Junto con los observatorios Laguna de la Casilla y de Aves Marinas, este equipamiento proporciona a los usuarios del sendero señalizado Río Viejo un magnífico punto de parada y descanso para la visualización de la fauna asociada al conjunto de hábitats lacustres, fluviales y costeros presentes en la Desembocadura del Guadalhorce, y más concretamente en la zona del viejo meandro del río o del antiguo cauce. Al estar precisamente ubicado junto al pretérito brazo fluvial ha sido bautizado como observatorio del Río Viejo, permitiéndonos escudriñar un entorno siempre con agua y que tras un corto recorrido serpenteante desemboca, a escasa distancia, en la playa.

A pesar de que este equipamiento está muy cerca del observatorio Laguna de la Casilla nos sorprenderá gratamente comprobar que el pequeño cambio de las condiciones ecológicas en tan reducido espacio físico nos permite encontrar especies de aves diferentes a las que vimos en aquel, debido en parte a la mayor cercanía con el medio costero y también porque las aguas del río son algo más saladas dada la gran proximidad al mar. La presencia de orillas menos pendientes y con mayor superficie que en el caso de la Laguna de la Casilla, además, contribuye a que desde el observatorio Río Viejo sea factible seguir con interés los incesantes movimientos de las aves limícolas, que no dudan en aprovechar estos grandes espacios junto al agua para buscar pequeñas presas con las que alimentarse.

Al igual que otros observatorios de la Desembocadura del Guadalhorce éste proporciona el medio idóneo para guarecernos de la intemperie, del implacable sol o de la molesta lluvia mientras nos ocultamos sin importunar a los animales que pululan muy cerca de nuestra ubicación. Se trata de una construcción fija de madera, cubierta y cerrada por todos sus lados excepto por el lateral de acceso, que cuenta con ventanucos horizontales de gran amplitud para la observación. Dispone a su vez de bancos corridos para la comodidad de algunos de los usuarios, y también al igual que en otros observatorios del espacio protegido se ha habilitado un puesto específico para que personas con sillas de ruedas puedan disfrutar de la ornitología. La ocupación óptima del observatorio comprende seis puestos de visualización con asiento, uno para ser usado de pie y otro destinado a discapacitados en sillas de ruedas, si bien en segunda fila hay espacio para otras diez o doce personas más. Además, los puestos de observación utilizables desde los dos asientos existentes disponen de muescas en los apoyabrazos, para facilitar la colocación de las patas de los trípodes usados con los telescopios.

La colección de especies que podremos anotar en nuestro libro de campo o inmortalizar en la cámara fotográfica desde este magnífico puesto de observación es muy variada, y dependerá de la fecha en que nos acerquemos a este enclave para que podamos disfrutar de aves nidificantes, aves de paso o especies más o menos sedentarias. Cigüeñuelas, archibebes, agachadizas, agujas colipintas, garcillas bueyeras y cangrejeras, garcetas, avocetas, chorlitejos patinegros y chicos, fochas, ánades azulones, cercetas, flamencos y zampullines comunes o los singulares moritos son algunas de las aves acuáticas identificables desde este observatorio, a veces acompañadas por gaviotas de distintas especies (cabecinegras, patiamarillas, reidoras, picofinas, de Audouin o sombrías). También están presentes en la vegetación más cercana pequeños pájaros ligados a los tarajes, lentiscos y otros matorrales, entre los que distinguiremos si disponemos de unos prismáticos a jilgueros, chamarices o verderones.

Por favor, utiliza las instalaciones de forma responsable y respetuosa con el medio ambiente y los demás usuarios, evitando comportamientos incívicos para conseguir entre todos un uso y disfrute acorde con el maravilloso entorno que acoge al visitante. No accedas con animales sueltos o que constituyan un peligro para los transeúntes u otros animales, y ten en cuenta que los perros deben ir conducidos por personas mayores de edad, sujetos con correa y provistos de la correspondiente identificación (si superan los 20 Kg deberán ir provistos de bozal y correa resistente y no extensible). Disfruta de las vistas desde el observatorio a ser posible en silencio o sin alzar la voz, ya que de este modo las posibilidades de descubrir a los habitantes del río son infinitamente mayores.