El suelo de Formaciones Adehesadas

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Erosión y perdida de suelo de la dehesa

Las formaciones adehesadas actuales se caracterizan por suelos pobres, de escasa potencia y bajo contenido en materia orgánica, mayoritariamente ácidos y pobres en nutrientes. Las prácticas de laboreo y pastoreo, el aclarado del monte y la posterior pérdida del arbolado, pueden afectar a las condiciones del suelo, provocando su degradación y erosión. El árbol juega un papel mejorador de la calidad del suelo, y su ausencia, determina la pérdida progresiva del mismo. Cuidar y mantener el suelo vivo, con materia orgánica y una comunidad de microrganismos activo, es fundamental para la conservación del agrosistema de la dehesa. Aunque el pastoreo asegura un aporte de nutrientes, una presión inadecuada puede originar un suelo completamente desnudo al final del verano, expuesto a las lluvias torrenciales típicas del otoño.

Estudios llevados a cabo por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio permitieron obtener resultados sobre el estado del suelo y el riesgo de desertificación. Estos reflejaron que la mayor parte de la superficie de formaciones adehesadas se corresponde con áreas no desertificadas (80%), aunque dentro de este grupo hay un amplio porcentaje con un riesgo de erosión calificado como fuerte o alto. Asimismo, la superficie de formaciones adehesadas calificadas como potencialmente desertificables (15% del total) presenta un elevado porcentaje de áreas sometidas a fuerte riesgo de erosión. (Fuente: Plan Director de la Dehesa de Andalucía)

La erosión actual y la potencial en la superficie de formaciones adehesadas se ha analizado dentro de las acciones enmarcadas en el Proyecto LifeBiodehesa, y más concretamente en la línea de acción A2, Inventario de Áreas Críticas, utilizando como fuente de información los valores de erosión de los que se dispone en la Red de Información Ambiental de Andalucía (REDIAM) estableciendo las siguientes categorías: con erosión muy alta (>100 Tn/ha/año), alta (50-100 Tn/ha/año), moderada (12-50 Tn/ha/año) o baja (0-12 Tn/ha/año).

La extensión de la Dehesa en nuestra comunidad es de aproximadamente 1,5 millones de hectáreas, similar a la superficie del olivar, y por tanto, tiene una gran importancia social, económica y medioambiental que hacen necesario y justifican su protección y mejora, y en consecunecia, la adopoción de medidas preventivas y correctoras frente a la erosión. (Fuente: Manejo del Suelo frente a la erosión en la Dehesa).