales cuestiones que se han puesto de manifiesto resaltan las siguientes:

  1. Frente al desafío que plantea el Proceso del Cambio Global, se exige adaptar la política de conservación, basada prioritariamente en la protección de especies y en la declaración de espacios protegidos, a los nuevos marcos de incertidumbre e impredictibilidad que genera.
  2. Desde el nuevo paradigma que se demanda, la política de espacios naturales tiene que integrar en sus modelos de gestión la complejidad de las relaciones entre naturaleza, cultura y sociedad, que determinan el funcionamiento socioecológico del territorio andaluz, continental y marino, en un contexto de cambios acelerados.
  3. Exige conceptualizar los ecosistemas y la biodiversidad que alberga el territorio de Andalucía, desde su dimensión social, como un capital natural.
  4. Debe incorporar el concepto de resiliencia para mantener o construir territorios con capacidad de adaptarse al régimen de perturbaciones naturales o antrópicas.
  5. Debe contemplar como un objetivo principal la conservación de paisajes resilientes, gestionando la capacidad, o funciones de los ecosistemas continentales y marinos de Andalucía, con el fin de mantener los servicios que contribuyen al bienestar humano de sus habitantes.
  6. Debe incorporar el reconocimiento de los valores intrínsecos de los ecosistemas y de la biodiversidad, como base fundamental de los principios éticos sobre los que tiene que asentarse cualquier política territorial en la región, para salvaguardarlos de posibles estrategias de mercantilización.
  7. Debe considerar las interacciones naturaleza y sociedad como sistemas integrados de humanos en la naturaleza (sistemas socioecológicos) y por tanto gestionar los retos ambientales desde un pensamiento sistémico.
  8. Debe reconocer el papel fundamental de la población local y su cultura en la conformación de los ecosistemas tal como los conocemos actualmente y la importancia del conocimiento local para la gestión de los mismos. Todo ello ha de sustanciarse tanto en el estudio de sus saberes como en la aportación que los actores sociales pueden hacer a través de los procesos de participación.
  9. Debe asumir que los modelos de desarrollo económico y los procesos productivos deben operar dentro los límites biofísicos que determinan el flujo sostenible de servicios a la sociedad.
  10. Debe admitir que los procesos asociados al Cambio Global, incluyendo el cambio climático, no pueden detenerse, pero que sí se puede redirigir su dirección hacia modelos de desarrollo que no alteren los procesos biofísicos esenciales que sustentan el bienestar humano.
  11. Debe integrar los conocimientos científicos experimentales y el conocimiento local y los saberes prácticos, por los estrechos vínculos que existen en el contexto mediterráneo entre diversidad cultural y biológica.
  1. Debe contemplar la matriz territorial de Andalucía, integrando instrumentos y programas que incidan sobre la misma; buscando la flexibilidad suficiente para simplificar, coordinar, y armonizar la diversidad de herramientas y normas con las que incidir ambientalmente sobre la matriz.
  2. Será fundamental realizar cambios que favorezcan la integración de normas y procedimientos relacionados principalmente con los sectores de medioambiente, ordenación del territorio, agricultura y turismo.
  3. Tiene que enfocarse no sólo a las especies y a los espacios sino también a las raíces culturales de la sociedad andaluza y la estrategia a seguir debe de ser por tanto cada vez más social y participativa.
  4. La RENPA debe jugar un papel importante dentro de la política de espacios naturales en Andalucía como un instrumento principal en las estrategias de gestión integradas del territorio, y además, como instrumentos esenciales para asegurar el desarrollo humano.
  5. El modelo de gestión del capital natural frente a los impulsores directos e indirectos del cambio global en la región, debe ser adaptativo y preventivo, y adaptarse a la dirección y velocidad que ese cambio adopte.
  6. Debe desarrollarse en el marco de una estrategia de trabajo interdepartamental de la Junta de Andalucía, desde un enfoque coordinado e integrado, orientado a garantizar el correcto funcionamiento de los procesos ecológicos y humanos, que garantizan un flujo sostenido de servicios.
  7. Sustentar la declaración de espacio natural protegido incorporando su función en el territorio y en el conjunto de la RENPA, considerando su contribución al capital natural de Andalucía y el valor de su conservación.
  1. Resolver la importante falta de representación de áreas marinas protegidas y de instrumentos para su gestión.
  2. Extrapolar el modelo de Reservas de la Biosfera a la ordenación y gestión de los espacios naturales de la RENPA y su matriz circundante.
  3. Promover, restaurar y conservar elementos del territorio que favorezcan la permeabilidad y conectividad de los procesos ecológicos de la matriz (entre otros, cauces fluviales, humedales, sistemas agrarios, elementos culturales, vías pecuarias etc) así como los ecosistemas que alberguen hábitats de importancia comunitaria fuera de la Red Natura 2000.
  4. Articular mecanismos para coordinar, integrar y simplificar los instrumentos de planificación y gestión sectorial que se solapan territorialmente y que inciden sobre el funcionamiento de los sistemas socioecológicos, afectando a su valor intrínseco o a su valor como capital natural.
  5. Formalizar el uso de estándares de calidad para el diseño, ejecución y evaluación de resultados de las acciones desarrolladas para la gestión adaptativa.
  6. Adecuar las estructuras de gestión de los espacios naturales para capacitarlas en la efectiva coordinación interadministrativa e intersectorial y con los actores y entidades locales, económicos y sociales, desde un compromiso compartido.
  7. Identificar unidades territoriales de referencia para la gestión, que integren la componente natural, social y cultural, reforzando el papel de la matriz territorial, y adecuar los instrumentos de planificación y gestión de los espacios naturales a esas unidades, integrándolos con las políticas territoriales.
  8. Favorecer nuevos mecanismos de cogestión y financiación de espacios naturales con otras entidades, sin menoscabo de la salvaguarda por parte de la Administración de los bienes públicos de carácter ambiental y de los servicios de los ecosistemas que estos proveen.
  9. Articular instrumentos económicos dentro y fuera de los espacios naturales protegidos que incentiven la conservación del capital natural y el mantenimiento de paisajes resilientes y para el desarrollo de opciones de gestión privada en los espacios ecoculturales de Andalucía.
  10. Articular el papel de los agentes locales para la integración territorial de las políticas sectoriales con objetivos de sostenibilidad y fortalecer sus capacidades para enfocar los procesos productivos y las opciones de desarrollo contemplando la conservación del capital natural.
  11. Fomentar la integración de sistemas de gestión de la calidad y de gestión medioambiental en las empresas y en los procesos productivos, así como la aplicación de buenas prácticas sociales en la gestión, como elementos de competitividad en los mercados (Carta Europea de Turismo Sostenible, Marca Parque Natural, Etiqueta Doñana 21...) evitando la diversificación de etiquetas de calidad que no estén contrastadas o reconocidas en el territorio.
  12. Crear estructuras organizativas que canalicen e impulsen el trabajo conjunto de científicos y responsables de la toma de decisiones (territoriales y sectoriales) para abordar los desafíos de la gestión de los Espacios Naturales en el siglo XXI desde un enfoque transdisciplinar.
  13. Poner en valor los Espacios Naturales como laboratorios de campo donde se experimenten nuevas técnicas que mejoren la gestión del conjunto de la matriz territorial.
  14. Establecer una red de observatorios de cambio global que contemple:

          14.1  Un programa de seguimiento y observación a largo plazo de los procesos naturales y servicios ecosistémicos, así como de las actividades socioeconómicas que sustentan.

          14.2 Diseño de herramientas de evaluación y prospectiva de los recursos naturales y de las medidas de gestión.

          14.3  Estrategias y proyectos para construir capacidad de adaptación frente a las consecuencias del cambio global en los Espacios Naturales.

  15. Modificar el funcionamiento y representación de los órganos de participación (juntas rectoras, patronatos, consejos provinciales, ...), mejorando el papel en la toma de decisiones trascendentes para el espacio, reforzando la participación local de los distintos colectivos (mujer rural, educación, ...) y dotándolo de una financiación adecuada.
  16. Desarrollar fórmulas para una comunicación estratégica y positiva, adaptadas al mensaje y al receptor, orientada a aumentar la conciencia social y a desarrollar nuevas actitudes y comportamientos, así como avanzar en el empleo de herramientas dirigidas tanto a los habitantes como a los gestores de los espacios que contribuyan a mejorar la complicidad entre ambos y construir una visión compartida.
  17. Integrar la educación ambiental como un eje fundamental en las políticas ambientales y de educación, e incorporarla en los diseños curriculares de la enseñanza obligatoria, enfocándola a la valorización de la naturaleza a través de los conocimientos sobre el valor de los servicios que genera el capital natural de los espacios naturales.