La conservación de la buena salud de las masas forestales es fundamental para preservar los valores ambientales y económicos del bosque andaluz. Por ello la Consejería realiza una labor de seguimiento de estos ecosistemas, mediante herramientas como la Red Andaluza de Seguimiento de Daños sobre Ecosistemas Forestales (RED SEDA), que permite analizar el estado del monte y detectar perturbaciones en el mismo.

Además, se lleva a cabo una labor de investigación para profundizar en el conocimiento de los principales problemas fitosanitarios (plagas y enfermedades), con el objetivo de establecer las actuaciones de control o mitigación más adecuadas. Andalucía dispone de Planes de Lucha Integrada (PLI), mediante los que se establece una estrategia específica de control integrado contra los principales agentes nocivos del monte andaluz.

La vigilancia frente a los organismos exóticos es otra labor fundamental para preservar los recursos forestales. Entre las diferentes amenazas, el nematodo de la madera del pino es posiblemente la más grave en Andalucía. El Plan Andaluz de Contingencia del Nematodo del Pino establece los procedimientos a seguir, tanto para la localización del organismo, como para su erradicación.

Por otro lado, se está realizando un gran esfuerzo frente a los procesos de deterioro cada vez más importantes a los que se enfrenta el bosque andaluz. Entre ellos destaca la Seca de los Quercus y el decaimiento de coníferas, para los que se está incentivando la investigación y desarrollando actuaciones de difusión de los conocimientos adquiridos.