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## Acción
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## Media
### Floorplan
### Imágen
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### Título
panorama_7C0A7155_6524_55F1_41C9_01B527E8A59B.label = Acceso a exposición
panorama_7C0CED18_652C_4D70_41BA_EFA11A2823A4.label = Acceso a sala audiovisual
panorama_7F792D5A_652C_CDF2_41D5_7AEED6308B3F.label = Acceso adaptado
panorama_7C552F86_652C_CD53_41C4_D5BCA1E7AD1A.label = Acceso adaptado
panorama_7C2BA628_652C_5F5F_41C7_FDE56FDB86E9.label = Aparcamiento
panorama_7C0D17A8_652C_7D5F_41B4_5543853B3FDC.label = Bienvenidos y bienvenidas
panorama_7C0AE379_6524_35B1_41BF_558250C6D802.label = Con fecha de caducidad
panorama_7C0A51EB_6524_54D2_41D3_7285ED0F341A.label = El pulso de las marismas
panorama_7C0A8088_6524_735F_41C8_2D83D416AC7B.label = El valor de las Marismas
panorama_7C0BD538_6524_7DBE_41C8_255127379832.label = El Águila pescadora
panorama_7C0BA4EF_6524_3CD1_41C1_69D926453D79.label = En busca de la supervivencia
panorama_7C4B60F6_652C_34B3_41CD_CB9713BC652E.label = Entrada
panorama_7C0A249E_6524_D372_41D7_56EC2E77089A.label = Espacios intermareales
map_E7ECA9C4_D4F1_00DF_41C8_BFA57C6D064E.label = Huelva
panorama_7C0B945A_6524_53F3_41D0_D556486D0903.label = Marismas en la historia
panorama_7C0B741D_6524_F371_41D0_0C88D806D4B0.label = Medio acuático
panorama_7C0B9558_6524_5DFF_4187_9A663AC3EFD6.label = Observatorio de vuelos
panorama_7C0A9296_6524_D773_41D2_7B6684DC20F7.label = Plataforma para la vida
panorama_7C0AA203_6524_3752_41B8_E789EC4E483F.label = RENPA
panorama_7C0DBAC8_652C_34DF_41D5_6B7C30DE2277.label = Sala audiovisual
panorama_7C0D5028_6523_F35F_41A8_12CE2CD62431.label = Sala audiovisual
panorama_7C0BC3F6_6525_D4B2_41D8_D3680E051242.label = Servicios
panorama_7C0D61D8_6523_D4FE_41D2_798280C1E02A.label = Tienda
video_841D5381_2EB9_E225_41C2_B317E514FE93.label = centro de visitantes -huelva - parte 1 movil
video_8F20BBED_2EB9_E1FD_41B7_12C70F23177C.label = centro de visitantes -huelva - parte 2 movil
### Video
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## Skin
### Botón
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Button_B42BEAD9_2EAB_6225_41A0_729C060F9EFE.label = Home
Button_4BE0E428_7937_2360_41D3_2DD999EC279D.label = Inicio
Button_4D985C80_7931_231D_41C7_FD13CDCC33CE.label = Inicio
### Imágen
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### Texto Multilínea
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HTMLText_4D7F5A4B_56DB_E866_41C5_C710190596B2.html = El paisaje marismeño cambia radicalmente con las mareas. La oscilación de las aguas hace que determinados espacios se inunden o emerjan alternativamente.
Moluscos, como el berdigón (berberecho), y crustáceos como el cangrejo barrilete habitan en galerías excavadas en el fango. Las larvas de mosquitos se desarrollan en el agua, siendo un alimento fundamental para aves y peces.
Las plantas marismeñas están adaptadas a la salinidad. Su distribución responde al alcance de las mareas. Así, el almajo vive en la marisma baja, inundada de forma ocasional o permanente, la espartina en la media, que sólo se inunda con las mareas vivas, y el salado o limoniastrum en la alta, siempre emergida.
Las aves son el principal exponente de la riqueza faunística de Marismas del Odiel. Pueden observarse hasta 300 especies. Destacan las acuáticas, como la espátula, el zampullín cuellinegro, el correlimos común o la aguja colinegra. Y las rapaces, como el águila pescadora.
La nutria es un mamífero acuático que surca las aguas de la marisma.
La rotación de la tierra y la fuerza gravitatoria de la Luna y el Sol son los responsables de las mareas. En las marismas del Odiel se producen dos pleamares y dos bajamares diarias.
Las mareas marcan el ritmo de las marismas: Mueven una gran cantidad de agua, se genera energía y se favorece la circulación de nutrientes mediante una red que relaciona animales, plantas y microorganismos. Son un fenómeno costero generalizado cuyo ciclo e intensidad varían en los distintos mares del planeta.
Desde los faraones, diferentes civilizaciones se han aprovechado de la energía de las mareas. Hasta tiempos recientes cientos de molinos mareales marcaban la costa atlántica europea. El interés actual por las energías renovables abre nuevas perspectivas para un recurso energético aún por redescubrir.
Funcionamiento de un molino mareal: Los molinos mareales utilizan las mareas como fuente de energía. En el litoral onubense llegaron a funcionar más de 40 molinos mareales. El grano se muele por el rozamiento de una piedra móvil sobre otra fija, movimiento producido por la acción del agua embalsada en la pleamar y liberada en la bajamar.
Las marismas evolucionan lentamente hacia su desaparición.
En espacios adecuados, los fondos costeros acumulan sedimentos, transformándose primero en marismas y después en tierra firme. Esta sedimentación está favorecida por la escasa pendiente de la costa y el encuentro de las mareas con el agua dulce. También contribuyen a este proceso la salinidad, que facilita el agregado de partículas por el fenómeno conocido como floculación, y la pleamar al introducir sedimentos de origen marino.
Hace 2.000 años, estas marismas eran parte de una amplia bahía en la que descansaban las aguas de los ríos Tinto y Odiel. El crecimiento de la flecha litoral de Punta Umbría y el desarrollo de ganchos arenosos en el interior de la ría, facilitaron la aparición de parte de las actuales marismas.
La intervención del hombre ha transformado el paisaje de Marismas del Odiel, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XX. El espigón, las carreteras y otras infraestructuras han favorecido la sedimentación y la formación de marismas a un ritmo hasta entonces inédito.
La sedimentación: Gran parte de la corteza terrestre, incluyendo los fondos marinos, se ha formado por el acúmulo de materiales en lentos procesos de sedimentación.
Las partículas en suspensión sedimentan según su tamaño, forma, peso y densidad. Partículas de naturaleza similar se posarán en el fondo más rápidamente cuanto mayor sea su peso.
La agitación de las aguas favorece la dispersión de partículas y la calma favorece su depósito.
Territorio compartido:
Las marismas son lugares de encuentro de los dos grandes ecosistemas del planeta: la tierra firme y el mar que comparten espacios ocupándolos por turnos, según un orden regido por fuerzas cósmicas.
Las marismas son espacios estratégicos para la vida marina y la seguridad de las costas que proporcionan inmensos beneficios.
La pesca en los océanos depende en buena medida de su conservación. Muchas aves acuáticas utilizan las marismas como zona de puesta y alimentación.
Sirven de protección natural del litoral y de sus poblaciones, como barrera de contención para tempestades o tsunamis.
Las marismas del Odiel son las más amplias de la Península Ibérica entre aquellas que se inundan por las mareas.
En la costa atlántica se localizan las principales marismas de nuestro entorno porque sus mareas son más potentes que las del Mediterráneo
El estudio de las migraciones de las aves revela secretos sobre su vida y su supervivencia.
Desde la antigüedad los seres humanos han observado el vuelo de las aves migratorias que revelaban pronósticos favorables o negativos y anunciaban los cambios estacionales que ponían en marcha las labores agrícolas.
La observación de las rutas migratorias hace aproximadamente 100 años pasó a ser una actividad científica. Actualmente, la utilización de anillamientos de aves o las modernas técnicas con radiotransmisores permiten un rastreo continuado de las migraciones.
Las actividades de observación y control de las migraciones desarrollado diariamente en el Paraje Natural Marismas del Odiel lo convierten en una privilegiada estación de seguimiento.
Desde los años setenta, científicos y amantes de la naturaleza comenzaron a estudiar los ecosistemas de Marismas del Odiel. Hoy conocemos muchos secretos de las aves que viven y visitan estas marismas gracias a investigadores, ornitólogos y redes de voluntariado que han conseguido que estas marismas sean la principal estación ornitológica de limícolas de Europa.
Historias particulares:
Desde 1997, millares de aves se anillan anualmente en Marismas del Odiel que permite conocer las rutas migratorias de muchas especies, proporcionándonos datos sorprendentes sobre algunos de sus hábitos.
El mar se torna acogedor cuando se remansa llegando al estuario del Odiel. A los nutrientes traídos por los ríos se suman ahora los aportados por el agua marina.
Las mareas se encargan de distribuir los nutrientes aportados por los ríos y ponerlos a disposición de todos los seres vivos.
El plancton que habita en el agua, formado por numerosas plantas y animales diminutos, es uno de los principales alimentos de los ecosistemas acuáticos. El camarón, el pejerrey y las ballenas se alimentan de él.
Algas como la lechuga de mar, o plantas como la zostera, sirven de alimento y refugio para la fauna.
El lenguado está adaptado a la vida de los fondos donde se protege de las mareas y camufla para atrapar pequeños peces, crustáceos e invertebrados.
Cada organismo tiene una labor en un complejo sistema de interdependencias. Seres microscópicos -bacterias y hongos- descomponen restos orgánicos cerrando los distintos ciclos de la materia.
La presencia humana ha sido, y es, determinante en las marismas. Su futuro depende de los modelos de gestión adoptados.
En estos enlaces puedes ampliar la información sobre este Espacio Natural Protegido con material descargable como la oferta de senderos, horario de apertura, cómo llegar, mapa con todos los equipamientos de uso público, etc.
Centro de Visitantes Anastasio Senra:
Paraje Natural Marismas del Odiel:
Completa tu visita con experiencias de ecoturismo con empresas locales. Puedes consultar la oferta en el siguiente enlace:
Para actividades destinadas a la comunidad educativa, asociaciones de personas con diversidad funcional y población local, puedes acceder a través del enlace:
La biodiversidad refleja la variedad genética de los seres vivos que habitan un determinado lugar.
Es el más preciado tesoro del planeta Tierra con alrededor de 30 millones de especies, producto de la evolución de la vida durante 4.000 millones de años.
La destrucción y transformación de los hábitats naturales está provocando la pérdida de biodiversidad en forma generalizada. Más de 15.000 especies están en riesgo de extinción.
En las marismas, la biodiversidad no es alta, es decir, no hay una gran variedad de especies en comparación con otros territorios; pero las poblaciones existentes tienen una gran cantidad de individuos.
La espátula tiene en Marismas del Odiel la segunda colonia de cría de Europa, uno de los principales motivos de su protección como espacio natural.
Es un ave muy sociable y fiel a su lugar de nacimiento, aunque algunos ejemplares jóvenes exploran otros lugares de cría. Su vida media es de 12 años pero puede llegar a los 30.
Desde 1979 se han realizado numerosos estudios sobre la colonia y se han anillado unos 7.000 pollos de espátula. Los movimientos migratorios son más complejos de lo que se pensaba y coexisten grupos con hábitos y calendarios distintos.
Su destino de invierno más frecuente es Senegal donde los jóvenes, tras su primer viaje, permanecen tres o cuatro años y después regresan a Odiel para criar.
La colonia de Marismas del Odiel es muy vulnerable durante la época de cría porque las mareas vivas inundan los nidos, abortando gran parte de las puestas, hasta un 80%. Las tareas de control y conservación incluyen la vigilancia de estos episodios y el rescate de nidos .
Las parejas de espátulas colaboran en la cría de los polluelos, pero se desconoce si son estables de un año para otro.
El águila pescadora: En la Estación Ornitológica de Marismas del Odiel se llevan a cabo diversos programas de control y defensa de la población invernante de águila pescadora la cual está aumentando gracias a los programas de conservación.
Sólo los ejemplares adultos defienden su posadero habitual y los jóvenes sí lo comparten. La rivalidad es limitada, puede observarse varias águilas pescando en el mismo lugar. Apresan peces con gran habilidad y belleza.
Desde 2003 hay un proyecto de cría en Marismas del Odiel que consiste en criar pollos traídos desde
el norte de Europa y así se favorece que cuando sean adultos regresen para anidar. Se liberan, anillados, con un radiotransmisor para su control y con edad suficiente para que completen por sí solos su aprendizaje, antes de iniciar su migración a África entre finales de agosto y mediados de septiembre.
La vida de numerosos animales está condicionada por largos viajes anuales. La migración es un hábito ancestral originado a finales de la última glaciación.
A medida que los hielos retrocedían hacia el Norte, surgieron nuevos territorios con abundante alimento que podía aprovecharse estacionalmente. Debido a la migración se han generado rutas de ida y vuelta entre espacios de características ambientales muy diferentes.
Unas 5.000 millones de aves migratorias, de distintas especies que crían en Europa o Asia occidental, tienen en África su principal destino de invierno. Realizan dos veces al año una travesía intercontinental con dificultades y obstáculos: vientos, corrientes, cadenas montañosas o desiertos entre ellos.
La dirección Norte-Sur es la más común, aunque algunas toman rumbo Oeste hacia las costas atlánticas europeas bañadas por la cálida corriente del Golfo de México.
El conjunto de humedales del Golfo de Cádiz es un nudo principal de las rutas migratorias
Las marismas son una privilegiada plataforma para la vida.
La productividad biológica de las marismas es una de las más altas del planeta. El clima templado, la escasa profundidad de los fondos, la continua acción de las mareas y la mezcla de aguas dulces y saladas favorecen la disponibilidad de nutrientes.
La materia viva producida por metro cuadrado es similar a la de los bosques tropicales.
La proliferación de la vida en Marismas del Odiel se desarrolla en un complejo mosaico de relaciones entre productores y consumidores o entre depredadores y presas. La alta producción biológica de estas marismas permite la abundancia de vida.
La cantidad de especies vegetales y animales no es elevada pero las poblaciones son numerosas.
Las marismas y, en general, todos los humedales, han sido valorados de manera muy diferente a lo largo de la historia.
Su belleza ha sido algunas veces motivo de inspiración artística, pero la ambición de transformarlas y rentabilizarlas siempre ha estado presente. Hasta épocas muy cercanas la desecación y saneamiento de lagunas, marismas y zonas pantanosas se consideraba un signo del progreso humano.
Muy recientemente ha cambiado la valoración social de las zonas húmedas y los espacios marismeños. La iniciativa Ramsar fue un primer paso a escala internacional.
En Andalucía, las zonas húmedas tuvieron un gran protagonismo en la creación de la Red de Espacios Naturales Protegidos.
A lo largo del tiempo, las marismas del Odiel han compartido acontecimientos a otras zonas húmedas andaluzas, pero, a diferencia de muchas de ellas, todavía permanecen como parte relevantes del patrimonio natural de Andalucía.
El estudio de las migraciones de las aves revela secretos sobre su vida y su supervivencia.
Desde la antigüedad los seres humanos han observado el vuelo de las aves migratorias que revelaban pronósticos favorables o negativos y anunciaban los cambios estacionales que ponían en marcha las labores agrícolas.
La observación de las rutas migratorias hace aproximadamente 100 años pasó a ser una actividad científica. Actualmente, la utilización de anillamientos de aves o las modernas técnicas con radiotransmisores permiten un rastreo continuado de las migraciones.
Las actividades de observación y control de las migraciones desarrollado diariamente en el Paraje Natural Marismas del Odiel lo convierten en una privilegiada estación de seguimiento.
Desde los años setenta, científicos y amantes de la naturaleza comenzaron a estudiar los ecosistemas de Marismas del Odiel. Hoy conocemos muchos secretos de las aves que viven y visitan estas marismas gracias a investigadores, ornitólogos y redes de voluntariado que han conseguido que estas marismas sean la principal estación ornitológica de limícolas de Europa.
Historias particulares:
Desde 1997, millares de aves se anillan anualmente en Marismas del Odiel que permite conocer las rutas migratorias de muchas especies, proporcionándonos datos sorprendentes sobre algunos de sus hábitos.
El mar se torna acogedor cuando se remansa llegando al estuario del Odiel. A los nutrientes traídos por los ríos se suman ahora los aportados por el agua marina.
Las mareas se encargan de distribuir los nutrientes aportados por los ríos y ponerlos a disposición de todos los seres vivos.
El plancton que habita en el agua, formado por numerosas plantas y animales diminutos, es uno de los principales alimentos de los ecosistemas acuáticos. El camarón, el pejerrey y las ballenas se alimentan de él.
Algas como la lechuga de mar, o plantas como la zostera, sirven de alimento y refugio para la fauna.
El lenguado está adaptado a la vida de los fondos donde se protege de las mareas y camufla para atrapar pequeños peces, crustáceos e invertebrados.
Cada organismo tiene una labor en un complejo sistema de interdependencias. Seres microscópicos -bacterias y hongos- descomponen restos orgánicos cerrando los distintos ciclos de la materia.
La presencia humana ha sido, y es, determinante en las marismas. Su futuro depende de los modelos de gestión adoptados.
El paisaje marismeño cambia radicalmente con las mareas. La oscilación de las aguas hace que determinados espacios se inunden o emerjan alternativamente.
Moluscos, como el berdigón (berberecho), y crustáceos como el cangrejo barrilete habitan en galerías excavadas en el fango. Las larvas de mosquitos se desarrollan en el agua, siendo un alimento fundamental para aves y peces.
Las plantas marismeñas están adaptadas a la salinidad. Su distribución responde al alcance de las mareas. Así, el almajo vive en la marisma baja, inundada de forma ocasional o permanente, la espartina en la media, que sólo se inunda con las mareas vivas, y el salado o limoniastrum en la alta, siempre emergida.
Las aves son el principal exponente de la riqueza faunística de Marismas del Odiel. Pueden observarse hasta 300 especies. Destacan las acuáticas, como la espátula, el zampullín cuellinegro, el correlimos común o la aguja colinegra. Y las rapaces, como el águila pescadora.
La nutria es un mamífero acuático que surca las aguas de la marisma.
En estos enlaces puedes ampliar la información sobre este Espacio Natural Protegido con material descargable como la oferta de senderos, horario de apertura, cómo llegar, mapa con todos los equipamientos de uso público, etc.
Centro de Visitantes Anastasio Senra:
Paraje Natural Marismas del Odiel:
Completa tu visita con experiencias de ecoturismo con empresas locales. Puedes consultar la oferta en el siguiente enlace:
Para actividades destinadas a la comunidad educativa, asociaciones de personas con diversidad funcional y población local, puedes acceder a través del enlace:
La biodiversidad refleja la variedad genética de los seres vivos que habitan un determinado lugar.
Es el más preciado tesoro del planeta Tierra con alrededor de 30 millones de especies, producto de la evolución de la vida durante 4.000 millones de años.
La destrucción y transformación de los hábitats naturales está provocando la pérdida de biodiversidad en forma generalizada. Más de 15.000 especies están en riesgo de extinción.
En las marismas, la biodiversidad no es alta, es decir, no hay una gran variedad de especies en comparación con otros territorios; pero las poblaciones existentes tienen una gran cantidad de individuos.
La espátula tiene en Marismas del Odiel la segunda colonia de cría de Europa, uno de los principales motivos de su protección como espacio natural.
Es un ave muy sociable y fiel a su lugar de nacimiento, aunque algunos ejemplares jóvenes exploran otros lugares de cría. Su vida media es de 12 años pero puede llegar a los 30.
Desde 1979 se han realizado numerosos estudios sobre la colonia y se han anillado unos 7.000 pollos de espátula. Los movimientos migratorios son más complejos de lo que se pensaba y coexisten grupos con hábitos y calendarios distintos.
Su destino de invierno más frecuente es Senegal donde los jóvenes, tras su primer viaje, permanecen tres o cuatro años y después regresan a Odiel para criar.
La colonia de Marismas del Odiel es muy vulnerable durante la época de cría porque las mareas vivas inundan los nidos, abortando gran parte de las puestas, hasta un 80%. Las tareas de control y conservación incluyen la vigilancia de estos episodios y el rescate de nidos .
Las parejas de espátulas colaboran en la cría de los polluelos, pero se desconoce si son estables de un año para otro.
El águila pescadora: En la Estación Ornitológica de Marismas del Odiel se llevan a cabo diversos programas de control y defensa de la población invernante de águila pescadora la cual está aumentando gracias a los programas de conservación.
Sólo los ejemplares adultos defienden su posadero habitual y los jóvenes sí lo comparten. La rivalidad es limitada, puede observarse varias águilas pescando en el mismo lugar. Apresan peces con gran habilidad y belleza.
Desde 2003 hay un proyecto de cría en Marismas del Odiel que consiste en criar pollos traídos desde
el norte de Europa y así se favorece que cuando sean adultos regresen para anidar. Se liberan, anillados, con un radiotransmisor para su control y con edad suficiente para que completen por sí solos su aprendizaje, antes de iniciar su migración a África entre finales de agosto y mediados de septiembre.
La rotación de la tierra y la fuerza gravitatoria de la Luna y el Sol son los responsables de las mareas. En las marismas del Odiel se producen dos pleamares y dos bajamares diarias.
Las mareas marcan el ritmo de las marismas: Mueven una gran cantidad de agua, se genera energía y se favorece la circulación de nutrientes mediante una red que relaciona animales, plantas y microorganismos. Son un fenómeno costero generalizado cuyo ciclo e intensidad varían en los distintos mares del planeta.
Desde los faraones, diferentes civilizaciones se han aprovechado de la energía de las mareas. Hasta tiempos recientes cientos de molinos mareales marcaban la costa atlántica europea. El interés actual por las energías renovables abre nuevas perspectivas para un recurso energético aún por redescubrir.
Funcionamiento de un molino mareal: Los molinos mareales utilizan las mareas como fuente de energía. En el litoral onubense llegaron a funcionar más de 40 molinos mareales. El grano se muele por el rozamiento de una piedra móvil sobre otra fija, movimiento producido por la acción del agua embalsada en la pleamar y liberada en la bajamar.
La vida de numerosos animales está condicionada por largos viajes anuales. La migración es un hábito ancestral originado a finales de la última glaciación.
A medida que los hielos retrocedían hacia el Norte, surgieron nuevos territorios con abundante alimento que podía aprovecharse estacionalmente. Debido a la migración se han generado rutas de ida y vuelta entre espacios de características ambientales muy diferentes.
Unas 5.000 millones de aves migratorias, de distintas especies que crían en Europa o Asia occidental, tienen en África su principal destino de invierno. Realizan dos veces al año una travesía intercontinental con dificultades y obstáculos: vientos, corrientes, cadenas montañosas o desiertos entre ellos.
La dirección Norte-Sur es la más común, aunque algunas toman rumbo Oeste hacia las costas atlánticas europeas bañadas por la cálida corriente del Golfo de México.
El conjunto de humedales del Golfo de Cádiz es un nudo principal de las rutas migratorias
Las marismas evolucionan lentamente hacia su desaparición.
En espacios adecuados, los fondos costeros acumulan sedimentos, transformándose primero en marismas y después en tierra firme. Esta sedimentación está favorecida por la escasa pendiente de la costa y el encuentro de las mareas con el agua dulce. También contribuyen a este proceso la salinidad, que facilita el agregado de partículas por el fenómeno conocido como floculación, y la pleamar al introducir sedimentos de origen marino.
Hace 2.000 años, estas marismas eran parte de una amplia bahía en la que descansaban las aguas de los ríos Tinto y Odiel. El crecimiento de la flecha litoral de Punta Umbría y el desarrollo de ganchos arenosos en el interior de la ría, facilitaron la aparición de parte de las actuales marismas.
La intervención del hombre ha transformado el paisaje de Marismas del Odiel, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XX. El espigón, las carreteras y otras infraestructuras han favorecido la sedimentación y la formación de marismas a un ritmo hasta entonces inédito.
La sedimentación: Gran parte de la corteza terrestre, incluyendo los fondos marinos, se ha formado por el acúmulo de materiales en lentos procesos de sedimentación.
Las partículas en suspensión sedimentan según su tamaño, forma, peso y densidad. Partículas de naturaleza similar se posarán en el fondo más rápidamente cuanto mayor sea su peso.
La agitación de las aguas favorece la dispersión de partículas y la calma favorece su depósito.
Las marismas son una privilegiada plataforma para la vida.
La productividad biológica de las marismas es una de las más altas del planeta. El clima templado, la escasa profundidad de los fondos, la continua acción de las mareas y la mezcla de aguas dulces y saladas favorecen la disponibilidad de nutrientes.
La materia viva producida por metro cuadrado es similar a la de los bosques tropicales.
La proliferación de la vida en Marismas del Odiel se desarrolla en un complejo mosaico de relaciones entre productores y consumidores o entre depredadores y presas. La alta producción biológica de estas marismas permite la abundancia de vida.
La cantidad de especies vegetales y animales no es elevada pero las poblaciones son numerosas.
Las marismas y, en general, todos los humedales, han sido valorados de manera muy diferente a lo largo de la historia.
Su belleza ha sido algunas veces motivo de inspiración artística, pero la ambición de transformarlas y rentabilizarlas siempre ha estado presente. Hasta épocas muy cercanas la desecación y saneamiento de lagunas, marismas y zonas pantanosas se consideraba un signo del progreso humano.
Muy recientemente ha cambiado la valoración social de las zonas húmedas y los espacios marismeños. La iniciativa Ramsar fue un primer paso a escala internacional.
En Andalucía, las zonas húmedas tuvieron un gran protagonismo en la creación de la Red de Espacios Naturales Protegidos.
A lo largo del tiempo, las marismas del Odiel han compartido acontecimientos a otras zonas húmedas andaluzas, pero, a diferencia de muchas de ellas, todavía permanecen como parte relevantes del patrimonio natural de Andalucía.
Territorio compartido:
Las marismas son lugares de encuentro de los dos grandes ecosistemas del planeta: la tierra firme y el mar que comparten espacios ocupándolos por turnos, según un orden regido por fuerzas cósmicas.
Las marismas son espacios estratégicos para la vida marina y la seguridad de las costas que proporcionan inmensos beneficios.
La pesca en los océanos depende en buena medida de su conservación. Muchas aves acuáticas utilizan las marismas como zona de puesta y alimentación.
Sirven de protección natural del litoral y de sus poblaciones, como barrera de contención para tempestades o tsunamis.
Las marismas del Odiel son las más amplias de la Península Ibérica entre aquellas que se inundan por las mareas.
En la costa atlántica se localizan las principales marismas de nuestro entorno porque sus mareas son más potentes que las del Mediterráneo
BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS
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EL ÁGUILA PESCADORA Y LA ESPÁTULA
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EN BUSCA DE LA SUPERVIVENCIA
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ESTAS MARISMAS EN LA HISTORIA
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PROTAGONISTAS DE LAS MARISMAS
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