Los geoparques fomentan la investigación en colaboración con universidades e institutos científicos, y promueven un diálogo entre las ciencias geológicas y la población local.
Desde finales del siglo XIX, la Subbética cordobesa ha traído a numerosos estudiosos, interesados en la estructura del terreno, el modelado kárstico, las aguas subterráneas, los yacimientos fosilíferos, etc., que han contribuido a definir los elementos patrimoniales tanto naturales como culturales (especies endémicas, hábitats característicos, formaciones geológicas singulares, etc.), fortaleciendo así la identidad del territorio.